Espurna - Alexia Putellas

Capitulo 14

En cuanto llegamos a Mollet fui guiando a Laura por las calles del que había sido mi hogar durante mucho tiempo, era algo que por muy lejos que me fuera no olvidaría.

Nada más entrar en la calle mi madre dijo que la dejáramos en el portal; que no se fiaba de que mi hermana no la hubiera liado con el horno y prefería subir a comprobarlo.

Si soy sincera yo también habría hecho lo mismo. Amo a mi hermana con todo lo que tengo pero hay veces que por muchos 27 años que tenga sigo viéndola como una niña  que necesita supervisión.

"La calle está llena" indicó mi chica cuando recorríamos todo sin encontrar un hueco para aparcar.

"Es normal aquí, la de detrás suele tener más hueco." Respondí "La que viene ahora no, que es contra dirección, tienes que coger la siguiente a la derecha." Expliqué.

"Con este GPS no me importa un viaje de 18 horas." Dijo Laura divertida mientras dejaba un apretón sobre mi muslo.

"Yo encantada ya lo sabes, pero me dejas conducir también" respondí "¿De qué has hablado con mi madre?"

"Ya tardabas" dijo antes de reírse "Pues de cosas nuestras; de suegra y nuera."

"Laura ..."

"De nada preocupante de verdad, simplemente me ha preguntado cómo he llegado a ser bombero y alguna que otra cosa más."

"Esa cosa más soy yo ¿no?"

"Alexia cielo, es tu madre. Es normal que quiera conocer a la persona con la que está compartiendo sus días su hija en la actualidad." Respondió antes de marcar con el intermitente el hueco libre antes de empezar a hacer maniobras "Simplemente me ha hecho prometerle que te trataré como te mereces."

"Eso lo llevas haciendo desde el primer día." Respondí mientras el motor del coche era apagado y los cinturones se soltaban; aprovechando ese momento para girarme en mi asiento y mirarla directamente "¿Te ha molestado la encerrona?"

"¿Qué encerrona mi vida?" Dijo mientras sus manos se entrelazaban con las mías sobre la consola central del coche "He sido yo la que ha decidido venir a verte, he sido ya la que te ha dado la sorpresa y he sido yo la que ha tenido la suerte de conocer a la mujer que ha educado y criado a tan magnífica mujer. Nunca pienses que conocer tu mundo es una molestia para mí; porque tú te has convertido en mi mundo desde hace bastante tiempo ya."

Descolocada; completa y absolutamente descolocada.

Las palabras parecían haberse quedado atascadas en algún punto de mi garganta así que hice lo único que fui capaz de hacer; besarla.

Mis manos encontraron su lugar en su cuello; intentando acercarla a mi todo lo que el espacio que nos daban los asientos nos permitía.

"Ey; no me llores mi amor" pidió suavemente cuando nos separamos, retirando la pequeña lágrima rebelde que corría por mi mejilla.

"Te quiero."

"Te quiero" respondió antes de unir sus labios con los míos en un beso que, aunque parecido a los anteriores; tenia un tinte distinto.

Otro sabor. Otro sentimiento.

"No sabes lo mucho que te quiero Alexia Putellas, no eres capaz de hacerte una idea" confesó con su frente pegada a la mía; provocando que mi corazón latiese desbocado, incluso pareciendo que se me iba a salir del pecho.

Salimos del coche con otra actitud, nuestros cuerpos parecían tener imanes y no eran capaces de separarse el uno del otro.

Abrí la puerta con mis propias llaves, algo que venía perfecto dado el jaleo que se escuchaba dentro.