CAPÍTULO 9: YO NO SOY TU

115 24 6
                                    

Desde que tenía memoria las comparaciones con su hermano habían sido cosa de todos los días, tal vez sus padres no lo decían en el mal sentido, pero estaba harto de tanta comparación. Él mejor que nadie sabía que no era Itachi, por más que lo intentara no podría igualarlo y mucho menos superarlo, era algo que había asumido hace mucho.

Así que odiaba que la gente se lo recordara constantemente, estaba harto de todo.

—¡Ojalá desaparecieras! —le gritó enfadado la última vez que pelearon.

Esas fueron sus últimas palabras, pero él de todas formas lo había salvado.

—Uchiha-san —llamó Hinata devolviéndolo a la realidad. —¿Va a ir a verlo? —preguntó preocupada.

Esa chica tenía un extraño efecto sedante en él, cuando estaba con ella se podía relajar y ser el mismo. Sentía que no lo juzgaba y que no tenía que ponerse esa coraza que siempre usaba frente a los demás.

No entendía como le había contado sobre lo sucedido a su hermano. Solo había necesitado un abrazo y unas cuantas palabras para que soltara su lengua.

No quería que nadie supiera de sus problemas, había puesto distancia entre su mundo anterior y este, por eso se había marchado de Inglaterra, no quería estar allí recordándole lo sucedido con Itachi.

oOoOoOo Flashback oOoOoOo

Aquella mañana se despertó como siempre, se preparó para ir a estudiar y bajó a desayunar. Hoy le iban a dar a Itachi un premio por alguna cosa grandilocuente que hubiera hecho que ya ni siquiera se molestaba en preguntar. Casi parecía que las personas hacían fila para darle a su hermano algún tonto trofeo o diploma.

Sí, su hermano era genial y posiblemente era la personificación de la perfección, no entendía como era capaz de hacer todo lo que quisiera. No importaba lo imposible o dura que pareciera la meta, él era capaz de lograrlo.

Pronto iba a ser su cumpleaños, pero no sabía que iba a regalarle a alguien que podía tenerlo todo. A medida que fueron creciendo cada vez era más difícil encontrarle algo.

Y aunque muchas veces era algo arisco con su hermano lo amaba. Él y sus padres lo eran su todo y aunque odiaba que lo compararan con él, sabía que no podían evitarlo por lo genial que era Itachi.

—¿Que vas a querer para tu cumple? —dijo Sasuke mientras le daba un mordisco a su tostada.

—Sasuke-kun eso lo tienes que pensar tú. Itachi siempre lo hace y acierta —dijo Mikoto con una sonrisa haciendo que el menor suspirara.

No había pasado ni una hora desde que se había levantado, pero ya llegaba el primer comentario de comparación.

—Cualquier cosa que me regales me hará feliz —dijo Itachi haciendo que Sasuke pusiera mala cara, a veces su hermano era un cursi.

—Gracias, eso me ayuda mucho —dijo irritado. —Me marcho ya —dijo para luego salir.

Estaba seguro, si se quedaba más tiempo su padre le diría alguna cosa sobre su comportamiento, ya que según él a veces era muy susceptible. Ya le gustaría verlo a él en su piel, tener que aguantar que constantemente te comparen no es algo fácil.

—¡Sasuke! —gritó alguien a lo lejos pero no se volteó, esa voz era del molesto Suigetsu. —No seas así, deberías esperarme si me escuchas llamarte —. Se quejó el albino cuando por fin logró alcanzarlo.

El resto del día pasó con tranquilidad, pero para su sorpresa uno de sus profesos lo llamó a la oficina del director.

Si bien no era un chico problemático, tampoco se podía decir que era tranquilo, al menos ser hermano de Itachi le daba ciertos privilegios, ya que como todos sus profesores lo habían tenido de alumno pensaban que era igual de tranquilo que él, teniéndole una confianza ciega. Haciendo que gracias a ello muchas veces se librara de algún castigo.

—¿Ocurre algo? —dijo Sasuke.

No había tratado demasiado con el director Hiruzen, pero no era cómodo verle sonreír de esa manera.

—Sus notas son impresionantes, no hemos tenido un expediente tan impecable desde que su hermano estuvo con nosotros. Queremos galardonarlo por ello —dijo el hombre sorprendiendo al menor, era la primera vez que le daban algo así.

Al principio no supo muy bien cómo reaccionar, pero no pudo evitar que se le escapara una sincera sonrisa, se preguntaba si su padre se sentiría orgullos de él.

Cuando llegó a casa les comentó lo que el director le dijo. Sin tardar su madre se alegró mucho y le comenzó a felicitar por su logro, al igual que Itachi.

—Por fin estás siguiendo el camino de tu hermano. Te estabas tardando —dijo Fukugaku.

Aquello era la gota que colmaba el vaso, no importara lo que lograra.

—¡¿Me estás jodiendo?! —bramó enfadado interrumpiéndolo. —Por fin obtengo un maldito premio y solo eso me dices —dijo indignado.

—Sasuke, papá no lo dice en mal sentido —dijo Itachi intentando calmar los ánimos, pero fue peor.

El menor miró a su hermano, la imagen de perfección que siempre tenía solo lo hacía estar bajo su sombra, jamás le llegaría a los talones.

—Todo es tu culpa. ¡Ojalá desaparecieras! —soltó enfadado, pero ni bien terminó de decir esa frase se iba a retractar, pero la bofetada que su padre le dio hizo que todo pasara a segundo plano.

—¡¿Es que no te sabes comportar?! Ya eres lo suficientemente grande como para hacer berrinches —dijo el mayor con dureza.

Sasuke los miró con profundo odio, estaba harto de todo, por más que se esforzara no conseguiría nada. Daba igual lo duro que lo intentara o lo mucho que se esforzara, para su padre jamás sería suficiente. Nunca podría ser igual que su hermano, no importara lo que hiciera o lo que consiguiera, la diferencia entre él e Itachi era demasiado abismal.

Solo se marchó sin decir nada más, directo hacia su habitación, necesitaba un tiempo para estar a solas. Todavía podía sentir la bofetada de su padre en la cara, pero lo que más dolía era el peso de sus propias palabras. "Ojalá desaparecieras." No quería decir aquello, no lo sentía de verdad.

Notas de la autora: Hola, de verdad que me siento orgullosa por lo que estoy logrando, nunca había escrito tan seguido, pero me siento feliz y espero seguir con esta buena racha.

Gracias por todo, espero que les guste. Me gustaría saber que piensan, déjenme algún comentario.

Ya nos leemos. 

Mi chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora