06. Él

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Lake

Mi mente estaba en las nubes, tanto porque pensaba en que no sabía dónde me encontraba y porque tenía sentimientos encontrados alrededor de la figura de Nollan.

Era un hombre hermético, no me había contado mucho esa noche en la que nos quedamos hablando en mi habitación, solo se limitaba a decir datos generales de su vida, lo superficial.

No era como que quisiera saber mucho sobre él, solo que tal vez necesitaría información más adelante por si llegaba a pasar algo. Ese estrés recorría mi mente debido al hecho de que me contaba cosas que no concordaban con lo que pasaba en el mundo exterior, me hablaba de cosas que nunca habían sucedido, pero lo decía con una seguridad...

No entendía nada, me confundía y no tenía la valentía de preguntarle o de escarbar más en las hipótesis que tenía; solo esperaba que no fuera un secuestrador tratando de envolverme en una mentira peligrosa.

Lo que me perturbaba más era que me atraía. Sus ojos negros como la noche hacían que me perdiera dentro de ellos, su nariz recta y puntiaguda, su sonrisa que me hipnotizaba tan solo al verla y su aroma... era extraño, pero olía bien... parecía ser perfecto. Sería perfecto si no fuera por los misterios que lo rodeaban.

Era un hombre pálido, con cejas finas al igual que sus labios, de aproximadamente 1.80 de estatura, y un excelente sentido de la moda, cada prenda se ajustaba a su cuerpo como si hubiera sido hecha a la medida. Su cabello era todo un tema: castaño oscuro, y peinado para que se viera lacio y arreglado, aunque podía percibir que en realidad era ondulado.

Aunque era atractivo, no debía gustarme, sería una distracción para el verdadero objetivo que era volver a casa lo antes posible. No podía perder el tiempo en cosas que no importaban.

Mi tobillo estaba mejorando bastante rápido, tanto que ya podía caminar y era raro, ningún medicamento podía hacer eso, no a tal velocidad. Todo en ese mundo me volaba la cabeza, hasta la comida tenía un sabor distinto, menos artificial que lo que comía en Might.

Eran aproximadamente las ocho de la mañana y en ese momento me encontraba rehabilitándome con un fisioterapeuta que Nollan había contratado con anterioridad, al parecer se conocían desde hace tiempo.

También estaba ahí Nollan, algo irónico recordando que en un principio ni presentarse a recibir mis agradecimientos quería.

No compartía muchas palabras, pero cuando lo hacía era muy atento y carismático, parecía que se quedaba pensando mucho tiempo lo que diría, tal vez era producto de no haberse relacionado por mucho tiempo con personas que no fueran Charles o algún conocido.

Me había contado que no salía para nada, ni siquiera para hacer la compra, pero no sabía porqué, ya después le preguntaría cuál era la razón.

– Señorita, ya hemos terminado – Dijo el fisioterapeuta.

– Gracias

Le dediqué una sonrisa y este la devolvió, después se fue a platicar un rato con Nollan, que estaba sentado, con los brazos cruzados, en una silla a un lado de la puerta.

Luego de unos minutos, el terapeuta se fue y Nollan se acercó a la cama, en donde yo me encontraba sentada mirando a la nada.

– Lake, te quiero preguntar algo – Mencionó con un tono seguro, pero no intimidante, más bien su voz fue suave.

– Dime

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