Capítulo 14: Invitación

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Mientras caminaban por los pasillos, dirigiéndose de vuelta a la habitación, Freen y Becky iban en silencio, cada una sumida en sus propios pensamientos. De repente, vieron a Wisanu acercándose desde el otro extremo del pasillo. Las dos mantuvieron la calma, pero cuando Wisanu pasó junto a ellas, hizo un movimiento brusco y chocó a propósito contra el brazo herido de Becky.

Becky se quejó por el dolor, apretando los dientes mientras su rostro se torcía por el malestar. Freen, preocupada, se detuvo de inmediato y le preguntó en voz baja: —¿Estás bien?

Becky intentó forzar una sonrisa y asintió, aunque el dolor era evidente en sus ojos. —Sí, no es nada... solo fue el golpe.

Sus miradas se encontraron, y por un instante, el pasillo pareció detenerse a su alrededor. Las pequeñas punzadas en el corazón de ambas se hicieron más intensas, aunque ninguna lo admitiera en voz alta. Ese momento, tan simple, estuvo cargado de emociones que no sabían cómo manejar.

Becky fue la primera en romper el contacto visual. Bajó la mirada, incómoda, sintiendo el peso de algo que no quería nombrar. —Voy a dar una vuelta —murmuró de repente, sin mirar a Freen.

Freen quiso detenerla, preguntarle a dónde iba o si necesitaba compañía, pero antes de que pudiera decir una palabra, Becky ya había empezado a alejarse. Desapareció por el pasillo, dejando a Freen sola, con miles de sentimientos atrapados en su interior, sin saber exactamente cómo liberarlos.

Becky llegó a la cafetería buscando un poco de tranquilidad. Se sentó en una mesa al fondo, tratando de procesar los últimos eventos. Mientras observaba su café, sintiendo el dolor en su brazo, alguien se acercó. Era Nat, un compañero que siempre había mostrado un interés por conocerla mejor, aunque Becky nunca le había prestado demasiada atención.

—¿Te importa si me siento? —preguntó Nat con una sonrisa amigable.

Becky levantó la vista y asintió brevemente, sin demasiadas ganas de conversación, pero tampoco quería ser grosera. Nat se sentó frente a ella, mirándola con curiosidad.

—Te he visto un par de veces por aquí, pero nunca he tenido la oportunidad de hablar contigo —comentó Nat, rompiendo el hielo. —¿Cómo va tu día?

Becky tomó un sorbo de su café antes de responder. —Ha sido un día largo, pero bien.

Nat la observó por un momento, notando que su brazo parecía rígido. —¿Estás bien? Vi que te tocabas el brazo. ¿Te lastimaste o algo?

Becky dudó un segundo, no queriendo entrar en detalles sobre la misión o el golpe de Wisanu. —Sí, tuve un pequeño accidente. Pero nada grave.

Nat asintió, inclinándose un poco hacia adelante. —Bueno, espero que no sea nada serio. Si necesitas algo, ya sabes, solo tienes que decirlo —. Su tono era genuino, y Becky notó que, en lugar de estar coqueteando, parecía realmente interesado en conocerla mejor.

Hubo un breve silencio antes de que Nat volviera a hablar, esta vez con más curiosidad. —Siempre me ha parecido que eres alguien muy reservado, Becky. Me gustaría saber más de ti, si te parece bien.

Becky lo miró con cautela, no acostumbrada a que alguien quisiera conocerla más allá de lo superficial. —No soy de hablar mucho sobre mí —respondió honestamente, pero su tono no era brusco, solo reservado.

Nat sonrió. —Eso está bien, no tienes que contarme todo de golpe. Pero si alguna vez te apetece charlar, estoy aquí.

Becky asintió, apreciando que Nat no la presionara. El ambiente se sentía más relajado, y aunque no estaba del todo cómoda compartiendo más de lo necesario, sintió que quizás tener a alguien más con quien hablar no sería tan malo.

Nat, notando que Becky se sentía un poco más cómoda, decidió invitarla a un evento social. —Este domingo en la noche, voy a tener una pequeña noche de películas en mi casa —comentó con una sonrisa amigable. —Nada formal, solo algo para relajarnos un poco. Me preguntaba si te gustaría venir.

Becky lo miró con una mezcla de sorpresa y cautela. No quería dar una impresión equivocada y tampoco le apetecía estar a solas con él. —No sé, Nat. No estoy segura de que sea una buena idea —respondió, algo incómoda.

Nat levantó las manos en un gesto de paz, notando su reticencia. —No estaríamos solos, lo prometo. Otros dos amigos van a venir, y también sus novias. No es nada raro, solo pasar el rato y ver algunas películas.

Becky pensó por un momento, aún indecisa. —Lo voy a pensar —respondió finalmente, sin comprometerse.

Nat sonrió, agradecido de que al menos no lo hubiera rechazado directamente. —Perfecto, no hay prisa. Cualquier cosa, solo avísame. Sería genial que pudieras venir.

Becky asintió, mientras Nat se levantaba para irse. —Nos vemos luego, Becky —dijo con una sonrisa antes de despedirse.

Becky observó cómo se alejaba, aún pensativa. Sabía que no debería complicarse más con relaciones personales, especialmente en medio de todo lo que estaba sucediendo. Pero una pequeña parte de ella consideraba la posibilidad de ir, al menos para despejarse un poco de la tensión constante que la rodeaba. Sin embargo, había algo que no podía ignorar: Freen.

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Les recomiendo que tengan mucho en cuenta a Nat, es un personaje crucial en la historia. Más adelante sabrán porque.

Mientras tanto, se aceptan posibles hipótesis o teorías. 🥴

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⏰ Última actualización: 5 hours ago ⏰

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