HABITACIÓN 201 | 𝐖𝐨𝐨𝐧𝐦𝐲𝐮𝐧𝐠𝐳

FIN

7 años después.

Cuando dices que estás nervioso por un examen o por alguna competencia, es un sentimiento terrible. Pero comparado con lo que ahora Woonhak y Jaehyun sentían, era mucho peor. Woonhak se levantó esa mañana tratando de controlar sus piernas temblorosas. Sin contar que luego de hacer el desayuno también tuvo que controlar las ganas de vomitar al ver los huevos revueltos en el sartén.

—Tranquilo.— le sonrió Jaehyun, besando su cabeza. —Todo saldrá bien. El azabache trató de sonreirle de vuelta, pero le era muy difícil. —Sí, lo sé. Sólo estoy nervioso. Jaehyun se sentó en la mesa de la cocina. —Yo también. La puerta se abrió, mientras que Sanghyeok y Sungho entraban sonrientes, cantando una canción de BigBang. —Oh, ¡ahí está la nueva pareja de padres!— sonrió Sanghyeok, sentándose al lado de ellos. —ChimChim, ¿qué haces?— se le hacía extraño que hablaran así. —Felicitándolos por la noticia.— los dos chicos rodaron los ojos, mientras veían que Sungho y Sanghyeok regaban globos por todas partes de la casa. —¡No podemos esperar a ver a nuestra sobrina! — Woonhak bufó, dándole un trago a su bebida. —Aún ni siquiera salimos.— el pelimenta se sentó al lado de Jae. —Entonces, los esperaremos aquí.

(**)

Jaehyun trataba de tranquilizarse, pero entre más cerca estaban del lugar, más sentía cosas en el estómago muy fuertes. —Jaehyunie, para el auto.— le dijo Woonhak, al notar que las manos del pelirrojo temblaban bastante. —No, llegaremos tarde.— el azabache rodó los ojos. —No me importa, para el auto.—y lo hizo. —Tranquilizate, ¿de acuerdo?— Jaehyun asintió, mirando a su regazo. —L-lo lamento. Es sólo que-... Woonhak lo abrazó, mientras jae acomodaba bien el auto en algún lugar para estacionarlo. —Y-Yo también estoy nervioso.— le dijo el azabache, tratando de no derramar alguna triste lágrima. —Es difícil, Hak.— se separó de su pecho. —Siento como si estuviéramos reemplazando a Chaeyoung.— el castaño asintió, comprendiendo. —Lo sé, pero tenemos que ser fuertes, ¿de acuerdo? Chaeyoung era una niña muy fuerte, y ella sabe que no lo estamos haciendo, donde quiera que esté.

Hace dos años, su primera hija había muerto a causa de cáncer. La habían adoptado cuando tenían 22 años, y un año fue suficiente como para haberla amado bastante. Esa pequeña tan solo tenía 5 años, y los dos sabían que ella no lo merecía. Fue fuerte durante 2 meses enteros, antes de que todo eso pasara.

Habían estado con ella apoyándola, mientras que ella, cómo una heroína, luchaba contra ésta enfermedad. Pero la pequeña cerró sus ojitos para siempre, después que se dieron cuenta de que la enfermedad ya estaba muy avanzada, y ya no tenía remedio alguno los medicamentos que le daban. Fue duro, no sólo para Woonhak y Jaehyun, sino también para Sanghyeok , Sungho, la familia de ambos y Jennie. Esa niña había sido muy querida en toda la familia.

Habían tomado la decisión de adoptar a una nueva niña. Pero a pesar de eso, sabían que no la trataban de reemplazar, simplemente querían y sentían que debían hacerlo.—Tú tranquilizate, y todo saldrá bien.— Jaehyun asintió y se llevó la mano de Woonhak a su boca y besó su anillo sintiéndose un poco más fuerte. —Lo sé. Después de graduarse, ambos estaban más felices que antes. Y cuando cumplieron 22 años, se casaron, con obviamente aún varios problemas. Pero aún así eran felices. Era como si algo de lo que estaban seguros que había pasado desde que se conocieron, cobrara vida nuevamente. —Ella se llama Dahyun, y tiene 7 años. Los dejaré solos para que convivan con ella un rato— la encargada salió, cerrando la puerta a su paso.—Hola, pequeña.— ella les sonrió. —Hola.— la joven pareja de casados se miraron, compartiendo el mismo pensamiento, esa niña era una ternura de persona. Dahyun los miró un poco curiosa. —¿Ustedes están juntos?— Jaehyun rió y asintió. —Exactamente, ¿cómo lo adivinaste? Era una pregunta obvia, pero de igual manera tenía muchas ganas de saber su respuesta. —Porque se miran de la misma forma en la que mis papás lo hacían antes de que murieran.