El Cielo

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Gran Torino estaba observando con una mirada que no admitía tonterías mientras  veia a izuku se preparaba para irse. Justo cuando Izuku estaba por salir de la casa, el viejo héroe alzó una mano, deteniéndolo en seco.

Gran Torino: Desactiva eso, chico. No te servirá de nada mantenerlo activo todo el tiempo -{dijo con firmeza}-.

Izuku intentó disimular, rascándose la nuca con una sonrisa nerviosa, haciendo como si no entendiera a qué se refería. Sin embargo, la mirada penetrante de Gran Torino no dejó lugar a dudas.

Gran Torino: No te hagas el tonto, Midoriya. Si sigues usando Full Cowling sin descanso, vas a destrozar tu cuerpo. Relájate y desactívalo -{gruñó}-.

Izuku: Ah... sí, claro... -{murmuró con un poco de vergüenza mientras desactivaba el Full Cowling}-. Gracias, Gran Torino -{dijo más tranquilo}-.

Gran Torino simplemente asintió, cruzando los brazos con un gesto severo, aunque en el fondo parecía satisfecho con el progreso del chico. Izuku respiró profundamente antes de dar media vuelta y salir de la casa. Mientras caminaba por la calle, sus pensamientos giraban en torno al entrenamiento. Sabía que aún tenía mucho por aprender, pero también entendía que la paciencia y el control eran partes esenciales del dominio del One For All.

Mientras avanzaba, su mirada se perdió en la calle y no tardó en notar a alguien familiar caminando en su dirección. Era Maki. Izuku tragó saliva y su primer instinto fue girarse y alejarse antes de que lo viera. Recordó el abrazo que ella le había dado la última vez y su corazón comenzó a latir más rápido.

Izuku: "¿Por qué justo ahora?" -{pensó mientras sentía su cara enrojecerse levemente}-.

Antes de que pudiera escapar, Maki lo reconoció y se acercó a él con una sonrisa amistosa.

Maki: ¡Izuku! -{lo saludó, levantando una mano para llamar la antecion del peliverde}-.

Izuku: Eh... H-Hola, Maki... -{respondió con un tono nervioso y torpe, casi tartamudeando}-.

Maki levantó una ceja, notando algo extraño en el tono de voz del peliverde.

Maki: ¿Estás bien? Suenas un poco raro -{dijo, inclinando la cabeza ligeramente mientras lo observaba con curiosidad}-.

Izuku dudó por un momento, pero finalmente soltó un suspiro.

Izuku: Bueno, es solo que... no pude entrenar como quería hoy, y me siento un poco aburrido -{admitió, dejando caer sus hombros con cansancio}-.

Maki lo miró por un segundo y luego una chispa apareció en sus ojos. Decidió que era momento de devolverle el favor por la ayuda que Izuku le había dado anteriormente.

Maki: ¡Entonces ven a mi casa! Mi madre no está, y podemos pasar un rato viendo algo o haciendo lo que quieras -{dijo con una sonrisa}-.

Izuku: ¿Q-qué? ¡A tu casa! Yo no, digo sí, bueno, pero... ¡no es eso! -{se atragantó con sus palabras, moviendo las manos torpemente mientras intentaba recuperar la compostura}-.

Maki rió ligeramente al ver cómo Izuku luchaba por articular una respuesta coherente.

Maki: Relájate, solo será una tarde tranquila. Vamos, no acepto un no como respuesta -{insistió con una sonrisa amable}-.

Izuku: Eh... bueno... está bien -{dijo finalmente, con las mejillas rojas y rascándose la cabeza, tratando de evitar el contacto visual}-.

Al llegar a la casa de Maki, ella lo guió hacia el interior y le ofreció un lugar cómodo para sentarse.

Maki: Mi mamá no llega hasta más tarde, así que tenemos la casa para nosotros. ¿Qué te parece si vemos una película? -{sugirió mientras se dirigía hacia el sofá}-.

Doble vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora