[capitulo 18]

39 1 0
                                    

Mica...

   Sinceramente Aiden no es tan malo, desde el cuarto puedo escuchar como tararea algo mientras cocina, huele bien, no sabía que era bueno cocinando, pero, me llevé la sorpresa del día.

   Ya no lo odio, me ha demostrado ser una buena persona, tener un corazón, por más que intenté levantar las murallas más altas, el terminó cumpliendo su promesa y las derribó una por una, aún no sé si lo amo, si me gusta o algo, por ahora lo veo como un acompañante, no diría que como amigo ya que sería muy poco, pero tampoco diría algo más.

   Aveces me asusta este sentimiento que se que se está creando, no es como con Rafael, apesar de que lo amé intensamente, este sentimiento que se está desarrollando puedo sentir que se vienen con todo, que será mucho más fuerte y me aterra la idea.

   Pierdo mi tiempo en las redes sociales, hago un poco de trabajo, todo en espera de que el chefcito de Aiden ya tenga todo listo, la espera es larga, tan larga que una idea se me viene a la cabeza.

   Busco en mi armario a mi víctima «vingo», hace unos días fuí de compras a Victoria's Secret, necesitaba ropa interior, ya que el billonario que tengo aquí cerca cocinándome «suena fabuloso» se ha quedado con mis bragas o las ha roto.

   No tenía planeado hacer la gran compra, pero al llegar al lugar una lencería me fascinó, odio la idea de aceptar que lo pensé en usarlo con Aiden y por eso lo compré, pero tampoco me miento tanto.

   Al ver esa lencería fascinante en el maniquí mi mente instantáneamente se vió con Aiden, lo compré par ellos y creo que es el momento de hacerlo.

   Me dirijo al baño y preparo toda la sorpresa, tomo una pequeña ducha, me depilo y humecto mis extremidades y me pongo esa lencería roja que se que volverá loco a Aiden, cubriéndome con una bata de seda a juego, me hago una maquillaje seductor y salgo cuando Aiden a terminado.

   Aiden se va a morir.

   Detallo la reacción de Aiden, veo su mirada recorrerme por todo el cuerpo creando una onda de calor que se concentra en mi entrepierna. A medida que avanzo la bata deja ver la lencería roja, que deja expuesta partes de mi cuerpo y marca mis curvas, además de sus accesorios que me hacen ver sexy.

   Las pupilas de Aiden se dilatan, hasta perder el gris de sus ojos, lo puedo ver tragar profundo, marcando su manzana de Adán y noto sus músculos tensarse, resaltando, aunque lo que más resalta es su bulto en su entrepierna, totalmente erecto.

— Joder Mica, me vas a matar — Escuchar su voz ronca y profunda decir eso, es lo que más excita.

Avanzo libremente detallando el festín que me ha preparado, todo luce delicioso, sin embargo; tengo antojo de otra cosa.

— Huele muy bien, muero por probar estás delicias

   Mentiría si digo que no es apetecible, pero está claro que ahorita ninguno de los tiene apetito para eso, antojamos, otro tiempo de comidas.

   Me coloco en un ángulo donde me pueda percibir y apreciar de la mejor manera, entonces, con su mirada encima de mi, voy desatando la bata lentamente, la dejo caer poco a poco, dejando expuesta mi lencería por completo, sonrío con toda la picardía que tengo y muestro mis expresiones más sexys.

— Pero por hoy, quiero comenzar con el postre

   Eso fue suficiente para que Aiden saliera de su trance y viniera por mí.

   Me toma de la nuca y me acerca a el, me besa, me besa con tantas ansias y deseo que me es difícil seguirle el ritmo.

   Enrollo mis piernas en su cadera y seguimos con el apasionado beso, paso mis manos por su torso y subo hasta sujetarlo del cuello, juego con su pelo y parece prenderlo más, siento como mi espalda choca con una pared y siento como sus manos amasan y moldean mis muslos y culo.

Serás MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora