Capitulo 5

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Cuando Angrod mencionó a su hijo Argad, un joven de porte decidido apareció en la entrada de la casa. Tenía el cabello oscuro y un aire de confianza que me hizo sentir un poco incómoda. No estaba acostumbrada a que la gente me mirara con ojos de inferioridad, y su presencia, aunque amistosa, parecía un desafío.

—Soy Argad —dijo, acercándose con una sonrisa que intentaba ser amigable—. Princesa, Kylian. He estado escuchando sobre la situación de los dragones. Estoy listo para ayudar en lo que necesiten.

—Gracias, Argad —le respondí, pero no pude evitar que mi tono revelara un trasfondo de desdén. No se trataba solo de salvar a los dragones; era mi oportunidad para demostrar que tenía la capacidad de liderar, y no iba a permitir que un recién llegado me robara el protagonismo.

Kylian asintió, pero su expresión seguía siendo seria, como si evaluara cada palabra. Su escepticismo era palpable.

—Entonces, tenemos que dirigirnos hacia el río. Necesitamos recolectar muestras de agua y averiguar qué sabemos hasta ahora sobre el veneno —dijo Kylian, su tono distante y autoritario irritándome aún más.

Argad frunció el ceño. —No creo que sea tan fácil. Debemos hacerlo con cuidado; los dragones pueden ser impredecibles.

Mi paciencia se estaba agotando. —¿Acaso piensas que no puedo manejarme? —repliqué, sintiendo la irritación crecer en mí. Era una afirmación que desafiaba tanto mi autoridad como mis capacidades.

—No se trata de eso, Selene —intervino Angrod, tratando de mediar—. Es solo que el concejo necesita ver que estamos trabajando juntos, y eso implica que alguien del pueblo, como Argad, esté presente.

Kylian frunció el ceño. —No creo que debamos arriesgarnos a que los concejeros se enteren de la ubicación de Selene. Si ellos saben que está involucrada, podríamos tener problemas.

Kylian respiró hondo, tratando de calmarse. —Está bien, pero si vamos a hacer esto, Selene, debes ser cuidadosa. No podemos permitir que los concejeros sospechen de tu presencia.

—Entendido —respondí, con un tono que no dejaba lugar a dudas. Estaba decidida a demostrar que no era una simple figura decorativa. Era el momento de demostrar mi valía.

Argad sonrió, reconociendo mi determinación. —Perfecto. Entonces, trabajemos en equipo, y hagamos esto sin atraer la atención de nadie.

Kylian observó a Argad con desconfianza. —¿Y por qué deberíamos aceptar su ayuda? ¿Qué puede aportar un simple sanador?

Argad, sin titubear, respondió con firmeza: —Porque tengo conocimiento en medicina y he pasado años estudiando los efectos de las toxinas, incluidas las que afectan a los dragones. Necesitamos hacerlo de la manera correcta para no alertar a las criaturas ni poner en peligro a nadie.

Su respuesta hizo eco en la sala, pero no podía dejar que esto se convirtiera en una batalla de egos. Una chispa de desafío encendió mi espíritu. Era el momento de reafirmar mi posición.

—Está bien —dije, volviendo mi mirada hacia Kylian—. Necesitamos su ayuda. Pero que quede claro, Argad, esta no es tu misión; estoy yo al mando. Si realmente deseas acompañarnos, deberás seguir mis órdenes.

La tensión se palpó en el aire. Argad me miró con sorpresa, pero rápidamente recuperó la compostura.

—Entendido, princesa.

Kylian cruzó los brazos, observándonos con cautela. —Si vamos a hacer esto, que sea con un objetivo claro. Y Selene, definitivamente no estás a cargo, eres una mimada tocando el césped por primera vez, no arriesgaré mi cabeza solo para que tengas la sensación de poder, yo estoy a cargo. Esta misión saldrá bien siempre y cuando entendamos nuestros roles.

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⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

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