Hinata explicaba uno por uno los rincones de la escuela, le daba algún que otro dato curioso, incluso intentó soltar alguna que otra broma, pero sin importar lo que ella dijera no era oído por Sasuke. Ella se caracterizaba por ser una persona con mucha paciencia, pero que la ignorara por casi una hora logró que se sintiera algo irritada.
En su justificación el chico ni siquiera se dignaba a darle algún monosílabo a mirarla cada vez que decía algo, solo caminaba.
—Si lo que estoy diciendo es aburrido creo que deberíamos dar por terminado el tour. Estoy segura qué, con lo inteligente que parecer ser Uchiha-san podrá encontrarla las demás cosas solo—dijo tranquila.
Posiblemente la Hinata anterior se habría quedado callada, pero desde lo sucedido con su padre, el haberle enfrentado, había hecho que fuera mucho más valiente con sus verdaderos pensamientos. Ella también era importante y no tendría por qué aguantar a alguien con una actitud tan maleducada.
Sasuke la miró con algo de asombro, por la primera impresión que había obtenido de ella creía que era como un pequeño ratón miedoso y por cómo había aguantado hasta ahora pensaba que no se equivocaba. Verla que podía tener esa expresión en su rostro picó su interés y sus ganas de jugar con ella se encendieron, hace mucho que no le sucedía.
—No estoy aburrido, sino cansado. No sé si lo sabes, pero he tenido que hacer un viaje en avión de más de 13 horas desde Londres para venir aquí y con el cambio de hora aún no he dormido—habló encarándola.
Tan pronto como él terminó de decir aquello Hinata se sintió terriblemente culpable, tal vez había malinterpretado las cosas y lo había juzgado mal. Se sentía muy avergonzada de su actuar.
—Me disculpo, no lo sabía—dijo ella apesadumbrada.
No pudo evitar esbozar una sonrisa burlona, esa chica era divertida, jugar con ella iba a ser entretenido. Después de todo, que era una nueva escuela sin un poco de sexo del que disfrutar. Además, no parecía ser una chica pegajosa, era perfecta como compañera. Estaba seguro qué, detrás de ese uniforme dos tallas más grandes escondía un cuerpo de infarto.
Con pasos felinos y destilando arrogancia se acercó a ella.
—Pero si deseas que te presente atención puedo hacerlo, solo enséñame donde se encuentra mi habitación, o la tuya—dijo susurrándoselo al oído.
Hinata lo miró ligeramente confundida, se preguntó si estaba tratando de coquetearle, pero rápidamente lo descartó, ya lo había malinterpretado antes. Además, él venia de Europa, allí era más normal ser más abierto con las personas, o su japones no era del todo bueno y no se había expresado correctamente.
—Creo que se encuentra bastante cansado, podemos dejar el tour cuando esté mejor—dijo intentando sonar tranquila, aunque sus mejillas se encontraban sonrojadas.
Sasuke no sabía si la chica estaba declinado su ofrecimiento o no lo había cogido. Seguramente no hubiera insistido más, pero esas mejillas sonrojadas le hacían ver realmente apetecible.
—Entonces... ¿Vendrás conmigo a mi habitación? —dijo en tono seductor acercándose de más a ella, aprisionándola ligeramente contra la pared.
Hinata intentó acompasar su respiración, definitivamente le estaba tratando de coquetear. No era la primera vez que algo así le pasaba, pero nunca nadie lo había hecho de manera tan desvergonzada. Se tenía que tranquilizar, sentía como su cercanía no hacía que ponerla más nerviosa y como comenzaba a querer desmayarse.
Negó, ya no era la misma, había decidido cambiar, no podía caer a la primera de cambio. Recordó lo que Temari siempre le decía, "solo muestra indiferencia".
—Claro, he de mostrársela. Además, seguramente querrá dormir—dijo alejándose de él y dándole la espalda mientras se repetía mentalmente que no pasaba nada, que todo estaba bien.
Sasuke se quedó algo descolocado por tremendo plantón que acababa de descubrir, parecía que esa ratoncita estaba llena de misterios.
Tal vez se había equivocado y su tiempo allí iba a ser más divertido de lo que esperó en primer lugar.
—¡Ratona! —la llamó haciendo que Hinata volteara confundida.
—¿Ratona? —dijo ella sin entender logrando ensanchar su sonrisa fanfarrona.
—No recuerdo tu nombre—dijo él como si nada.
—Hyuga, Hinata Hyuga—dijo tranquila, parecía que el chico no la había escuchado cuando se había presentado. —¡Oh! Aquí no se llama por el nombre como en Londres, sino por el apellido, aunque una vez eres cercano a la persona la puedes llamar por su nombre de pila—explicó.
Sasuke alzó una ceja sin entender por qué le explicaba algo tan básico. Entonces cayó en cuenta.
Parecía que la ratona creía que él no conocía demasiado bien la cultura japonesa porque venía de Londres, pero solo había estado medio año allí.
La chica no se daba cuenta, pero le ponía las cosas aún más sencillas.
—Supongo que puedo llamarte Hinata entonces—dijo intentando sonar inofensivo volviendo a sorprender a la chica.
No puedo evitar balbucear por la petición del Uchiha, la había tomado desprevenida, después de todo le acababa de explicar que en Japón primero se llamaba por el apellido.
—¿No puedo hacerlo? —dijo acercándose nuevamente a ella.
—¡Puede! —dijo con un hilo de voz, se podía notar que esta vez estaba algo más altera y eso solo logró que el ego del Uchiha creciera, parecía que no iba a ser tan difícil terminar de conquistar a esa pequeña ratoncita. —Creo que también debería tener en cuenta lo del espacio personal—dijo bajito.
Nuevamente más ganas de molestarla crecieron en el pecho del chico, esa ratona se le hacía más apetecible que cualquier otra chica que hubiera conocido. Cuando se interesaba en una solo tenía que decir alguna que otra palabra para llamar su atención, a veces un gesto solo era suficiente, pero esa chica de alguna manera se seguía resistiendo y aquello comenzaba a gustarle.
Jugar con una presa era lo mejor.
—¿Espacio personal? —dijo aprisionándola contra la pared.
Sus ojos chocaron y pudo notar como sus orbes era de color lila, lo miraba nerviosa y algo curiosa. Nunca nadie lo había mirado de esa forma.
—A-a-a esto me refiero —dijo tartamudeando. —No sé cómo es en Londres, pero aquí respetamos el espacio personal—dijo nerviosa.
—¿Te incomodo ratona? —dijo cerca de su oído.
Hinata lo miró, esa actitud juguetona no parecía que le saliera del todo natural.
Sin poder evitarlo suspiró, sabía que si entraba en su juego solo seguiría que él la arrinconara más, así que tenía que parecer indiferente, justo como Temari le había dicho.
—Como Uchiha-san es atractivo seguro ha conquistado a muchas chicas, no dudo que pronto se convierta un ídolo en la escuela. Pero agradecería que no se comportara de esa manera conmigo, no me interesa—dijo clara y aprovechó a separase de él cuando aflojó su mano de la pared. —Si no me acompaña no podrá encontrar su habitación—dijo para nuevamente emprender su marcha.
Él la miró sin entender, esa chica era una completa contradicción, pero por extraño que pareciera le resultaba bastante entretenida.
Notas de la autora: Hola, la verdad es que no tenía pensado subir el próximo capítulo tan pronto, pero ya saben cómo es mi inspiración. Bueno aquí traigo la siguiente parte, espero que les guste. Por cierto, puede que la personalidad de Sasuke y Hinata vaya a ser algo Ooc.
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Mi chico malo
FanficHinata tenía problemas familiares, ya que su padre siempre la menospreciaba y tenía toda su atención en su hermana, pero gracias a Naruto ella deja de ser tan tímida. Con la llegada de un nuevo chico, el mundo monótono de Hinata se pondrá patas arri...