𝓞𝓷𝓮-𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 ᴿʰᵉᵃ ᴿⁱᵖˡᵉʸ ˢʰⁱᵖˢ

Día 17 y 18: Rhea Ripley x Cody Rhodes

"Día de gala" "Baile lento"

Toca el timbre con el corazón en la boca. Mira hacia abajo para asegurarse que luce bien, su traje es negro con destellos azules, su cabello rubio está bien peinado, sus zapatos brillan de limpios y el pañuelo en su bolsillo sobresale lo suficiente para que ella note que decidió usar uno morado precisamente hoy.

Tiene un ramo de rosas rojas en la mano y traga saliva cuando escucha que quitan los seguros de la puerta. Una figura enorme tapa la entrada y lo observa con el ceño fruncido.

-Buenas noches, Priest –Cody lo saluda con una sonrisa amable

-Hola, Cody –El boricua suaviza un poco el gesto y se apoya en el marco de la puerta- ¿Intentas impresionar a Rhea con rosas rojas?

-Pensé en traerle negras pero no quiero parecer Dominik Mysterio –El rubio hace una mueca y Damián asiente con él

-Deja de asustar al hombre, Priest –Se escucha la voz de Rhea en el fondo y el sonido de los tacones lo absorbe

Ella luce preciosa.

No, eso es poco, ella es la belleza hecha carne.

Rhea lo mira y Cody tiene que sostener con más fuerza las flores porque siente que las dejará caer.

Su vestido es oscuro, y si no fuera por la luz que hace brillar los pequeños cristales azules él podría jurar que es negro. Delicados tirantes lo mantiene sujeto desde el cuello, y Rhodes tiene que poner esfuerzo en que sus ojos no permanezcan mucho tiempo sobre el profundo escote en V que deja ver un poco de su tatuaje... las runas de su rodilla asoman en la abertura de la pierna.

Pero lo que realmente lo dejó sin aliento fueron sus ojos. Los zafiros que lo habían enamorado rodeados de tonos grises y un azul tan profundo como el de su vestido, las largas pestañas rizadas batieron en su dirección dejándolo sin aliento.

Rhea Ripley es una mujer hermosa.

-Parece que el impresionado fue otro –Damián se ríe abiertamente y Rhea le da una mirada de reprimenda

-¿No tienes tus propios asuntos con Kayden que resolver? –Ella cruza los brazos haciendo énfasis

-Take it easy –Él alza las manos en rendición. Luego le dirige una mirada ruda a Cody- Cuídala, tráela a casa temprano y no te pases de listo o iré por ti, no me importa que seas el campeón, te arrancaré la cabeza si la haces sentir incomoda

-Dios Santo, basta –Rhea bufa avergonzada y jala a su gemelo dentro del departamento, cerrando la puerta luego de darle un beso en la mejilla- No le hagas caso a Priest, actúa como un padre sobreprotector

-Y tú eres una hija adolescente insolente -Cody sonríe

-La mayor parte del tiempo –Ella también sonríe

Se quedan un momento observándose torpemente, ella gira el rostro en un intento de disimular el sonrojo que la invade cuando él la observa con tanta adoración.

-Luces preciosa, Muñeca –Él al fin dice, su voz mucho más suave de lo que ambos esperaban

Rhea siente su corazón volverse loco cuando lo escucha llamarla así. Puede contar con una mano las veces que Cody Rhodes le ha dicho "Muñeca", siempre en momentos donde sabe que nadie podrá oírlos, esos escasos minutos donde se permiten ser solo ellos dos entre una infinita cantidad de problemas.

-Muy galante, Champ –Ella responde con burlas, pero Cody sabe que es su forma de aceptar cumplidos

Llegan al evento y Cody se maravilla en la forma en que Rhea admira todo a su alrededor, el salón es enorme, con diseños arquitectónicos intrincados e impresionantes. Los ojos azules de la pesadilla iluminados por lo desconocido recorren ansiosos cada detalle, sin percatarse del otro par de zafiros que los observan.

Cody la observa con el silencio que le han dejado todas sus preguntas, en un mundo donde todo parecía predecible y ordenado, ella apareció como un huracán, trastocando cada uno de sus sentidos. Es rebelde y altanera, una flor salvaje en medio de un jardín bien cuidado. Su belleza es indomable, no solo en su apariencia, sino en cada uno de sus gestos desafiantes.

Sabe que Rhea es todo lo que prohíben sus valores, aquellos que han guiado toda su vida, le advierten de su naturaleza libre y desafiante. Sin embargo, su corazón, esa brújula impredecible, ha encontrado en ella un norte inesperado. Él no buscó enamorarse de ella; no buscó ser arrastrado por su torbellino. Pero su risa, su espíritu indomable y su capacidad para vivir sin ataduras lo cautivaron por completo.

Ella es todo lo que él llamaría peligroso, y, sin embargo, es en su presencia donde ha encontrado una parte de sí mismo que desconocía. Cada mirada suya, cada palabra, es una chispa que enciende un fuego incontrolable en su alma. Ella no solo ha desafiado su mundo, lo ha reinventado.

Amarla es mi paradoja más hermosa: un sentimiento que desafía la lógica, pero que, sin duda, es el más puro y auténtico que jamás ha conocido. Y así, atrapado entre el deber y la pasión, Cody elije dejarse llevar por el viento de su esencia, encontrando en su rebeldía el amor más verdadero.

Cuando la música los alcanza en la pista, sus manos se encuentran con una delicadeza que oculta la intensidad de sus emociones. Con un suave suspiro, comienzan a moverse al compás de la melodía, cada paso una conversación silenciosa.

Los dos se sienten envueltos en una burbuja de intimidad, como si el resto del mundo desapareciera. Sus ojos se encuentran, y en esa mirada compartida, hay un millón de palabras no dichas. Cada giro, cada toque sutil, es una promesa sin pronunciar, una declaración de amor que aún no se atreve a salir a la luz.

Porque ninguno está listo para admitir que es amor.

A medida que la música avanza, se acercan más, sintiendo el latido del otro como un eco propio. El ambiente está cargado de una tensión dulce, un anhelo palpable de revelación. Pero en este momento, solo el baile importa, un lenguaje único que expresa lo que las palabras aún no pueden.

El baile de gala continúa, y aunque sus labios permanezcan en silencio, sus corazones laten al unísono, sellando una promesa de lo que está por venir. Bajo la luz de los candelabros, en la magia de la noche, sus sentimientos secretos brillan tan claramente como las estrellas sobre ellos.

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Estos decidí hacerlos juntos porque me gustó bastante el resultado