Espurna - Alexia Putellas

Capitulo 8

Con los nervios propios de la incertidumbre, me levanté de la cama aquella mañana de sábado. Mucho mas pronto de lo que acostumbraría a hacer en un fin de semana donde no tengo nada que hacer.

Las 6:30 de la mañana de un sábado y yo ya estaba de pie; parada delante de mi armario decidiendo que es lo que me iba a poner y a preparar para la bolsa que me había dicho Laura que preparase.

Era octubre por lo que las temperaturas no estaban muy a favor de que lo que llevara puesto fuera de manga corta, por lo que esta parte del armario la obvie.

Algo menos.

Si algo tenia entre mis prendas de ropa eran jerseys, de todas las clase y colores por lo que aunque hubiera limitado el armario; aun tenia mucho por donde elegir.

Tras un poco de rompe cabezas acabé decidiéndome por un jersey fino de color blanco, unos pantalones azules claros, las Dc Martes negras clásicas que me regalo mi hermana por mi cumpleaños pasado y  de chaqueta me llevaría una de cuero con forro de borreguito.

Algo desenfadado pero cómodo y relativamente elegante comparado al estilo con el que suelo ir vestida día a día.

A las 7 ya me encontraba en mi cocina, tomándome mi ya mas que acostumbrado batido de proteínas de por las mañanas junto a los suplemento vitamínicos que nos había mandado la nutricionista del club; no eran nada exagerado, simplemente un suplemento de cara a que las mujeres somos mas propensas a descompensaciones de alguna que otra vitamina gracias a nuestros periodos.

"¿Estas que no puedes de los nervios verdad?"

"Buenos días tati. Yo estoy bien, ¿Y tu? ¿Si? Mira que puede ser travieso Virutas eh. Eso te pasa por mimarlo tanto de cachorrito."

"Si lo se no te llamo cascarrabias" se quejó mi hermana.

"No me importa que me llames, pero saluda tía."

"Vale, me lo apunto." dijo antes de hacer una pausa "Buenos días tati, ¿Cómo estas?"

"Tu misma lo has dicho, nerviosa. Pero de esa clase de nervios que es buena ¿sabes?" 

"Si. Yo estaba así al principio con Judith y eso que la que pidió la cita fui yo a ella y no al revés" me confesó mi hermana "Pero no te preocupes, tengo un buen presentimiento de esto."

"¿Si?"

"Si tati, hay algo que me dice que todo va a salir bien y esta vez por mucho mucho tiempo."

Si algo era mi hermana era intuitiva, lo había sido desde bien pequeña.  Desde siempre había tenido una especie de pálpitos con la gente y en muy rara ocasión se equivocaba.

"¿Entonces no sabes nada de lo que vais a hacer?"

"Ni idea, la única información que me dio fue que me pusiera ropa cómoda y que me llevase ropa de cambio porque Oddie venia con nosotras y como es un bebe todavía, cabía la posibilidad de que nos manchase jugando."

"¿Que te has puesto?" preguntó.

"Espera que cambio a videollamada y así lo ves."

"Vale, pero no te prometo estar con mis mejores galas." me advirtió mi hermana.