Lynn apareció justo en el salón de la Mansión Malfoy. Su rostro estaba cubierto por una máscara, pero su corazón latía con rabia. Frente a ella, Bellatrix se inclinaba sobre Hermione, quien yacía en el suelo llorando, víctima de las crueles torturas de la bruja.
Bellatrix alzó la vista, sorprendida por la llegada de Lynn.
—¡¿Qué demonios haces aquí?! —gritó con desprecio—. ¡Esta no es tu misión!
Lynn la ignoró. Sus ojos estaban fijos en Hermione, quien sollozaba de dolor en el suelo. El odio creció en su interior hasta que ya no pudo contenerse. Levantó su varita y, con un movimiento decidido, lanzó un hechizo que hizo aparecer una cuerda mágica alrededor del cuello de Bellatrix, apretando con fuerza.
—Te lo advertí... —susurró Lynn, con la voz cargada de una ira contenida—. Te dije que no tocaras a Hermione. Y ahora... pagarás por ello.
Bellatrix intentaba liberarse de la cuerda que la estrangulaba, pero Lynn la mantenía firme. Cada segundo que pasaba, la bruja oscura perdía fuerzas, mientras los ojos de Lynn reflejaban un odio profundo.
De repente, un hechizo estalló cerca de donde estaba Lynn, obligándola a soltar a Bellatrix. Era Narcissa Malfoy, quien había llegado al salón, varita en mano.
—¡Suficiente! —gritó Narcissa, lanzando otro hechizo hacia Lynn, quien apenas pudo esquivarlo.
En ese instante, el caos estalló. Hechizos volaban por todo el lugar. Harry y Ron entraron corriendo para ayudar. Harry, rápido con su varita, logró aturdir a varios mortífagos mientras Ron trataba de desarmar a Draco. Lynn, con un movimiento ágil, desarmó a Draco sin dificultad.
El conflicto estaba a favor de los jóvenes cuando un grito agudo resonó en el salón. Bellatrix, con rapidez, se levantó y sujetó a Hermione de nuevo, esta vez presionando un cuchillo afilado contra su cuello.
—¡Deténganse todos o la mato! —vociferó Bellatrix, con los ojos brillando de locura.
El salón se sumió en un profundo silencio. Hermione jadeaba, su rostro pálido por el miedo.
—Tiren las varitas al suelo —ordenó Bellatrix. Los tres, Harry, Ron y Lynn, obedecieron lentamente, dejando caer sus varitas al suelo.
Lynn, con la máscara aún en su rostro, observaba la situación con impotencia, mientras Bellatrix comenzaba a hablar con una sonrisa retorcida.
—Miren... El rostro de Potter está tan limpio como nuevo... —se burló Bellatrix—. Justo a tiempo para la llegada de nuestro Señor Tenebroso.
Lynn apretó los puños con fuerza, sintiendo la rabia arder en su interior. Hermione seguía llorando y Bellatrix volvió a girarse hacia ella.
—Llámalo —exigió Bellatrix, mirando a Lynn con un tono amenazante—. Llámalo, y serás la siguiente en morir. Te matará junto a estos traidores.
Lynn negó con un pequeño movimiento de cabeza, pero antes de que pudiera hacer algo, Lucius Malfoy levantó su manga y presionó la Marca Tenebrosa en su brazo, invocando a Voldemort.
De repente, un sonido inesperado interrumpió la tensión. Todos alzaron la vista hacia el gran candelabro que colgaba sobre el salón. En lo alto del candelabro estaba Dobby, el elfo doméstico. Sin dudarlo, Dobby soltó el candelabro y este cayó hacia Bellatrix, quien soltó a Hermione para salvarse.
—¡NOOOO! —gritó Bellatrix mientras saltaba a un lado para evitar ser aplastada. Hermione fue empujada hacia un lado, y Lynn corrió hacia ella, atrapándola en sus brazos.
Hermione, temblorosa y débil, alzó la vista hacia Lynn, sin reconocerla por la máscara que aún cubría su rostro.
—Eres tú... de nuevo... —susurró Hermione antes de cerrar los ojos, agotada.
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SCARS | H.GRANGER|
FanfictionLynn black iniciará su tercer año en hogwarts, después de estar al borde de la muerte gracias a su grupo de amigos y de vivir todos los horrores posibles junto a la familia Malfoy, llega un nuevo reto para ella, su padre escapó de prisión y desea ma...