Despertó al lado del alfa, extrañaba tanto el calor que uno le proporicionaba, aunque Aemond fuera cruel su lobo lo anhelaba, pero Cregan era diferente, satisfacia a su lobo y le proporcionaba el cariño y afecto que su bebe necesitaba.
Nyra y Senya siempre sentían a Aemond cerca, inclusive pateaban cuando lo oían pero su nuevo cachorro era cauteloso, muy tranquilo y timido, es como si no hubiera un cachorro en su vientre, tal vez las circunstancias lo llevaron a ser asi.
Aun recuerda el dia en que despertó del celo, lo primero que hizo fue vomitar el suelo, cuando recobro la compostura se encontró en una cama de seda rodeado de varias señoritas.
-"Tranquilo su majestad, esta a salvo aqui"- Fue la primera cosa que ella le dijo.
-¿Dónde estoy? ¿Mis niñas saben si están bien?- Intento levantarse pero sintió como si le desgarraran la espalda.
Quien le habia hablado se acerco a el y lo habia empujado para que se recostara de nuevo. -Es mejor que se quede aqui por una tiempo, cuando este mas calmado habláremos-
Vio que con una mirada despidió a todas las jóvenes, tomo un recipiente y se lo acerco.- Tome, debe comer algo su cuerpo esta muy débil-
Lucerys obedeció con gusto, al parecer era un estofado, debia agradecer la comida, observando el lugar podia imaginarse que se trataba de un prostíbulo.
Despues de comer entendió que no podia hacer nada, tenia dolor, mucho dolor en el cuerpo, las nauseas seguían y sobre todo se sentia sucio y herido, imaginaba por lo que habido pasado y agradecía el no recordar nada.
Tras dormir un poco mas y estar mas tranquilo decidio mandar a llamar a la que parecía ser la dueña de aqui.
Ella llego con un vestido blanco hermoso y esa mirada cálida que le dio desde el principio.-Me llamo Mysaria su majestad, y respondere a todas las preguntas que tenga-
Al parecer Mysaria y varias damas de ahí se encargaban de ayudar a los omegas obligados en las zonas de calores; lo vieron a el en una esquina de una casa y ella de inmediato lo reconoció, lo trajeron a su establecimiento y lo atendieron, ella no quiso hablar de la condicion en la que lo encontraron, sin embargo, se lo imagino, el camisón de la esquina de la cama era suyo, estaba manchado de sangre en la parte baja.
Llevaba una semana ahí, le dieron hierbas y tes para dormirlo y controlar su celo, Mysaria se alegra de a verlo encontrado a unas pocas horas de que comenzó, temia si hubiesen llegado tarde.
-¿Sabe algo de mis hijas?-
Lucerys se apretó el vientre por instinto.-No se ha anunciado nada, sin embargo, mis oídos dicen que la reina Alicent junto con el principe Daemon ordenaron su busqueda en casas de placer y tabernas-
-¿Por qué no me han encontrado aquí?-
-¿Eso es lo que usted desea?-
El omega se lo medito y ella lo noto.-¿Cómo es posible que un omega, en este caso el rey consorte saliera del castillo en pleno celo por voluntad propia y llegase a una zona de calores? No lo iba a entregar a las personas que le hicieron esto, ningún omega se merece eso, su majestad-
-Gracias Mysaria, tengo una deuda con ustedes, dime como podre pagarla-
-Podemos hablar de eso luego mi rey, por el momento debe descansar-
Paso varios dias ahí, todas eran muy amables y maravillosas, la mayoria de ellas eran omegas como el, unas cuantas eran betas y solo habia 3 alfas, todas eran mujeres al parecer, solían traerle libros para que se entretuviera o algunas le hacian compañia mientras bordaban.

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Love and Dynasty
RandomUna dinastía regida por diferentes tipos de amor, un consuelo único, una cadena consensuada y ante todo dos dragones que se pertenecen. Un matrimonio arreglado entre el Rey Aemond y el príncipe Lucerys, alfa y omega con deseos diferentes.