La Sabiduria Del Viejo Ermitaño

Capitulo 9

Bakugo habia escuchado la gilipolles mas estupida de todas las que escucho en sus 15 años de vida

Una tecnica marcial capaz de
igualar o superar un quirk

Incluso si alguien entrenara lo suficiente como para ser un excelente peleador, no habría manera de que eso pudiera superar un Quirk. Saber pelear te daba ventaja, sí, pero en el mundo de los héroes, el poder lo era todo. Técnicas sin un Quirk... simplemente no tenían lugar en esta sociedad

-¿Una técnica marcial que puede rivalizar con un Quirk? -repitió con incredulidad, casi soltando una carcajada de lo ridículo que sonaba-. ¡Eres un puto idiota, Deku

Bakugo hizo pequeñas explosiones en sus manos mientras hablaba, chispas de luz acompañaban el sonido agudo de las detonaciones, como si quisiera enfatizar sus palabras.

-No importa cuánto entrenes, no importa cuántas técnicas raras aprendas... -dijo con una sonrisa torcida, las explosiones haciéndose más fuertes-. Nunca vas a superar a alguien con un verdadero Quirk.

Las chispas iluminaron brevemente la habitación, haciendo que el ambiente se volviera más tenso. Izuku retrocedió un paso, pero mantuvo la mirada baja, sabiendo que cualquier respuesta solo provocaría más ira en Bakugo.

Y asi se quedaron en un denso silencio...

Desde abajo, la voz de Mitsuki resonó en la casa, cortando el silencio:

-¡Niños, la cena está lista! ¡Bajen a comer!

Bakugo soltó un gruñido, levantándose de la silla de manera brusca. Se giró hacia Izuku, con una expresión que no dejaba espacio a dudas.

-Si de verdad crees que esa mierda de técnica te hace mejor que yo... entonces haremos lo siguiente -dijo con voz firme, sus ojos llenos de desafío-. Lucharás contra mí.

Izuku sintió cómo su cuerpo se tensaba ante la propuesta.

-P-pero Kacchan, yo perdería... no soy tan fuerte y- empezó a decir Izuku, pero fue interrumpido de inmediato.

Bakugo alzó la mano, silenciándolo con un gesto, su tono era tranquilo, pero no dejaba lugar a dudas.

-Cállate, nerd. No aceptaré un "No" por respuesta -dijo, dirigiéndose hacia la puerta con pasos firmes-. Mañana por la tarde, en la playa Dagoba. En ese basurero nadie nos molestará.

Antes de salir, se giró una última vez.

-Ahora termina de cambiarte y baja. Antes de que la vieja bruja venga a buscarnos -añadió con una mueca burlona, antes de salir de la habitación.

Bakugo salio de la habitacion

Izuku se quedó solo en la habitación por un momento, sintiendo todavía la tensión en el aire luego de la salida abrupta de Bakugo. Con un suspiro resignado, empezó a cambiarse, retirando el uniforme escolar para ponerse algo más cómodo. Mientras lo hacía, trataba de calmar sus pensamientos, aunque las palabras de Bakugo todavía resonaban en su mente.

Bajó las escaleras en silencio y llegó al comedor, donde Mitsuki y su madre, Inko, ya estaban sentadas y sirviendo la comida. Mitsuki sonrió al verlos entrar, rompiendo el ambiente tenso con su energía habitual.

-Bueno, ya era hora. ¡Creí que iban a necesitar una invitación especial para bajar! -dijo Mitsuki, soltando una pequeña risa que llenó el comedor.

Izuku e Inko intercambiaron una mirada y una sonrisa tímida, mientras Bakugo se sentaba en silencio, clavando la mirada en su plato. La charla en la mesa transcurrió animada, con las dos madres compartiendo historias y risas, creando un ambiente cómodo y cálido.