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Woonhak había conocido a Jaehyun cuando tenía 17 años. Todo había comenzado como algo que él ni siquiera estaba seguro si de verdad había pasado. Recordaba que a veces jae lo miraba bastante cuando él sacaba el mejor promedio del salón, y Woonhak tenía que admitir que eso lo sonrojaba. No era porque tuviera un enamoramiento hacia el pelirrojo, ni nada parecido. Era más bien porque un lindo chico lo miraba bastante en las clases y, ¿quién no se sonroja con eso?

Luego las cosas cambiaron cuando Jaehyun comenzó a molestarlo. Es decir, el azabache sabía que entre ellos no había al principio una química, y que siempre había algo en la mirada del mayor que hacía que se preguntara qué era lo que lo hacía mirarle así. Normalmente uno pensaría que había sido odio a primera vista, pero no, no había sido así. Había sido más como desde que Woonhak por primera vez había sido nombrado como el mejor alumno de su grado, si hablamos de calificaciones. Woonhak había pensado que el odio que le tenía Jaehyun había nacido ese mismo día. Porque justamente desde ahí las miradas comenzaron a ser exageradas. Y no eran exactamente miradas bonitas.

Cuando Sungho y Sanghyeok se juntaban en la cafetería, o en cualquier otro lugar, jae y él también lo tenían que hacer. Woonhak no tenía problema con eso. Al menos, al principio. Porque de hecho, pensaba que podían hasta ser amigos. Pero el mayor no mostraba ninguna señal de querer si quiera acercarse a él. Hasta parecía que su presencia lo irritaba. Cuando Jaehyun lo insultó por primera vez, el menor estaba comprando palomitas en el cine, mientras que Sungho y Sanghyeok compraban los boletos. El pelirrojo estaba a su lado, y cuando era hora de pagar, ahí fue cuando su boca habíadejado escapar palabras que hicieron que Woonhak no se pudiera concentrar en la película. Y esos insultos comenzaron a hacerse constantes. No sólo cuando Woonhak hacía algo mal, sino que también en cada oportunidad que se le presentara.

El azabache le preguntó a Sanghyeok una vez, cuando el pelirrojo no estaba, si éste tenía algo en contra suya. Sanghyeok y Sungho estaban realmente confundidos al escuchar que Woonhak les contaba todo lo que Myung Jaehyun le decía para hacerlo sentir mal. — Hablaré con él. —le había dicho Sanghyeok para tranquilizarlo. Y es que a veces sus insultos se hacían bastante fuertes, a veces hasta Woonhak no se los podía sacar de la cabeza. Pero aún así, Woonhak no se los devolvía. No hasta que llegó a un punto en el que su paciencia había sido nula. Sabía que estaba mal seguirle la corriente, pero es que él también tenía sentimientos y se había cansado de todas las palabras groseras dirigidas hacia él. Al principio veía la confusión en el rostro de Jaehyun cuando comenzó a ser recíproco. Pero aún así, los insultos nunca pararon, sino que más bien comenzaron a ser aún mas fuertes.

Así fue como todo el odio comenzó. Sabía que bajarse al nivel de una persona era algo de lo que su madre no estaría para nada orgullosa, pero aún así ya se había hecho costumbre. Y se dio cuenta de que si Myung Jaehyun quería guerra, él se la iba a dar. Y todo fue así, pero entonces, comenzó a cambiar. Era un día como cualquier otro, excepto por el hecho de que se había enterado que tenía que compartir cuarto con Myung Jaehyun. El enojo se había apoderado de él cuando Sungho y Jimim les dieron la noticia. Y sabía que su año iba a estar jodido. Pero había pasado algo, justo antes de que su mejor amigo y hermanastro entraran en el cuarto.En todas las vacaciones no había visto al chico pelirrojo. Pero cuando por fin lo hizo, fue como si algo hubiera hecho que Woonhak no pudiera apartar la mirada de él. Había cambiado. Tenía el cabello más largo, y además estaba más alto y musculoso. Se notaba por la ropa que traía. Algo había cambiado en ese entonces. Y Woonhak lo sabía. Los insultos de parte de él hacia el pelirrojo habían bajado bastante, y no podía apartar la mirada cuando él se cambiaba. Y es que Myung Jaehyun se había transformado en algo hermoso por fuera (no creía que por dentro, todavía).

Maldecía mentalmente cuando el pelirrojo notaba su mirada en él. Lo había hecho cuando hablaban del cumpleaños de Sanghyeok en clase de educación física, otra vez en la que Jaehyun se había derramado su propio refresco en su playera y se la había tenido que quitar, y en muchos más momentos que hacían que Jeon Woonhak sintiera que se hundía más y más. Pero a pesar de eso, no todo era atracción ni nada de eso, también se filtraba con odio, ya que los insultos y malas jugadas de Jaehyun seguían aumentando. Cuando jae le había roto el corazón, o más bien, lo había lastimado fuertemente; fue cuando se negó a invitarlo al cumpleaños de Sanghyeok. Woonhak recordó que ese día lloró al recordar sus palabras. "No invitamos gays." Ahí se había dado cuenta de que había caído muy, muy bajo, y había recordado los insultos que recibía por esa misma causa. Lo siguiente que hizo que Woonhak se diera cuenta de que su atracción a Myung Jaehyun era estúpida, fue cuando pasó el incidente de la pintura. Recordaba el odio que sintió hacia Jaehyun, tan fuerte que le había hecho volverse loco. Y se sentía loco. Sabía que Jaehyun era cruel, pero no sabía a qué grado. También recordaba haber encontrado una de sus playeras escondida entre la ropa de Jaehyun. Fue algo bastante extraño, y no sabía qué pensar al respecto. Estaba lleno de remordimiento que no pensaba con claridad lo que pasaba a su alrededor.

Aún no podía creer que todo hubiera cambiado de la noche a la mañana. Pero sabía que nosimplemente había sido odio un día, al siguiente me gustas. Sino que todo fue de poco a poco, simplemente que ese día se selló el fin de años de sufrir maltrato verbal y darlo. Y todo por fin se sintió bien.

(**)

Jaehyun lo llevó a su primera cita al mismo cine. Woonhak había actuado como una niña cuando intentaba revisar qué ropa usar para ésta. Sungho rodaba los ojos al verlo moverse de un lugar a otro con miles de playeras, jeans y zapatos regados por todas partes de la habitación. Woonhak estaba seguro de sus sentimientos ahora. No había podido dormir a causa de sus pensamientos esa noche. Era demasiado frustrante. Pero ahora todo estaba claro, aunque aún así tenía miedo. Miedo al rechazo, y miedo a los sentimientos que estaba teniendo que pasar con la persona a la que más odió hace unos meses atrás.

Pero ya estaba planeado todo. Iba a abrir su corazón por primera vez. Esperaba que todo saliera bien. —jae, no sé si te acuerdas qué pasó en este lugar.— el pelirrojo miró hacia las palomitas que acababa de comprar y asintió. —Sí, lo recuerdo.— aún faltaban algunos minutos para que la película empezara y estaban parados entre las mesas de la dulcería. Se notaba desde lejos el arrepentimiento que cubría el rostro de Jaehyun. —L-Lo siento mucho, Hakie.— dijo, mientras se escuchaba perfectamente como su voz se quebraba. —¿Por qué?— sabía la respuesta, pero quería que Jaehyun la repitiera. —Por todo.— Woonhak también sintió ganas de disculparse. —Lo sé, y yo también lo siento. Jaehyun lo abrazó fuertemente, mientras que las palomitas se sostenían gracias a sus cuerpos unidos. —Y-yo no quería hacerte sentir mal, en realidad. Bueno, yo creía que eso era lo que quería, p-pero estuve tan equivocado.— Woonhak sentía sus corazones latir al compás, muy fuertemente. —Yo te seguí el juego.— le comentó. —Pero yo lo inicié.— señaló. Se sentía tan bien estar así, mientras que las personas pasaban al lado de ellos en camino a su función atrasada. —Woonhak.— sintió miles de mariposas en su estómago. —¿Mmh?— aspiró su aroma. —Te quiero.— el mencionado se sobresaltó ante tal confesión. Y sintió que su corazón iba a explotar.

Sabía que lo que quería y había estado esperando por fin estar en sus brazos. —Yo también.


Y así era como todo mejoraba.

HABITACIÓN 201 | 𝐖𝐨𝐨𝐧𝐦𝐲𝐮𝐧𝐠𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora