Lazos Eternos (Sterek)

Los Del Futuro; Primera parte

Saffa

Miró a su alrededor, confusa y con duda, luego miró a los gemelos quienes se balanceaban de la rama del árbol mientras reían a carcajadas.

Por otro lado Petria e Isaam hacían planos en la arena, hacia frío y llevaban solo una sudadera, pronto anocheceria y no podían salir del bosque. Zayn solo mantenía su mente en otro lado.

—Es inútil.— de repente habla Petria tirando la pequeña rama que había conseguido.— ¡No tenemos a donde ir! ¡Estamos perdidos!

Petria era de la menos que se alteraba pero dada la situación, había excepciones.

—Ya Martín, no te paniquees.— Zayn le palmea el hombro.— Te han dicho que te ves hermosa así.

—Pudrete Hale.— gruñó.

—¡Quiero a mi mamá!.— Gritó Lio con lágrimas en los ojos, tenía el rostro rojo y los ojos amarillos.

Leonardo por otro lado bufaba cada nada, odiaba estar en la naturaleza y realmente intentaba entenderlo, ya que supuestamente tienen la descendencia de hombre lobo.

No distinguían nada a su alrededor ni olfateando, solo sabían que han pasado dos días en el bosque graciad a que la cabaña en la que se quedaban los dueños regresaron y ya no daban para mantenerlos a todos.

—Estamos en casa.— Sage apuntó hacia un lado.— Lo recuerdo.

El castaño dio unos pasos y miró a los demás, al menos era el único de todos que no perdía los estribillos.

—Debemos movernos.— Indicó cargando a Jack.— El sol se va a poner.

—No tengo fuerzas.— comentó Lira desde el suelo.— No creo poder.

Miró a Nora esta asintió sin decir nada y se acercó a la pelinegra, la levantó poniendo un brazo sobre su hombro.

—Te tengo Lira— Le aseguro.

Lio es cargado por Stier a regañadientes.

Se adelanto esquivando rocas y ramas sujetando a su hermano.

—¡Muero de hambre!.— gimoteo Isaam con Luke em brazos.

—No te quejes.— Stier río.— Nadie aquí a comido durando las últimas horas.

Y era verdad, a duras penas consiguieron agua de una pequeña laguna, solo tenían líquido en el estómago y esperaban que pudieran resistir un poco más.

—No desesperen.— alzó la voz.— Pensaré en algo antes de que anochezca.

Petria pudo ver el tic nervioso en la pelirroja, claramente lo que dijo no era verdad, estaba nerviosa y con miedo como todos.

—¡Ya no doy más!.— Isaam cayó de repente haciendo crujir las ramas debajo de sus rodillas.— ¡Sigan sin mi! ¡Y que los lobos se coman mis restos!

Los gemelos rieron y detuvo su andar, ya el sol estaba desapareciendo y la luna iba haciendo de las suyas.

—Tomemos un descanso.— pudo escuchar el bufido de Petria y a Sagen diciendo cosas sin sentidos.

—¡Vamos a morir!.— Dice Lira arrojándose al suelo también.

—Qué negatividad Yakimura.— Nora se burló.

—Argent estamos en medio de la nada, quien sabe que animales acechan a los alrededores.— giro los ojos.— No soy optimista.

De repente chilló y se levantó.

—¡Debemos ir a las casa de nuestros padres!.— Sugerio Lira.

Todos se quedaron callados por un momento, quizás analizando las cosas a su manera, estaban tan ocupados en intentar sobrevivir que olvidaron esa parte.