𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒆𝒛

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"𝑼𝒏 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒑𝒂𝒛 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂𝒓"

Era una mañana tranquila en la casa de los Mastantuono, el sol invernal iluminaba suavemente el jardín trasero. Franco, Olivia, y Valentín habían decidido pasar el día afuera para aprovechar el clima fresco, y Benjamín, el pequeño bebé, estaba con ellos. Habían preparado una manta grande sobre el césped, rodeada de algunos juguetes que hacían pequeños ruidos cuando se movían.

Franco estaba sentado, sosteniendo a Benjamín en su regazo mientras el bebé reía con cada movimiento de su padre. Valentín, por su parte, se recostaba cerca de ellos, sosteniendo un sonajero en forma de estrella, y Olivia estaba sentada frente a ellos, observando con una sonrisa cómo el bebé trataba de agarrar el juguete que Valentín agitaba en el aire.

—Mirá cómo se ríe cada vez que Valen mueve el sonajero —dijo Olivia, divertida por las carcajadas inocentes de Benjamín.

Franco sonrió, mirando a su hijo con una expresión suave. —Le encanta, parece que le gustan los ruidos. Y creo que le gusta que lo consientan —añadió mientras le hacía pequeñas cosquillas en la pancita al bebé, lo que provocó más risas.

—Claro que le gusta. ¡Es todo un príncipe! —bromeó Valentín, mientras seguía haciendo ruidos con el sonajero. Benjamín lo observaba fascinado, intentando estirar sus pequeños brazos para alcanzarlo.

—Casi lo tenés, corazón, ¡vos podés! —dijo Olivia animándolo, mientras se inclinaba un poco para acercarse más al bebé.

Benjamín emitió un pequeño sonido de frustración cuando no alcanzó el juguete, lo que hizo que Franco lo levantara un poco para ayudarlo a estirarse más. Finalmente, el bebé logró atrapar el sonajero con sus manitos gorditas, lo que provocó un estallido de risas entre los tres.

—¡Lo tenés, campeón! —exclamó Valentín, dándole un pequeño aplauso mientras Olivia sonreía.

Franco se inclinó y le dio un beso en la cabecita a Benjamín. —Sos increíble, hijo, vas a ser un crack —murmuró con orgullo. Luego, levantó la mirada hacia Olivia y Valentín. —Es bueno verlo así, tan feliz. Después de todo lo que pasó con Fiona, tener estos momentos tranquilos con él es lo mejor.

Olivia asintió, sintiendo una calidez en el pecho al ver a Franco tan conectado con su hijo. Sabía que, a pesar de todo, él estaba haciendo todo lo posible por ser un buen padre. Se movió un poco para sentarse más cerca de ellos, apoyando su cabeza en el hombro de Franco mientras miraban a Benjamín.

—Es un bebé tan dulce —dijo Olivia, pasando suavemente su mano por la pequeña cabeza de Benjamín—. Le encanta estar con vos, Franco. Lo veo en sus ojitos.

Franco sonrió y bajó la vista hacia Olivia, acariciando su cabello por un momento. —Y a mí me encanta estar con él… y con vos también —agregó en un susurro, besando su cabeza.

—Ey, basta mucho amor frente a Benjamín —bromeó Valentín, haciéndose el celoso mientras lanzaba una mirada divertida a su hermana y a Franco.

—Ah, ¿sí? —dijo Olivia, alzando una ceja y lanzándole un cojín pequeño a su hermano, que lo esquivó de manera dramática.

—¡Uy! ¡Atacada por mi propia amiga! —exclamó Valentín, llevándose las manos al pecho como si hubiera sido herido de gravedad. Franco soltó una risa baja, observando la dinámica entre los dos.

El ambiente era ligero y despreocupado, lleno de risas y cariño, algo que había sido escaso en los últimos meses, pero que ahora parecía volver poco a poco a sus vidas. Benjamín, que seguía agarrando el sonajero con sus manitos, miraba a todos con sus grandes ojos curiosos, disfrutando de la atención y el amor que lo rodeaba.

- 𝗧𝗥𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗩𝗘 - 𝘍𝘳𝘢𝘯𝘤𝘰 𝘔𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘶𝘰𝘯𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora