Capitulo 4

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Cuando llegué a casa el golpe fue inmediato; soledad.

Estaba acostumbrada al silencio; ese silencio de voces pero aún así ese silencio roto por aunque sea el sonido de unos dedos contra un teclado.

La calma era algo que aunque adoraba; ahora mismo me agobiaba.

Estar sola en esas cuatro paredes sería algo normal para la Alexia de 23 años pero la que está a meses de cumplir 31 lleva años sin saber que es eso.

Primero fue mi pequeña diablilla; quien entró a mi vida y la llenó de risas, carreras persiguiéndola y pelos por doquier. Luego fue ella.

Los últimos 7 años de mi vida no he sabido lo que es el silencio y ahora que volvemos a ser uno; no se como tomármelo.

Acababa de sentarme en el sofá, sin nada que hacer, cuando mi móvil sonó indicando un mensaje nuevo.


Número Desconocido.

Hey, espero no ser intrusiva; esa nunca seria mi intención; però cuando te has ido tus ojos no brillaban y me he preocupado. Se que no me conoces de nada pero hay veces que lo que más necesitas es desahogarte con ellos que no te conocen ni a ti ni a tu historia. Llámame si lo necesitas; lo cogeré siempre.

'¿Laura?'

No he dicho que era yo ¿verdad?

Si, soy Laura. Mi prima me ha pasado tu número. No quiero que te enfades con ella pero no te ve bien y siendo tan importante como eres para ella; yo tampoco quiero que estés mal.

Como he dicho en mi primer mensaje, creo que te vendría bien hablar y sacar todo lo que llevas dentro con alguien neutro en el asunto.

'¿Eres psicóloga de repente? No sabía yo que eso lo daban en la academia.'

No quería ser borde la verdad; pero creo que eso parecía.

'Perdón si ha sonado muy borde'

No te preocupes y aunque algo enseñan en la academia para tranquilizar a las 'víctimas', todo lo que se lo aprendí en la UIC.

'¿Eres psicóloga?'

Me lo saqué online y no ejerzo pero si, tengo el título.

Puede que suene repetitiva pero si necesitas hablar, no lo dudes.



'¿Tienes hueco ahora?'

Para ti; siempre. Te parece si te paso a buscar y damos un paseo; Oddie tiene que estirar las patas y estoy segura que te vendrá bien respirar un poquito de aire puro.

'¿Enserio?'

No te lo habría propuesto sino. Ponte calzado para caminar, tengo el sitio perfecto.

'Vale'

Te veo en 20 minutos en la puerta de tu casa; no hace falta que traigas nada. Yo me encargo. Hasta pronto preciosa.

Aún con la incredulidad por las nubes puse camino a mi cierto; optando por cambiarme de ropa pese a que lo que llevaba era cómodo, no sabía a dónde íbamos y no quería arriesgarme.

De uno se los cajones de la cómoda saqué un legging negro de hiking que me había regalado mi hermana hace no mucho, así como la camiseta que iba a conjunto con el. En los pies me coloqué uno de los muchos pares de zapatillas Nike que conformaban mi armario antes de meterme en el baño y peinar los cuatro pelos descolocados a causa del sofá.

Espurna - Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora