21. Despertar juntos

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La luz del sol artificial que entraba por las persianas golpeó los parpados de William, igual de molesta que en la vida real, solo algo más suave a la hora de despertarlo de su sueño sin pesadillas. Mientras abría los ojos, sintió el peso de algo moviéndose junto a él, enterrado entre sus brazos y con su cabello alborotado haciéndole cosquillas en la barbilla.

Abrió lentamente los ojos y se encontró con una vista que lo dejó sin habla; Max tenía un rostro lindo, sí, pero comúnmente estaba lleno de burla y animosidad, ya sea por su trabajo o lo estresado que pasaba sus días, y las únicas veces que seguía luciendo feliz era cuando trabajaba como maestro para los niños del cuartel e iba corriendo con Will entre lágrimas a mostrarle un dibujo que los pequeños le hicieron con cariño.

Pero nunca lo había visto así. Pacifico. Tranquilo.

Los ojos de Max estaban cerrados firmemente, marcados por ojeras tan profundas que ya ni se molestaba en usar el corrector que le mostró a Will y un par de pestañas tan oscuras y espesas que le recordó a Will cuando Max se molestó con él al preguntarle porque diablos compró más rímel.

Su boca estaba abierta un poco, un pequeño hilo de baba cayendo de su boca a sus labios, haciendo que William guardara la memoria para burlarse después, y du respiración era calmada y lenta, mostrando que estaba profundamente dormido en el pecho de Will, agarrado a él como si fuera un koala y aplastando una de sus mejillas contra la tela del pijama que le compró en una de las veces que pudo sacarlo del cuartel discretamente.

Sus mejillas estaban sonrojadas y llenas de vida, dejando atrás la palidez demacrada que tenía casi toda la semana cuando no dormía e insistía en trabajar todo el día. "Es mi deber" le decía Max "Eres estúpido" le respondía Will antes de arrastrarlo a la cama.

Y su cabello, dios, ¿acaso era posible que un desorden se volviera más caótico? Los mechones negros del cabello de Max se levantaban a todos lados, uno arriba, otro a la izquierda, unos tantos descansando sobre su oreja y unos cuantos cubriendo sus ojo, obligando a Will a moverlos delicadamente para poder admirar el rostro de aquel que fue su verdugo y ahora era una masita un sus brazos, en la cama y habitación que el mismo insistió en hacerle, llena de fotos y polaroids mal tomadas de ellos, enmarcadas en marcos y paredes de colores que William nunca escogería pero Max si, y eso era suficiente.

La mano de William comenzó a hacer círculos perezosos en la espalda de Max, acariciando los pliegues y dobleces de su piel, trazando las cicatrices y jugando con el elástico del corpiño deportivo que le obligó a usar luego de que pasó casi tres días usando su binder, incluso después de haberlo regañado anteriormente.

Y Max se movió, poco a poco, despertándose cómodamente a base de suaves toques y caricias, mirando a Will con ojos apenas y abiertos y una sonrisita que derritió su corazón de una manera que le daría asco a su yo anterior.

"b...nos d...a...s..." balbuceó Max suavemente mientras se tallaba el ojo, enterrándose en el cuello de Will y respirando hondo, todavía medio dormido

Will rio suavemente, moviendo su mano al pelo de Max y peinándolo gentilmente con sus dedos "Buenos días, Max...¿haces el desayuno o lo hago yo?" le preguntó, ignorando lo incompleto de sus balbuceos.

"Nada...Quédate... No te quiero soltar." Le respondió Max agarrándolo más fuerte, tomando un poco de dicción en su estado adormilado, pero sonando igual de cansado

Will solo sonrió, su corazón lleno al rodear a Max con sus brazos otra vez y besar su cabeza, el olor dulzón de su shampoo llenando su nariz agradablemente.

"Okay. 5 minutos más."

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⏰ Última actualización: Oct 29 ⏰

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🐇🔪Tonotos🗡️🐈⬛ | DollBunny | Flufftober 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora