Gen N° XX

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Chisaki se sentó frente a la pantalla de su computadora, observando cómo los códigos danzaban frente a sus ojos. La frustración de la semana pasada se había convertido en una chispa de inspiración. A medida que su mente se agilizaba, comenzó a trazar un plan, uno que no solo desmantelaría las operaciones de Eijirō, sino que también pondría a prueba los límites de los sentimientos de aquellos que se preocupaban por él.

Bakugō”, murmuró, sabiendo que el vínculo entre los dos era más que evidente. Había visto cómo su temperamento cambiaba cuando Eijirō estaba presente, cómo su actitud se suavizaba, aunque fuera por un breve momento. Chisaki se dio cuenta de que ese tipo de atención podría ser su herramienta más poderosa. Un híbrido enamorado, uno que había sido drogado con la peligrosa sustancia conocida como droga de cria, podía convertirse en un arma eficaz en sus manos.

Con una sonrisa fría en sus labios, comenzó a escribir un mensaje que rápidamente enviaría a sus agentes en la planta. La idea era simple, pero letal: usar a Bakugō como cebo. Si lograba inyectarle la droga de cria, podría manipularlo y utilizar sus emociones para atrapar a Eijirō.

El plan tenía sus riesgos, por supuesto. Pero Chisaki sabía que no podía permitir que un tipo como Eijirō escapara una vez más. Su conexión con Bakugō era una debilidad que podía explotar. Después de todo, el amor podía cegar a las personas, y Chisaki se preguntó qué tan lejos podría llegar Bakugō por el pelirrojo.

Solo necesito saber si podrá controlarse”, pensó, su mente girando en torno a la idea de una confrontación donde los sentimientos y la desesperación se entrelazaran. Si lograba hacer que Bakugō se enfrentara a Eijirō, podría crear una situación donde los dos se viesen obligados a tomar decisiones difíciles donde uno vive y el otro muere.

Mientras trazaba el plan, sintió una excitación inquietante. Imaginó a Eijirō, vulnerable y desolado, atrapado entre su amor por Bakugō y la amenaza que representaba Chisaki. La imagen del pelirrojo sufriendo por el miedo a perder a su ser querido lo hacía sonreír.

Esta vez no se escaparán”, se dijo, y la determinación llenó su pecho. La idea de que su plan finalmente funcionara lo llenó de energía. Chisaki estaba listo para poner a prueba no solo el vínculo entre Bakugō y Eijirō, sino también la resistencia de los propios híbridos que se habían vuelto tan problemáticos para él.

Finalmente, Chisaki se puso en marcha. Comenzó a organizar el traslado de Bakugō a una ubicación más asegurada, donde podría ser sometido a la droga sin que nadie interfiriera. Todo tenía que salir perfecto. Con una mente fría y calculadora, Chisaki se preparó para jugar su última carta, dispuesto a sumergir a los dos en un juego del que no podían salir sin sufrir consecuencias.

Bakugō se encontraba en su celda separada de la de Todoroki que fue llevado hace unas horas sin saber nada de él. Trataba de ejercitarse para no perder fuerza y curiosamente los últimos días había notado que sus comidas eran más nutritivas y que no había rastro alguno de Kirishima hace un tiempo desde que vio como lo dejaban ahí está vez como recluido. Salió de estar sumido en sus pensamientos gracias al ejercicio, cuando escuchó el sonido de la puerta de la prisión abrirse.

La atmósfera tensa y fría lo rodeaba, y su instinto de protección se activó de inmediato. Sin embargo, no se atrevió a preguntar solo a ver y escuchar. Sabía que cualquier sonido que rompiera el silencio podría atraer la atención de los guardias.

Desde su posición, pudo ver cómo un grupo de hombres arrastraba a Eijirō hacia una celda cercana. Bakugō sintió un frío helado recorrer su columna vertebral al ver el rostro de su compañero, desolado y lleno de miedo. ¿Que había pasado para tener a Kirishima así?. Eijirō se resistía débilmente, pero los guardias lo sujetaban con firmeza, y cada movimiento suyo parecía un reflejo de desesperación tampoco les importo nada haber aventado a su compañero en la celda como si fuera un muñeco de trapo. Se guardo un gruñido y recordara esas caras.

| New Era: Mandatory Hybrids | BKKR  BY IllumiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora