VI

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En el parto Aemond estuvo presenté, evito estar cerca del omega por lo que solo se quedo en un rincón observando a maestres y parteras ayudar con el nacimiento de los bebes. El ver a Lucerys sudando y luchando con todas sus fuerzas era algo que le fascinaba, ver a ese omega determinado, definitivamente pondría mas cachorros en el.

Al oír ambos llantos su vista se alzo y vio una de las imagenes mas memorables que su mente guardara, un Lucerys con la sonrisa mas bella recibiendo en ambos brazos a dos bebes que estiraban sus manitas hacia al omega.

Se acerco hacia a ellos y con cuidado tomo a una de las bebes, Lucerys tenia su mirada puesta en el, como si temiera que le fuera a hacer algo, sin embargo Aemond ignoro aquello y poso su vista en la vida que estaba en sus brazos, era una bebe hermosa, miro al omega y le agredecío con la cabeza, eran herederos dignos Targaryen.

-Mi principe, su majestad desea que ambas bebes sean llevadas con ella-
Lucerys miro con enojo a Aemond.

-No, si su majestad desea ver a las bebes, puede venir ella-

Aemond era el que habia hablado, no entendia porque Alicient deseaba mandar a traer a sus hijas, notaba el olor y el brillo en los ojos de su omega, si el siendo el padre lo habia amenazado cuando cargo a una de ellas, lo mas seguro esque las seguiría a donde ellas fueran, y en su estado no deseaba perder al único omega que le daría hijos.

Alicient sonrío al oír las exigencias de su hijo, temía por sus nietos si no llegaban a aparecerse a Aemond pero al parecer el alfa estaba complacido.

Camino por los pasillos con alegría, hasta llegar a la familia, al entrar encontró una pequeña reunión para ver a las bebes.

En uno de las grandes sillones estaba Lucerys, con la sonrisa mas hermosa cargando a sus dos bebes, mientras Sr Corlys veía con amor a los tres, Daemon estaba acariciandole la cabeza a una de las niñas y luego estaba Aemond, parecía una sombra posicionado atrás de Lucerys, tenía una mano recargada en el hombro del omega, y su vista estaba sobre los dos alfa.

Alicient estaba feliz, lo alfas solían ser mas protectores con sus omegas al tener cacharros e igual con los bebes, se acerco a ellos y le sonrío a ambos, felicitandolos.

El reino festejo junto al matrimonio el nacimiento de sus mellizas, ni un año de matrimonio habia pasado cuando ambas bebes nacieron, nombradas por Lucerys, Nyra y Senya Targaryen.

Los maestres estaban complacidos ya que por el peso y altura que habían presentado lo mas probable es que se manifestarán como alfas.

Lucerys era el mas feliz de todos, cuando se entero de su embarazó tenía miedo, no queria sufrir ni acabar como su madre, pero las niñas fueron buenas con el, no padeció de molestias y Aemond parecía cuidarlo con el propósito "de prometer un heredero para su reinado".

En la intimidad diaria fue un salvaje mientras que en los celos era un alfa cuidadoso, lo que hacía al omega confundirse respecto a su relación, con cada trató agradable caía mas y el ver al alfa con sus hijas era algo que solía adorar.
Lucerys era quien mayor tiempo pasaba con ellas, mientras que Aemond solía arrullarlas y arroparlas en la noche.

Todas las noches la pasaban juntos por petición del alfa, otro bebé en el vientre de Lucerys era su objetivo.
Pero a un año del nacimiento de las bebés el omega seguía sin presentar sintomas o signos, que era algo que a el  le importaba en los mas minimo, disfrutaba de sus hijas y de sus vistas a Winterfell, antes de terminar la gestación cancelo su último viaje al norte, por la seguridad de las bebes y tras 5 meses de a ver nacido iba a ir.

Al llegar fue de lo más feliz Cregan le habia dado obsequios para amabas y lo habia elogiado por su labor haciendo que su estadía fuera de lo mas agradable, invito al alfa a celebrar con el, el primer año de vida de ambas.

Love and DynastyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora