Esa fue la risa mas fuerte que había soltado en toda mi vida, su rostro incrédulo me seguía contagiando para seguir con mis carcajadas. Estábamos sentadas en la terraza, ella me dijo que había salido con la excusa de ver estrellas y que su hermana lo había autorizado, entonces también salí a ver aprovechando que Aimi esta profundamente dormida en su cuna.
— No me da risa, Asa. —Reprocho. Y eso me dio aun mas risa.— En serio llegue a pensar que íbamos a hacer otra cosa, y no esto. —Me dice, entonces mi risa fue volviéndose mas leve.
— Espera, espera, ¿En serio pensaste que el regalo que te daría era...
— ¡Ya basta! —Gritó con los labios fruncidos— Soy inocente, tengo como excusa que lo dijiste en un tono muyy... ¿Cómo lo explico?, muy... Ya sabes. —Chasqueo la lengua después, como reproche de frustración.
Entonces me reí y la atraje para darle un beso en la frente.— Inocente no eres, porque si pensaste en eso... ¡Ahh! Tu quieres —La señalo acusándola, ella abre los ojos como platos.
— ¡Enami Asa! ¡Te estas burlando de mi, basta!
— No me burlo, solo lo estoy concluyendo. —Expliqué— Además no es del todo malo.
— Si lo es, no podemos dar un siguiente paso, llevamos muy poco tiempo —Me dice con el mismo puchero de ahora, entonces fruncí las cejas.
— ¿Muy poco? ¿Cuanto?
— Tres días.
Mi risa fraternal salió a la luz otra vez, y ella se cruzó de brazos chisteando una vez mas con su lengua. En medio de risas la tire hacia mi torso dejándola sobre mi pecho. La luna estaba muy hermosa, irradiaba en las pupilas de mi hermosa novia. Acaricie su cabello mientras calmaba mi risa que me estaba otorgando dolor en el vientre.
— Mira, mi amor —Exclamó ella— La luna esta llena —Me dice, la mire enseguida aunque ya la había visto. Y asentí.— Dicen que cuando hay luna llena la euforia aumente, ¿será por eso que no haz parado de reír?
— Si es así, tienes que aumentar tu euforia, mi amor. Estas muy seria hoy. —Le digo, ella rueda los ojos, la veo claritito. Una sonrisa maldadosa se dibuja en mis labios.— Pero tranquila, amor. Yo te ayudaré con eso.
Mis manos navegan a su vientre y empiezo a moverla, entonces se retuerce riéndose sobre mis muslos. Su risa me contagia.
— ¡Asa! ¡Para! ¡Para!
No me detengo, y ella parece querer llorar de la risa, y supongo que nuestro escandalo se oye bastante fuerte, entonces me detengo. Rora me mira maldadosamente y me siento asustada por su mirada carnívora. Me devuelve las cosquillas mientras las dos nos reímos juntas. Y así seguimos hasta acompañarnos cada una al apartamento.
A pesar de que habíamos iniciado esta relación como una oportunidad para comprobar si teníamos la química necesaria para seguir con el vinculo entre las dos, nos habíamos dado cuenta con el paso del tiempo que es mucho mas que una simple química. Es como si estuviéramos destinadas a estar juntas. Muchas personas se cansan de verse todos los días y otorgan su espacio personal, sin embargo, lo nuestro no era así, nuestra relación era tan abierta y segura que nos vemos constantemente y no nos aburrimos, en cambio, nos sentimos mas felices.
Después de ese Martes, pasaron semanas, semanas donde jugábamos en silencio por las noches que cuidábamos la biblioteca, otras veces pasábamos el rato jugando con Aimi y las otras donde teníamos tiempo a solas hablábamos de cosas del pasado y de nuestra infancia. Le confesé que Aimi era autista y por eso siempre evitaba que saliera mucho, ya que, su mundo era de princesas y creía que todos eran buenos así como ella. Le conté la muerte de mi madre, como encontré a nuestro padre, que era Yunah y su madre para nosotras. Y también lo importante que se había vuelto ella desde que decidimos darnos una oportunidad. Rora prometió cuidar a Aimi cuando hiciera falta y también a darle clases para que no se le hiciera tan difícil cuando entrara al colegio.
Rora fue de mucha ayuda, y no solo se convirtió en una persona importante para mi, también para Aimi que la estimaba incluso mas que a Yunah. Todo eso había logrado que en este corto mes, ya estuviera enamorada de Kim Da In.
— Sí mi amor, entonces, ¡En una semana me voy a graduar! —Gritó emocionada, estamos sentadas en mi cama.— Seré una abogada famosa y llevaré a Aimi a DisneyLand en Paris —Dice, sonrió y la atraigo, regalándole un beso en la frente y despues en la mejilla.
— Te felicito, princesa. Sé que lo haz logrado por tu propio merito —Le digo, ella asiente y me recibe el beso que le ofrezco en los labios.— También gracias por tener a Aimi en cuenta.
— No es nada, bebé —Me dice, sonrió y ella se recuesta en mi torso.— Cierto, ¿Qué le haremos a Aimi por su cumpleaños, amor?
— No lo sé, princesa. He estado ahorrando, pero no creo que pueda darle una fiesta como ella quiere —Le expliqué, ella sonríe, seguramente ya tiene una respuesta planeada.
— Tranquila, mi amor —Me dice— Yo te ayudaré con el dinero que necesites, pero quiero que Aimi la pase bien por su cumpleaños....
— En serio gracias, mi amor. La tienes tanto en cuenta que ya no me gustas. Me enamoré de ti —Le confieso, ella sonríe leve y su sonrisa es la mas linda que he visto.
— Asa —Despues de unos segundos en silencio, ella me llama.— Gracias por darme la oportunidad de estar contigo, y gracias por acompañarme y apoyarme todo este mes —Le regalo una sonrisa.
— No es nada, Rory. Déjame agradecerte antes a ti, por cuidar de Aimi, acompañarme a los entrenos, escucharme y apoyarme, estoy muy agradecida contigo, no se como pagarte todo esto que estas haciendo por nosotras...
— Yo sé como puedes pagarlo, Asy.
Antes de poder preguntar como ella se abalancea lentamente a mi torso, me besa tan apasionadamente que mi corazón late con velocidad. Tomo su cintura mientras ella se pone encima mio, entonces nos miramos despegando nuestros labios fugaces. No duro mucho, volvimos a unirlos necesitadamente y con euforia hasta que
— Ya llegamos, Asa. Tu hermana es muy traviesa porque-
Yunah se quedo estética parada en el umbral de la habitación. Cada una portaba un sonrojo, menos Aimi que tenia las manos de Yunah tapando sus ojos.
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