El Şehzade Suleiman queda totalmente enamorado por una nena que le sirve a su madre, la dama de la Kadin Ayşe Hafsa. El convence a su madre de que la meta en su harem .
Soy Álex, ahora Mahidevran Gülbahar, no dejaré que su historia pase así, haré qu...
Mis pequeños bebes estaban dormidos, hoy era su día, cumplen un año por fin.
Los pongo en contexto, gulfem ya no era kadin y no se encontraba en la capital, fue trasladada de manera temporal. La salud de su hijo era un desastre y al parecer uso eso para volver a la capital, lamentablemente para ella cuando llegara quiza estemos en un funeral.
La peor villana es la que no se arrepiente, y no me arrepiento, si me toca derribar todo estambul por mis hijos lo hare, mis hijos estan por encima de todo.
- Gulsah, estas decoraciones ponlas alla -
- De acuerdo Sultana -
Ahora que lo pienso Hurrem ya debe estar embarazada y estoy segura de que lo sabes, maldita. Si a esa perra se le ocurre opacar la felicidad de mis hijos por su embarazo.
- Sultana el Sultan la llama -
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- Sultan -
- Mahidevran, ten, este es el regalo de mis hijos -
Mire las cunas llenas de esmeraldas y diamantes, cuna bañada en oro.
- Nuestros hijos ya tienen unas cunas -
- Pero de madera Mahidevran -
- Si tienes razón - vendería las cunas de oro, para que las necesita, mis hijos estan creciendo y esto no perdona nada de su ignoracia hacia nuestros hijos.
- Bien, si eso es todo me retiro-
- No, estoy harto ¡¿Qué es lo que debo hacer para recuperar tu amor?! -
- No se de que habla sultan -
-¡ Me desprecias!, ¡Me ignoras! - - !Ya no eres la misma! -
- Usted me hirió, me dejo de lado, no me pida algo que usted no cumple sultan -
- ¡No!, dime ¡Suleyman! O Soleiman, ¡Vuelve a ser mía! - dijo con lagrimas en los ojos
- Usted hizo lo que quiso, usted nos dejo de lado, cree que con unas cunas bañadas en oro volveremos, mis hijos aprendieron a caminar y no los vió,mis hijos aprendieron a hablar y usted no estuvo ahí - dije soltando unas lagrimas.
- ¡Pideme lo que quieras pero perdoname! -
Lo mire indecisa, me di la vuelta para retirarme de la alcoba.
- Por favor, si quieres me arrodillo, hago lo que quieras seré tu esclavo - tomo mi mano para detenerme y cuando me di la vuelta ahí estaba él arrodillado como un perro por mi, sonreí en mis adentros, pero que facil eres de manipular.
Lo excitante que es tener a los hombres arrodillados, aclamando por ti, dios que delicioso.
Suleyman me miro suplicante, con sus ojos azules llenos de lágrimas, arrodilla pidiendo perdón.
