Dia 16: Rhea Ripley x Drew Mcintyre

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"Remedios caseros"

Drew Mcintyre es orgulloso.

Rhea lo sabe y lo confirma nuevamente cuando a pesar de estar temblando por la fiebre es incapaz de admitir que está jodidamente enfermo. Su ceño se mantiene fruncido mientras escucha a la gótica mover cosas en la cocina.

¿Cómo terminó ella ahí?

Realmente Drew no tiene una explicación para eso, Rhea siempre aparecía de una forma u otra para salvarlo al último minuto. Lo hizo cuando él se lesionó por irresponsable y no le dijo a nadie, asegurándose de que nunca faltara el hielo en su camerino y dejándole en claro a Pierce que solo daría promos esa semana. O cuando su auto se averió en medio de un viaje largo y ella fue la única que pudo ir a auxiliarlo con una rueda de repuesto y una risa burlona al verlo enojado bajo el sol.

Ahora la situación se repite cuando él tiene un resfriado de los mil demonios porque no quiso hacerle caso cuando ella le dijo que era mala idea ir a la playa ese fin de semana porque era tiempo de tormentas. Drew la mandó al carajo y terminó llegando a casa empapado cuando las palabras de ella cobraron sentido.

La escucha acercarse pero prefiere mantener la vista en la mesita de café frente al sofá donde está acurrucado. Lo primero que hizo Rhea al llegar fue decirle que parecía un gato callejero recién rescatado.

-Toma –Ella lo llama, extendiéndole una taza de líquido humeante

-¿Qué es esto? –Él lo huele con sospecha, disimulando lo bien que se siente el vapor tibio en su rostro

-Te hará sentir mejor –Es lo que ella responde y se acurruca junto a él

Drew intercala una mirada entrecerrada entre ella y el vidrio de la ventana donde las gotas de lluvia golpean violentamente.

-¿Cómo sé que no es veneno y te estás deshaciendo de mi para que cancele mi lucha contra Priest?

Ella bufa divertida.

-Envenenar a alguien es demasiado amable para mí, me gusta la sangre, pude apuñalarte con el cuchillo que usé para cortar el limón –Ella narró con tranquilidad

Drew sonríe muy suavemente y toma un sorbo, impresionado por lo bien sabe.

-¿Limón? ¿Qué más tiene? –Pregunta, simulando poco interés

-En su mayor parte son hierbas, mi mamá solía prepararlo para mi hermana y para mí cuando enfermábamos –Ripley sonríe al recordar a su familia- Es una receta casera

-Siempre supe que eras una bruja –Él asiente- Ahora haces pócimas con hierbas

-Yo una bruja y tú un maldito terco –Rhea sentencia

-¡Hey, no creas que...!

-Cállate, siéntate, toma tu té y deja de ser una perra llorona –Ella lo hace sentarse de nuevo

Él maldice en voz baja y se toma lo que queda en su taza.

Al final del día todos tenemos un distinto lenguaje del amor.

𝓞𝓷𝓮-𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓞𝓬𝓽𝓾𝓫𝓻𝓮 ᴿʰᵉᵃ ᴿⁱᵖˡᵉʸ ˢʰⁱᵖˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora