Después de dos clases más llegó la hora del almuerzo y tenía que ir a la cafetería, como ya les comenté una vez, antes nunca venía a la cafetería ya que odiaba almorzar rodeada de personas, aunque podía bien sentarme en una mesa apartada, pero aún así nunca lo hacía. Ahora que Chandler llegó todo cambió de una forma que hasta yo misma me sorprendo.
Regresando a la realidad. Tomé mis cosas y me apresuré a ir a guardarlas en mi casillero para así ir a la cafetería donde seguro que el estúpido chico molesto me esperaba. En cierto modo, y por alguna razón desconocida, sentía un algo en el estómago que me molestaba cada vez que se me venía a la cabeza Chandler esperándome en la cafetería sonriendo.
Suspiré y luego de guardar mis cosas en el casillero, lo cerré y comencé a caminar hacia la cafetería. Pasé por los pasillos apretando con mis manos la manga de mi abrigo. Nervios era lo sentía. Cuando estaba casi llegando a la entrada de la cafetería, paré en seco cuando mi vista fue al frente. Sentí algo martillear en el lado izquierdo de mi pecho, el aire pesaba y era como si tuviera una cosa atascada en la boca del estómago. Me quedé parada ahí como una estúpida.
¿Quién es ella? Nunca antes la había visto por aquí. Observé como la chica desconocida iba prendida por el brazo del chico molesto mientras conversaban animadamente sin notar, al parecer, mi estúpida presencia ahí, hasta que Chandler pareció sentir que lo miraba porque me volteó a ver. Le dijo algo a la chica que iba con él y luego se acercó a mí.-Hola-murmuró cuando ya estaba frente a mí.
-¿Ella...?-no quise seguir. Lo vi asentir y sentí un horrible dolor que desconocía.
-Sí, su nombre es Hana, era, bueno, es mi novia desde que vivía en Atlanta-suspiró-. Se mudó hace dos días y se inscribió ayer a esta escuela. Le estaba mostrando la escuela-murmuró.
Asentí porque no sabía que decir. Miré a la chica rubia que se encontraba en la entrada de la cafetería esperándolo pacientemente. Ella no parecía ser el tipo de chica superficial y hueca que había de puñados en esta escuela. Por lo contrario, parecía ser amable e inteligente y de alguna forma, sin saber porqué, me sentí invisible. Volví mi atención a Chandler y tragando saliva forcé una sonrisa ladeada mientras me cruzaba de brazos.
-Nunca creí que alguien te podría soportar estúpido chico molesto, pobre chica-reí intentando no mirarlo directamente a los ojos.
-______ yo...-intentó hablar pero lo interrumpí.
-Ve, ella te está esperando..
-Pero ¿y tu?-preguntó sin dejar de mirarme.
-Yo enseguida voy, primero necesito ir al baño, no pude ir en clases-mentí mientras me alejaba antes de que él diga algo, escuché como la chica aquella le preguntaba quién era y como el le respondía que era su amiga. Volteé sólo un momento y los vi entrar a la cafetería de la misma forma que vinieron.
Llegué al baño de chicas y entré cerrando la puerta y parándome frente al rectangular espejo que estaba encima del lavamanos. Miré mi inútil reflejo y pareció burlarse de mi al soltar las lágrimas que se acumularon en mis ojos cuando venía para acá. Si quiera sabía porqué lloraba, sólo sabía que tenía unas ganas inmensas de hacerlo. Y luego de que algunas lágrimas bajaran lentamente mojando mis mejillas, los sollozos que cortaban mi respiración aparecieron. Tenía ganas de gritar, de llorar fuerte y no de cubrir mi boca para que no se escuche, así no me sentía aliviada, es más, era peor porque el peso que sentía en mi pecho no se iba. Al ver nuevamente mi reflejo sentí ganas de romper el espejo con mi puño, pero no lo hice, aunque la burlesca sonrisa del yo del reflejo me molestara mucho.
-¡No te rías de mí!
Escuché su risa aumentar y hacerse más fuerte. Tapé mis oídos.
- Que patética te ves, hace que quiera reírme aun más fuerte.
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suicidal thoughts //c.r -Anna
Fanfiction''¿Escuchas esas vocecitas? Están pidiéndome a gritos que me tire desde aquí, y es lo que haré...''