𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒐𝒏𝒄𝒆

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"𝑼𝒏𝒂 𝒄𝒆𝒏𝒂 𝒆𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂"

En una mañana soleada, Franco ajustaba su mochila mientras se preparaba para salir corriendo hacia su entrenamiento en el river camp. Estaba en la puerta de su casa, donde Olivia, su novia. Ambos intercambiaban miradas cómplices, como solían hacer desde que empezaron a salir juntos.

—Tengo que irme, estoy llegando tarde—dijo Franco, un poco agitado.

Antes de que Olivia pudiera responder, Franco se inclinó hacia ella y le dio un beso, que tenia que ser rápido pero gue un beso lento y suave pero lleno de afecto, como una despedida apura sincera.

Cuando se separaron, ambos se encontraron con la figura de Sofía, la madre de Franco, observándolos desde la entrada con una ceja levantada.

—¿Y ese beso?—preguntó Sofía, con un tono más curioso que crítico.

Franco se detuvo un segundo, claramente sin esperarlo. Se rascó la nuca, un poco nervioso, mientras sonreía levemente.

—Ah... bueno, mamá, Olivia y yo... estamos saliendo—dijo, finalmente, soltando la verdad como quien quita un vendaje rápidamente.

Olivia, un poco sonrojada, bajó la mirada, pero luego levantó la vista hacia Sofía, intentando sonreír con timidez.

Sofía los miró por un momento, su expresión suave, y luego sonrió.

—Ah, ya veo. Bueno, será mejor que llegues a tiempo al entrenamiento, o te tocará hacer más vueltas de calentamiento—dijo, guiñándole un ojo a su hijo.

Franco soltó una risa nerviosa y le dio un último beso rápido a Olivia en la mejilla antes de salir corriendo por el pasillo.

—Hasta luego, mi vida—dijo Sofía, mientras cerraba la puerta detrás de su hijo.

—Hasta luego—respondió Olivia, todavía con una sonrisa en los labios.

Después de que Franco se fue corriendo hacia su entrenamiento, Olivia se quedó de pie, un poco nerviosa, pero sonriendo. Sofía la observaba, con esa mezcla de curiosidad y calidez que solo una madre podía tener.

—No te preocupes, Oli—dijo Sofía, rompiendo el silencio—, ya lo había sospechado desde hace un tiempo. Entre ustedes dos siempre hubo algo especial.

Olivia soltó una pequeña risa, jugueteando con un mechón de su cabello teñido de pelirrojo.

—Sí, supongo que siempre hemos sido cercanos. Solo que... bueno, esto es un poco nuevo para los dos—respondió Olivia, un poco más relajada ahora que veía que Sofía no estaba molesta.

Sofía sonrió, acercándose a la joven y colocando una mano en su hombro.

—Franco es un buen chico, y si tú lo haces feliz, eso es lo que importa. Solo asegúrate de que siempre se cuiden el uno al otro, ¿de acuerdo?

Olivia asintió con firmeza, sus ojos azules brillando con gratitud.

—Gracias, Sofía. De verdad, significa mucho para mí.

La madre de Franco asintió y le dio una pequeña palmadita en la espalda antes de retirarse hacia la cocina.

Olivia se quedó ahí un momento más, mirando hacia la puerta por la que Franco se había ido, y no pudo evitar sonreír ampliamente. Aunque había sentido nervios al principio, ahora todo parecía encajar perfectamente.

- 𝗧𝗥𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗩𝗘 - 𝘍𝘳𝘢𝘯𝘤𝘰 𝘔𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘶𝘰𝘯𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora