[capitulo 10]

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Mica...

Nos besamos apasionadamente, siento como nuestros cuerpos se erizan con el tacto, acaricio su cabello y el me agarra de la cintura, nuestras bocas se coordinan perfectamente, creando una danza con nuestras lenguas probando así nuestros sabores.

Poco a poco el beso se fue tornando más deseoso, más urgente, terminando por dejarnos sin aire, nos separamos para tomar aire y me fijo en sus ojos, son grises, del color de las nubes cuando están por llover, pero tiene las pupilas tan dilatas que ese hermoso tono grisáceo casi se pierde.

Me mira con deseo, demasiado deseo así como yo lo miro a el, detallando si belleza irreal a cada momento.

Seguimos besándonos y lo guíe hasta la habitación, casi me caigo cuando abrí la puerta, pero su agarre en mi es tan firme que me sostuvo de inmediato.

Fuimos quitándonos nuestras prendas dejándolo con el torso desnudo y yo en ropa interior, pase mi mano por todo su abdomen, detallando en la perfección de sus pectorales, su cuerpo super definido y ejercitado.

No puedo evitar morderme el labio presa del deseo, dirijo mi boca hacia si abdomen y voy pasando mi lengua por todos mis pectorales, acariciandolo con mi mano, subiendo por si cuello hasta chupar este.

Aiden rodea mis curvas con sus grandes manos, así descalza se nota más nuestra diferencia de estatura, debe medir casi 2 metros y yo apenas y llegó a medir 1. 60 m.

Muy chiquita lo sé, pero acostumbro a poner tacones altos y con eso se disimula.

Con sus manos me nalguea y juega con mis nalgas a su gusto, nos terminamos de quitar todas las ropas, quedando totalmente desnudos, Aiden admira mi cuerpo y yo el suyo, siendo presos de la lujuria.

Es como si nuestros cuerpos tuvieran una especie de imán, que se atraen solos, como si fueran dos piezas de rompecabezas, que encajan perfectamente, como si fuéramos creados a la medida porque encajamos perfectamente.

No lo puedo negar, tengo miedo, mucho miedo por desarrollar sentimientos hacia Aiden y cualquier otro.

No será lo mismo, yo ya cambié, tengo que despejar a mi mente de cualquier pensamiento que vaya encontra y concentrarme en mis metas.

«solo será hoy» repite mi mente una y otra vez, permitiendome dejarme llevar al 100%.

Aiden masajea y chupa mis pezones, juega con ellos y se concentra en darme placer, me deja chupetones por todo el cuerpo, al igual que besos humedos.

Agarro su miembro y empiezo a jugar con el, masturbandolo con el movimiento, siendo delicada al principio pero subiendo el ritmo hasta darle placer y dejar que se corra en mis tetas, quedando así empapados de su semen que fue mucho por cierto.

Me sigue besando, nalgueandome a su antojo hasta que mis nalgas quedan de color rojo carmesí, entonces, va por un condón a su pantalón y se lo pongo con la boca, no sin antes darle un buen oral, o el inicio de este, porque se impacientó y terminó metiendo su pene en mi vagina, encajando perfectamente de nuevo.

Su tamaño es grande y ancho, muy grande y deseable, tiene las venas muy marcadas y parece que van a explotar, todas estas estructuras se sienten en las caras de mi vagina, una vez me acoplo a su tamaño empieza a moverse conmigo encima, buscando un ritmo constante que nos da placer a los dos.

Me acuesta en la cama poniéndome en cuatro, y me da desde atrás, es muy duro, jamás lo había hecho así, pero por alguna razón me fascina «no mientas, cuando estabas super borracha igual lo hicieron así» okay, nunca lo había hecho así conscientemente.

No tardamos mucho y nos corremos, liberando una gran carga y tensiones con eso.

El se acuesta y se me muy sonriente, me mira y no deja de sonreír, con su mirada siento como si estuviera mirando lo más hermoso del mundo.

Serás MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora