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El martes fue una gran locura.

Habían tantas cosas que tenía que hacer ese día. Y peor aún, tenía que soportar insultos en los pasillos cada vez que salía de clases por aproximadamente 7 u 8 horas.

⎯Tranquilízate⎯ me susurró SangHyeok en la clase de geografía.

Oh, él no tenía ni idea.

⎯Estoy tranquilo.⎯ aseguré.

Él alzó una ceja.

⎯¿Estás seguro? Mueves la pierna frenéticamente y miras hacia el reloj cada 5 minutos.

Suspiré.

⎯Simplemente tengo que ir por unas cosas justo cuando termine la clase.

Él asintió un poco inseguro antes de dirigir de nuevo su mirada hacia el pizarrón.

El día se había vuelto un caos. Las personas me decían que irían ahora a la fiesta simplemente porque era para SangHyeok, no para mí. Y bueno, con que fueran era suficiente.

Me senté en una banca del parque para confirmar los pedidos para mañana, cuando vi a dos chicos sentarse en la misma banca, pero eran muy diferentes a lo que yo me imaginé.

⎯¿Estás seguro de que volvieras en dos meses?⎯ uno de ellos le preguntó al otro.

⎯Te lo prometo, mi amor ⎯ me congelé en mi lugar y dejé de presionar las teclas⎯Padaremos estos últimos momentos juntos.

Podría decir que fue un momento bastante incómodo en mi vida. Pero por primera vez sentķtristeza conmigo mismo, y me sentí muy, muy mal.

Uno de esos chicos me recordaba a WoonHak. Y me di cuenta de qué el no merecía un trato tan malo como el que yo le daba a cada rato.

Si, admito que él también me hacía cosas así, pero fui yo el que empezó esta "rivalidad" por lo que tenía que ser yo el que le pusiera fin también.

Puede ser que la mente a veces hace raras pasadas,pero me imaginé en la situación con WoonHak, y sentí co o me estremecía.

⎯¿Necesitas a alguien?⎯la voz de SangHyeok me tranquilizó.

⎯Voy para allá.

[...]

Era una estupidez llorar, pero era un alivio poder hacerlo.

⎯Te juro que no me daba cuenta del baño que le hacía ⎯sollocé ⎯Yo soy un niño malcriado simplemente.

SangHyeok acariciaba mi espalda.

⎯Él no merecía el trato que yo a diario le daba ⎯ sequé las lágrimas que recorrían mis mejillas enrojecidas.

⎯Está bien, Jae. Llora, desahogate.  Estoy aquí.

[...]

⎯¿Es tanto pedir que me deje en paz?⎯ Sungho y Jennie se miraron entre sí.

El azabache no paraba de maldecir entregarías todo lo que Myung JaeHyun causaba en el.

⎯Desde que nos conocimos he pasado un infierno cadáver que él se me acerca. No puedo pensar con claridad y él simplemente se la pasa riendo de los maltratos que causa en mi interior. ⎯Jennie de hincó delante de él.

⎯¿Y qué es lo peor?⎯ insistió tratando de que volviera a repetir las palabras que hace unos minutos había dejado escapar con timidez.

⎯Lo peor es que no puedo odiarlo ni un solo minuto más.

[...]

SangHyeok le había propuesto a su amigo quedarse en su cuarto a ver unos programas animados que pasarían en la tele por toda la noche, hasta que se quedara dormido.

Y la verdad es que se sentía muy mal por su caso.

SangHyeok sabía perfectamente todo lo que Jaehyun había tenido que pasaron su infancia, y todas las marcas que habían dejado en la física y psicológicamente.

Cuando el pelirrojo fue víctima del sueño y descansaba su cabeza en el regazo de SangHyeok, este paso sus dedos por las marcas que Jaehyun tenía cerca de la espalda.

No eran marcas de chicas. Eran marcas de golpes y maltrato que había tenido que pasar, y lo peor era que eran cicatrices.

Él conocía a Jaehyun como la palma de su mano. Sabía que todo el trauma tarde o temprano lo tenía que desquitar con alguien, y por alguna razón  su mente había escogido a WoonHak.

Aún no sabía por qué. Aún no sabía ni siquiera como eran las cosas entre él y el azabache en esos momentos, pero sabía que Jaehyun era una persona cerrada en sentimientos, u que fingía que no tenía corazón para que no fuera lastimado otra vez.

Jaehyun fingía no creer en el amor por una decepción que había tenido que sufrir, lo que lo lleva ser frío y fingir que las mujeres eran unas muñecas de simple 'folle' para él.

Pero no era así. Jaehyun creía en el amor más de lo que SangHyeok siquiera podría creer en toda su vida. Pero la diferencia era que Jaehyun estaba roto, y tenía que ha er alguien que le colocará las piezas de nuevo en su lugar.

Esa noche no entró nadie a la habitación más que la amigable luna que alumbró a los dos chicos que dormían en el sofá de la habitación después de haber llorado juntos casi toda la noche.

[...]

El sol alumbró mi rostro y mis ojos se abrieron de golpe.

Este no era mi cuarto.

El reloj de la pared me indicó que iba 20 minutos tarde a mi primera clase, y aún tenía que preparar el salón para la fiesta.

Era por fin miércoles.

¿Qué sorpresas me esperaban para todo este día?

HABITACIÓN 201 | 𝐖𝐨𝐨𝐧𝐦𝐲𝐮𝐧𝐠𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora