Estaba jadeando mientras era arrastrado por los pasadizos del castillo, Aemond le habia puesto una capa con capucha sobre el camisón y lo tomaba de la mano guiandolo.
-Aemond-
Sentía el calor debilitarle las piernas con cada paso le ardia del cuerpo, y lo peor todo era el agarre sobre su muñeca que quemaba.Aemond por su parte sostenia de una mano al castaño y con la otra llevaba la antorcha, ignoraba cualquier queja del omega, podia sentir el fuerte aroma dulce picarle la nariz, su lobo comenzaba a reaccionar y con ellos las ganas de embestirlo sobre alguna de las paredes polvosas.
Pero debía mantener la cabeza fria Lucerys debia conocer el terror de lo ajeno, lo arrastraria al infierno hasta conocer el pecado de sus acciones.
Salieron de la Fortaleza, podia oir los respiros pesados del castaño, sus uñas enterrandose sobre su piel y sobre todo el intenso aroma llenarle los pulmones .
-¿Donde........vamos.........Aemond?-
El omega seguia poniendo resistencia, caminaban por los callejones, volteaba a sus alrededor y solo podia oir el molesto ruido del exterior, las voces de las personas le martillaba la cabeza, los aromas entraban a sus nariz y le generaban unas terribles náuseas, las de Aemond apenas eran distingibles.Sentia miedo, estaba conociendo el mundo fuera del castillo por primera vez, y no en su mejor condicion.
Al pasar por las calles su aroma se quedaba en el aire logrando que varios alfas lo voltearan a ver, Aemond les gruñía cuando apenas y volteban a verlo, con paso rápido se alejaban cada vez mas.
Fue cuando su nariz comenzó a picar que entendió a donde se dirigian. Lucerys reaccionó conforme se escabullían por los diferentes burdeles, pasaban la calle de la seda y se adentraban aun más profundo.
Una mezcla de olores, los embriago a ambos, pero el mas afectado era el omega, el celo estaba en la cúspide, su mente afectada y lo peor de todo indenfenso. Cruzaron por una calle estrecha y finalmente llegaron, lo habia traído a una "zona de calores"
Aemond lo jalo alfrente y lo llevo al centro, ya se podia obsevar omegas y alfas cogiendo, la orgia masiva era obvia, con las feromonas iba a ser un recuerdo, lo solto y se alejo. Luke solo temía al ver como el alfa se iba y desaparecia en la oscuridad.
Sintió una mano quitarle la capucha, luego otra acariciarle la mejilla, un aroma amargo lo inundó, lo sintió recorrerle la pierna y despues llegar a su cadera, alzarle el camisón y finalmente desnudarlo.
Antes de reconocer a la cabellera rubia, un tirón en su cabeza le hizo cerrar los ojos con fuerza, su corazón se acelero, y el oxigeno dejo de llegar a sus pulmones, sintió un fuerte golpe en la cabeza y de ahi se perdió en la nada
Alicent estaba furiosa, ya iban dos días sin noticias del omega, las niñas preguntaban por el, ella sabía que el omega estaba en celo, tenía un control de los tiempos de calor de Lucerys a sugerencia de los maestres, y que no apareciera le preocupaba, aparte ambas niñas notaban que Aemond no convivia tanto con ellas a diferencia del castaño, haciendo que sus llantos resonaran por todo el castillo.
Con paso rápido llego a la habitación de su hijo, abrió las puertas sin ser anunciada, los guardias se quedaron en su lugar.
-¿Donde esta?, Aemond-
La imagen ante ella interrumpió sus ganas de abalanzarse contra su hijo y exigirle una respuesta; Daemon lo tenía aprisionado contra la pared, sostenia su espada amenazando el único ojo del alfa.
Al notar a Alicent la giro y guardo, tomó una copa, se sirvió vino y se sentó en una de las sillas de la habitación.
-Vaya, la puta de mi hermano se preocupa por mi cachorro, cierra la puerta para que interroguemos juntos a tu hijo-
La beta obedeció, cerró ambas puertas y permaneció parada al otro extremo de la habitación, tanto ella como el gamma miraban a Aemond.
-¿Dónde está Lucerys?-
Aemond se separo con molestia de la pared, sonrio ante la calmada pregunta de su tío, como si anteriormente no deseaba sacarle el ojo.
-¿Por qué lo sabria yo, tío?-
-Porque te vieron arrastrarlo fuera de la Fortaleza para llevarlo a la ciudad-
Ahora era su madre quien hablaba, tenía los brazos cruzados y lo miraba fijamente.
-¿Sabías que esta en celo?-
Aemond dejó de verla, su mirada ahora estaba en el piso, el gamma en cambio seguía en la silla, su mano estaba apretando con fuerza la copa, y sus feromonas se volvían intensas.
-Sí-
Daemon se paro con fuerza de la silla, aventó la copa a un lado y se abalanzó contra el alfa, lo tomo por el cuello y lo tiro al piso.
-¡¿Dónde esta?!-
-Si lo matas no lo sabremos, suéltalo, deja que hable con el-
El gamma la miro, vio en su mirada cierto brillo, observaba con odio a su hijo; soltó al alfa y retrocedió con cautela.
-A solas-
Se dirigió a la salida.-Cuando pases por la puerta espero saber el paradero de Lucerys-
Sin más el gamma salió de la habitación; Alicent miró a su hijo en el suelo, se tallaba el cuello, la beta camino hasta el y se agacho a su altura, lo tomo de las mejillas para obtener su atencion.
-Tu también estas preocupado por su paradero-
El alfa la miro.-Se nota cada que alguien lo nombra, vas a decirnos a donde lo llevaste y donde posiblemente puede estar, iniciaremos una discreta búsqueda-
Aemond se levantó y se libero del apretón sobre su rostro, camino hasta la silla donde Daemon se había sentado, se tiro en ella, Alicent se arrodillo hasta el, con cariño le tomó la mano.
-Aemond, porfavor-
Hecho la cabeza para atrás y evito cualquier contacto visual con su madre.
-Lo lleve a una "zona de calores"-
-¡¿Que hiciste que?!-
Una zona de calores, es donde omegasy alfas en celo se reúnen para pasarlo juntos, regularmente son demostraciones a aire libre en donde cualquiera puede participar, pero lo mas horrible es que la mayoría de los omegas son forzados a estar, Lucerys debió ser uno de ellos.
-Solo....yo...iba....no se iba a quedar ahí, después de un rato iba a regresar por el, solo quería que tuviera una ducha fuerte de feromonas-
Alicent se paro, camino y palpo el hombro de su hijo.
-Una vez que regrese hablaremos-
Salió con paso decidido, Daemon estaba en el pasillo con dos Guardias recargado sobre la pared.
-Buquen en Casas de placer, tabernas y casas de alojamiento por la ciudad, mantengan el asunto en secreto y sean lo mas discretos posibles-
Ambos guardias asintieron y continuaron su camino, el peliplateado la miro con cautela.
-Yo me encargaré de el-
-¿Lo vas a reprender como la buena madre que eres?-
Se separo de la pared y se acerco a la beta, desenvaino su espada y la clavo en lo pies de ella.
-No me importa perder mi vida si acabo con la de tu hijo--No llegarias a eso, pudiste hacerlo antes y solo te volviste su aliado-
-Eso era antes de las gemelas, pueden vivir sin padre-
-Enfocate en Lucerys antes de cometer un impulso Daemon, piensa en Rhaenyra-
Alicient camino hasta el cuarto de las niñas, sabia lo que era perder a su madre no deseaba eso para ellas, haria lo que fuera para encontrar al omega.
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Love and Dynasty
AcakUna dinastía regida por por diferentes tipos de amor, un consuelo único, una cadena consensuada y ante todo dos dragones que se pertenecen. Un matrimonio arreglado entre el Rey Aemond y el príncipe Lucerys, alfa y omega con deseos diferentes.