Capítulo 11

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Mientras caminaban hacia la entrada de la galería de arte, Byul intentó limpiarse discretamente las manos húmedas en su vestido.

Yongsun se inclinó hacia ella.

—No te preocupes. Estás impresionante.

A Byul se le escapó una risita.

—Bueno, con lo que ha costado este vestido, ¡más me vale!

Se miró a sí misma. El vestido azul de un solo hombro dejaba los dos brazos al descubierto, y las inserciones de malla transparente de la parte inferior dejaban entrever sus piernas. Normalmente, no le gustaba arreglarse, pero tenía que admitir que el vestido era precioso y que la hacía sentirse preciosa.

O tal vez fuera la mirada de Yongsun, que a veces se detenía en ella.

¿Qué esperabas? Se supone que Umji está aquí, así que, por supuesto, Yongsun va a interpretar el papel de amante enamorada. Nada mejor para poner celosa a tu ex que demostrarle que has pasado página. Después de todo, esa era la razón por la que Yongsun le había pedido que viniera y le había comprado ese vestido tan caro.

La galería estaba llena de gente con vestidos de cóctel y trajes a medida. Los camareros deambulaban ofreciendo copas de champán y canapés en bandejas de plata.

Byul tragó saliva. Incluso con su precioso vestido, se sentía tan fuera de lugar entre toda aquella gente rica y glamurosa como una serpiente en un concurso de pulsos.

Yongsun tomó su mano y se la puso en el pliegue del codo.

—Sígueme la corriente. —susurró al oído de Byul.

Su cálido aliento contra su oreja hizo que Byul se estremeciera, pero lo ignoró.

—¿Así que tú eres la actriz principal esta noche?

—No intentemos ganar un Oscar. —dijo Yongsun, con la voz tan baja que sólo ella podía oírla—. Lo único que necesitamos es superar esta velada sin que Umji ni nadie sospeche que somos tan falsas como...

—Los dientes de mi abuela. —dijo Byul cuando Yongsun hizo una pausa, buscando la comparación adecuada.

Una sonrisa iluminó el rostro tenso de Yongsun y Byul volvió a sorprenderse de lo atractiva que era cuando sonreía.

—Algo así. —dijo Yongsun.

Byul no necesitó actuar para aferrarse a su brazo. Con la mano libre, agarró una copa de champán que uno de los camareros le tendía en una bandeja.

Cuando le ofreció una copa a Yongsun, ella negó con la cabeza.

Byul recordó que también había rechazado el champán en la fiesta de su jefa.

—¿No te gusta el champán?

—Sí, pero esta noche no quiero beber.

¿Porque quería mantener la cabeza despejada mientras volvía a encontrarse con Umji, posiblemente por primera vez después de la ruptura? ¿O porque iba a conducir y quería que Byul se sintiera segura en el coche con ella? Cuanto más la conocía, más podía vislumbrar a la persona amable y compasiva que había detrás de aquella fachada correcta y estirada.

Caminaron por la sala de paredes blancas y cegadoras, deteniéndose de vez en cuando para contemplar un cuadro o para que Yongsun pudiera intercambiar besos al aire y charlas triviales con alguno de sus conocidos. En la maraña de presentaciones, Byul perdió pronto la noción de quién era quién, pero dudaba que importara. Ninguno de ellos parecía amigo íntimo de Yongsun.

Siguió mirando a su alrededor, buscando en la sala a alguna rubia que pudiera ser Umji. Sólo había echado un vistazo a la foto de la mesita de noche de Yongsun antes de arrebatársela para ocultarla de Hyejin. La galería estaba llena de mujeres hermosas y sofisticadas, así que no estaba segura de reconocer a Umji si la veía.

Solo Un Espectáculo [MoonSun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora