WSA: World Secret Agents

Capítulo 10: Un Beso Accidental

Freen y Becky habían dejado la moto bien escondida bajo un árbol y ahora se adentraban en el bosque, donde la oscuridad era aún más profunda. Los árboles alrededor parecían formar sombras más densas a medida que avanzaban, y Becky, un tanto inquieta, decidió romper el silencio.

—¿Estás segura de que sabes hacia dónde vamos? —preguntó Becky, levantando una ceja mientras apartaba una rama del camino.

—Claro que sí —respondió Freen con confianza, aunque sin mirar hacia atrás.

—¿Y cómo puedes estar tan segura? —insistió Becky, claramente escéptica.

Freen se detuvo un segundo, girándose para enfrentar a Becky.

—Hace algunos meses, encontré por accidente unos planos en la oficina de "Nadie". Parece que planeaban una misión, y este lugar se encarga de robar tecnología valiosa de WSA. Todo encaja, Becky —explicó Freen, con una sonrisa autosuficiente.

Becky asintió, pensativa.

—Sí, he escuchado a algunos agentes hablar sobre eso. Sabía que algo estaba pasando, pero no pensé que fuera tan grande.

Ambas continuaron caminando a través del bosque, tratando de moverse con el mayor sigilo posible. De repente, Freen se detuvo en seco al ver una luz brillar a lo lejos. Era una linterna, claramente alguien que patrullaba el área. Sin pensarlo, Freen se giró rápidamente para buscar otra dirección, pero en su prisa, chocó de lleno con Becky.

Las dos cayeron al suelo, provocando un ruido seco al impactar contra las hojas y ramas. Antes de que pudieran reaccionar, Freen se dio cuenta de que estaba presionando sus labios contra los de Becky. Ambas se quedaron paralizadas por un segundo, sus ojos muy abiertos. El tiempo parecía haberse detenido mientras el contacto accidental las sorprendía.

Rápidamente, Freen se apartó, con el rostro completamente rojo.

—Yo… lo siento, no era mi intención… —balbuceó Freen, claramente nerviosa, mientras Becky la miraba con el ceño fruncido, intentando decir algo.

Pero antes de que Becky pudiera responder, la voz de un hombre se escuchó a lo lejos.

—¿Quién está ahí? —gritó, acercándose con la linterna.

Freen reaccionó en un instante, cubriendo la boca de Becky con su mano y manteniéndose completamente quieta, mientras ambas escuchaban los pasos acercarse. El latido de sus corazones parecía ensordecedor en el silencio del bosque.

Después de unos segundos que parecieron eternos, los pasos comenzaron a alejarse, y la luz de la linterna se desvaneció entre los árboles. Freen suspiró aliviada y quitó su mano de la boca de Becky.

—Lo siento, de verdad —dijo Freen rápidamente, notando que aún estaba encima de Becky y con un leve sonrojo en sus mejillas. Se levantó de inmediato, apartándose torpemente.

Becky, aún algo desconcertada por el incidente, se levantó también, sacudiéndose las hojas y el polvo del pantalón.

—Podrías… intentar no tirarme al suelo la próxima vez —dijo Becky, con una mezcla de molestia y humor.

Freen le lanzó una mirada avergonzada, pero luego sonrió con esa confianza que siempre tenía.

—Lo tendré en cuenta —respondió con una pequeña risa nerviosa.

Becky, aún con el ceño fruncido pero tratando de ocultar su incomodidad, simplemente negó con la cabeza.

—Vamos, tenemos que continuar antes de que alguien más nos vea —dijo finalmente, recuperando la compostura.