Los Del Futuro: Sexta Parte

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Derek

Trato de entender lo que dices el neurótico de Scott, esta embarrado de pies a cabeza.

—Estas diciendo que, unos Cazadores estaban tratando de carzarte.— enarco una ceja.

—No es todo.— me mira.— No pude verá quienes pertenecían, pero no son los que conocemos, su olor no se me hace conocido.

Frunci el ceño y me cruzo de brazos, así que no pertenecían a ninguno de los que conocemos.

—Esta bien. Ve a darte un baño que apestas.

Asiente y sale de mi vista, pasaron dos días que Stiles me evita, bueno se que no se llevamos del todo bien, pero en todo este tiempo desde que volvió de la universidad a tomar sus vacaciones intenté cambiar algunas cosas.

Y siempre trato de mejorar nuestras charlas y todo, pero viendo como es el castaño me cuesta un montón.

—Hey Derek.— mi corazón bombea más rápido de lo normal al verlo.

—Stiles, que haces por aquí.— trato de saludarlo pero me ignora ingresando a la cocina.

—Muero de hambre los niñ... chicos ayer entraron a saquear mi heladera.— hace puchero

—¿Qué chicos?.— me mira sorprendido y me aclaro la garganta.— Es decir, ayer llegaste a tu casa y no pude notar a nadie más que a ti.

—Sí es que Liam e Scott fueron a casa.— Dice rápido y puedo jurar que esta mintiendo

—¿Scott? Ayer estuvo toda la noche patrullando.— se pone pálido.

—Sí pero se dio una escapadita a mi casa, ya sabes cuando anda estresado come a lo bestia.— balbucea nervioso

Safaa

Muchas cosas pasan por mi mente, lo más sensato es que debería descansar por ahora, no huelo a nada.

Pero se que están por ahí, acechando esperando el momento para atacar, y no me da miedo, lo que temo es que lastimen a mi manda, odiaría no poder hacer algo.

Chase.

En el bosque pasé días buscándolo, tratando de localizarlo, pero no lo encontré ni a los demás, se que esta bien en algún lugar, lo presiento.

—Por cuanto piensas dejar de ver por la ventana.— Petria entra a la habitación.

—Estaba pensando en los demás.— comentó monótona.— En Chase.

No dice nada, pero siento que emana un olor amargo, aprieto lo labios ¿Dije algo que la hice poner mal? ¿Esta mal preocuparse por los demás pequeños? ¿No debía de estar preocupada por mi alfa?

—Sucede algo.— pongo mi atención en ella.

—No, solo recordé algo.— no me mira.— ¿Tu crees que los otros están ahí afuera?

—No lo creo, se que están Chase es fuerte y sabe como cuidarse a él y a los demás.— expresó y veo como apreta los puños.

—Alguna vez pensaste en otra cosa que no sea Chase.— frunci el ceño ¿De que habla?

—¿Pet, ocurre algo?.— Doy un paso.— Desde que menciono a Chase todo el tiempo te pones a la defensiva.

—No es cierto.— me da la espalda.— Solo es... olvídalo si, iré a dormir.

La detengo tomándola del brazo, esta forcejea.

—¿Tienes celos de él?.— digo provocando el detonante.

—¡No! No todo puede ser el, Safaa.— me grita y retrocede confundida.— ¡El nunca a estado! Nunca hizo nada por ti! Yo estuve ahí presente! ¡Yo debería haber sido tu compañera de vida!.

Al percatarse de lo que dijo, se tapa la boca y sus ojos se cristalizan.

—Petria

—Lo lamento.— y sale dejándome sola.

[...]

Sage

Miró el reloj por tercera vez en la noche, no puedo dormir, y me inquieta todo, ya quiero ver a papá y abrazar a papi.

Bajo de la cama al sentir a Safaa y Petria discutir, últimamente los están ah iendo mucho y eso me pone triste, son como hermanas crecieron juntas y no deberían de pelear.

Salgo al pasillo y observo a Pet caminar a paso rápido, siento a tristeza y enojo, entra a la habitación de huéspedes azotando la puerta.

Me pongo frente a la puerta y levanto mi mano para tocar pero algo me detiene, siento en mi pecho algo malo, como si...

—Sage.— me sobresalto y doy un paso atrás

Es Safaa.

—¿Qué haces aquí? Creí que estabas dormido.— se acerca a mi.

—Sí. Solo no pude y vi a Pet.— apuntó hacia la puerta.— ¿Discutieron otra vez?

—Sí, pero nada importante, lo normal.— me acaricia la cabeza y sonríe.— Ve a dormir.

Asiento y doy vuelta empezando a caminar hacia la habitación con una horrible sensación.

Me petrifico al verlo parado en medio de la oscuridad, un escalofrío recorre mi espalda haciéndome temblar.

No, no, no.

¿Que hace aquí?

—Hola Sage.— su voz, su presenció todo de él siniestro.

Las paredes empiezan a moverse, el techo desaparece y una neblina oscura se apodera de la habitación, empezando a sofocarme.

—No.— me abrazo a mi mismo y caigo al suelo.

No puede estar aquí, no puede, no...

—¡Sage! ¡Sage!.— escuchó a Safaa gritar y me niego a abrir los ojos

Si lo hago el estará ahí, siempre lo está.

—Tranquilo pequeño.— sus brazos me rodean sintiéndome seguro.

Con inseguridad abro los ojos y me encuentro con su rostro preocupado.

—¿Esta bien?.— pregunta y asiento.

—Pensé que el estaba aquí.— su mirada se oscurece y deja de abrazarme para levantarse.

—Ve con los gemelos y no te separes de ellos.— me ordena y sale de la habitación con rapidez.

Lazos Eternos (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora