Scarred Hearts [Bucky Barnes]

Chap 10. "Waiting for you"

~~~

El día del funeral de Tom llegó con una calma tensa en el aire, como si incluso el mundo supiera que algo precioso se había perdido. El cielo estaba gris, con nubes densas que amenazaban con llorar, reflejando el sentimiento de todos los que se habían reunido para despedirlo. Había una solemnidad en el ambiente, una tristeza que se sentía en cada rincón del pequeño cementerio donde se llevaría a cabo la ceremonia.

Louren llegó temprano, vestida de negro, con el rostro pálido y los ojos vacíos por las lágrimas que ya no podía derramar. David había insistido en acompañarla, pero ella prefirió venir sola. Sentía que este era un dolor que debía cargar por sí misma. Desde el momento en que recibió la noticia, había estado tratando de entender cómo procesar la pérdida, cómo vivir con el hecho de que Tom ya no estaría.

Al llegar, vio a algunas caras familiares: compañeros de la base, amigos de Tom de su vida anterior en la aviación, y, por supuesto, su familia. Los padres de Tom estaban allí, con la mirada perdida, afligidos más allá de las palabras. Y cerca de ellos, apoyada en su bastón, estaba la abuela de Tom, una mujer de apariencia frágil pero con una fortaleza que Louren siempre había admirado.

Louren mantuvo una distancia respetuosa, no estaba segura de si debía acercarse. Sentía que no pertenecía allí, como si hubiera fallado a Tom de alguna manera. Sus pensamientos se interrumpieron cuando escuchó una voz familiar a su espalda.

-Louren, hija... -era su madre, quien junto a su padre, se había acercado a saludarla. Ambos lucían igualmente abatidos, sabiendo cuánto había significado Tom para ella, aunque probablemente no entendían toda la profundidad de su relación.

Louren apenas asintió, incapaz de pronunciar palabras. Su madre le tomó la mano suavemente, dándole un apretón en señal de apoyo. Su padre, siempre más reservado, simplemente la miró con ojos llenos de tristeza. Sabían que no podían hacer nada para aliviar el dolor que sentía, pero estaban allí, como siempre, para acompañarla.

Después de unos momentos, su madre la soltó y se alejó para darles espacio a los demás dolientes. Fue entonces cuando la abuela de Tom, con una mirada gentil pero decidida, se acercó a Louren.

-Louren, cariño -dijo la anciana con una voz suave pero firme-, ven aquí, por favor.

Louren vaciló un momento antes de acercarse. Siempre había tenido un gran respeto por la abuela de Tom, una mujer que, a pesar de los años, mantenía una claridad y una sabiduría que muchos envidiaban. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, la abuela le tomó ambas manos, sus dedos arrugados pero firmes.

-Tom te quería mucho, ¿lo sabías? -comenzó, mirándola directamente a los ojos-. Siempre me hablaba de ti. Decía que eras su roca, su mejor amiga... y, aunque no lo dijera con tantas palabras, yo sabía que te amaba.

Louren sintió que su garganta se apretaba, incapaz de responder. Las palabras de la abuela de Tom le golpeaban con una verdad que ella misma había intentado ignorar durante mucho tiempo. Claro que lo sabía, en el fondo siempre lo había sabido, pero nunca quiso enfrentar la realidad de esos sentimientos. Ahora, con Tom muerto, esas palabras tenían un peso insoportable.

-Él no quería que sufrieras -continuó la anciana, con una ternura en su voz que solo una abuela podría expresar-. Siempre me decía que lo más importante para él era verte feliz, aunque eso significara que estuvieras lejos de él.

Louren dejó caer su mirada, sin poder contener más las lágrimas. No era solo el dolor por la pérdida de Tom lo que la destruía, sino la culpa de no haber sido capaz de corresponder a los sentimientos que él siempre había tenido hacia ella.