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Alex POV:
No es que siguiera incómoda hablando con el chico este, pero de verdad quería irme ya de aquí y Kenan no salía. ¿Qué narices estaba haciendo?
– ¿Segura que estás esperando a alguien? – vuelve a preguntar coqueto. – Conozco un sitio.... – No puede terminar de decirlo ya que una segunda voz le interrumpe.
– Ya está con alguien. – aparece un Kenan bastante serio, el cual viene hasta donde estoy y me saluda con un beso bastante innecesario para después quedarse detrás mío rodeándome con su brazo por la cintura.– Gracias por hacerla compañía mientras me esperaba. Ya te puedes ir. – añade con una sonrisa más bien falsa
– ¿En serio estás con este? – cuestiona con cierto tono de burla.
– ¿Algún problema? – contesta Kenan antes de que me de a mí tiempo a hacerlo. – Porque no tengo ningún problema con solucionarlo ahora mismo.
– Tranquilo amigo. – se burla. – Solo pensaba que tendría mejor gusto que este.
– ¿Perdona? – pregunta ahora enfadado.
– ¿No me has escuchado? – dice para después dirigirse hacia mi. – Te mereces algo mejor, alguien como yo.
Noto como Kenan detrás mío se tensa aún más de lo que ya está y no puedo evitar ponerme algo nerviosa.
– Ten cuidado con lo que dices. – advierte Kenan.
– ¿Debería de tener miedo? – sigue burlándose.
¿Cómo es que hasta hace un rato el pasillo estaba lleno de gente y ahora que necesitaba a alguien no lo había?
– Bueno...– decido por fin intervenir a la vez que me deshago del abrazo de Kenan. – Ha sido muy divertido hablar contigo, pero nos tenemos que ir ya. – digo mientras me alejo casi empujándolo para que ande. ¿Qué le pasa?
– Espero que nos volvamos a ver pronto guapa. – añade el otro solo por molestar más acompañado de un guiño.
– Ni se te ocurra contestar.– aviso amenazante al idiota que iba prácticamente arrastrando y al otro solo le dedico una sonrisa.
Cuando llegamos al parking me relajo y por fin le suelto el brazo.
– ¿Pero a ti qué te pasa? – digo bastante alterada. – No vuelvas a actuar así, te recuerdo que no somos nada.
– ¿Te crees que me importa? Aquí se supone que lo somos y tienes que actuar como tal. – contesta también alterado. – No me puedo creer que estuvieras coqueteando con él. ¿Y si alguien os ha visto?
