TN es una obsesionada por lo tecnológico, la medicina, robótica, anatomía e innovación de las tics. Lo que la llevará a realizar diferentes experimentos que puedan saciar su curiosidad por siempre mejorar cada rincón que pueda tener tecnología para...
Obviamente tú no obedeciste. Ya van dos veces que ocurre en menos de un mes que llevas en Star Park. Aunque la primera fue para despistar tu presencia y no sirvió de nada, ya que igual te capturaron.
Esta vez no sabías por qué estaba sucediendo el ataque. En una de las pláticas casuales que tenías con Larry te comentó que por lo menos, una vez al mes atacan a todos los brawlers y/o trabajadores del lugar; pero quien sea que esté detrás de todo esto debe tener intenciones muy interesantes.
Un breve terremoto sacudió el edificio y te asomaste a la ventana para saber qué ocurre. Abriste ambos ojos cuando viste un robot gigante con púas en sus manos y a muchas personas tratando de derribarlo con diferentes armas, todos haciendo lo que podían y algunos mal heridos.
Inmediatamente recordaste aquella mujer que te cuidó en tu infancia y te mostró el arte de construir motores y armas inofensivas; era una chica jóven, con un diente de oro que estaba obsesionada con las conspiraciones y te contaba sobre un supuesto lugar donde utilizan el control mental en las personas para hacerles creer que vivían una fantasía. Tú creías que era un cuento, ya que por las noches tus padres le encargaban que durmieras con cuentos de hadas, y en lugar de tomar uno de tus libros infantiles, se ponía a contarte este tipo de historias. Siempre fue una buena mujer, le tomaste muchísimo cariño, más que a tu propia madre, y gracias a ella nació tu pasión por la mecánica y la robótica clásica.
Un día, encontraste unos planos que le pertenecían, para sorprenderla quisiste replicar ese prototipo, lo construiste, armaste y le diste el funcionamiento de reproducir la radio, dar la hora y la fecha. Tenía una luz azul en lo que parecía ser su lente y podía caminar hacia donde le llamaran con un silbido que sólo tú y aquella mujer sabían imitar.
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Para tus siete años ya era un gran logro haber creado algo sin instrucciones ni saber leer. Simplemente ensamblando objetos aleatorios, cables, engranes y demás basura que encontrabas en la caja de desechos que ella a veces cargaba.
Te quedaste inmóvil al ver a ese "pequeño" robot que alguna vez fue del tamaño de la palma de tu mano y que habías fabricado de niña. Estaba frente tuyo a muchos metros de distancia, tan imponente, gigante y agresivo. La luz que tu recordabas azul, era ahora una luz roja que denotaba maldad. Respiraste fuerte y pesado.
De nuevo, otro recuerdo surgió de tu mente.
Era esta joven, que llegó con pánico a la casa de tus padres por ayuda, su hija había sido víctima de un atentado en un famoso parque; no podías ver bien lo que ocurría desde tu alcoba, así que sólo alcanzaste a escuchar esa información porque ella lo gritó, y no pudiste saber decían a continuación ya que bajaron la voz. Luego de unos minutos se fue furiosa agarrándose fuertemente del hombro y mientras se alejaba viste una de las escenas más aterradoras, puesto que tu niñera favorita había perdido un brazo dejando un gran camino de sangre en cada paso que daba.
