𝗥oses ── ˙🌷 ̟!! 𝗪yatt 𝗟ykensen

ִֶָ ࣪˖ ִֶ𝐅ive

7 years ago.

Una niña de aproximadamente 10 años estaba corriendo por la casa de su abuela, corría con su nuevo gorro de color rojo que recientemente ésta le había tejido. La niña estaba muy feliz y jugaba entre los árboles con él.

Su abuela vivía en la división de Ciudad Zombie y Seabrook, su casa se encontraba algo escondida ya que no se podía ver a simple vista, era la más aislada dentro de todo Seabrook, había un montón de árboles, plantas y flores a su alrededor lo que daba a entender que estaba cerca o en los alrededores del bosque prohibido. La gente no se acercaba por miedo ya que tenían rumores de que la persona que vivía ahí era una criatura mágica, alguna bruja o estaba infestada de entidades fantasmales. Simplemente se trataba de la abuela de una niña con 2 pares de mechones blancos bajo su cabellera castaña, nada visibles a simple vista.

Oh, la madre de ____ dejaba que ella fuera a casa de su abuela todos los sábados desde la mañana y la recogía en la noche, ésta vez ella se quedaría a dormir debido a que su madre debía ir a trabajar hasta la madrugada. ¿Un poco extraño de su parte, no?

— ¡____, entra a la casa, pronto se hará de noche!

— ¡Ya voy, abuela! — Gritó mientras se bajaba de la rama de un árbol.

— Dios, que niña tan traviesa. — La abuela rió y revolvió el cabello de la niña antes de que ésta entrara a la casa y ella pudiera cerrar la puerta. — Serviré la cena y luego te irás a dormir, ¿Entendido?

— Si abuelita.

Ambas cenaron, la abuela platicaba de algunas cosas con la niña, nada serio pues bromeaban mucho juntas, era un ambiente cálido y cómodo entre ambas. Una vez ambas terminaron la abuela lavó los trastes y ____ se empezó a preparar para dormir, se lavó los dientes y luego se puso su pijama, se hizo dos trenzas para poder dormir y bajó las escaleras para poder avisarle a su abuela.

— Ya estoy lista. — Habló desde la puerta de la cocina.

— Sube, pronto te seguiré.

La niña le hizo caso, su abuela no tardó en subir, la arropó y le dió un beso de buenas noches antes de apagar las luces y bajar nuevamente a terminar algunas cosas.

La noche pasaba lento, a pesar de estar lo suficientemente cómoda y haberse quedado antes a dormir había algo que no le dejaba dormir, cualquier mínimo ruido la despertaba cuando lograba agarrar el sueño, así sucedió hasta que dieron la una de la mañana en donde decidió pasear alrededor de la casa un rato para cansarse y regresar a dormir. La niña se puso sus zapatos y un abrigo sobre la pijama antes de bajar.

Al salir de la casa, la niña curiosa vió pasar un animal rápido, en lugar de asustarse decidió averiguar que era, bien dicen "la curiosidad mató al gato." Al ir al lugar donde supuestamente estaba el animal se decepcionó al no ver más que ramas y hojas, más su susto fué mucho al sentir como alguien le tocaba el hombro, por instinto tirando un golpe a quien sea.