Serás Mía

[Capitulo 14]

Advertencia: este capítulo está alto en coquetería, omitir la lectura si no se quieren enamorar de Aiden Scott.

Mica...

  Aiden se estaciona en frente de un McDonald's, el mejor de la ciudad me atrevo a decir.

  Su Tesla es el carro más lujoso en el estacionamiento, era de esperarse, como siempre llena literalmente todo el estacionamiento por las camionetas de sus guardaespaldas.

  No entiendo para que necesita a tantos, ya se que es un billonario de renombre, pero tampoco es para tanto, además todos sus guardaespaldas se ven super eficientes.

  Le hago pasa al McDonald's, su cara de desagrado ya era de esperarse, tampoco es tan malo, ¿No? Pues la verdad yo lo veo bien, al final le terminará gustando como la pizza de Domino's, aunque con los planes que tengo espero que le desagrade.

  Se percata de que lo observo y me sonríe, mostrando su perfecta sonrisa blanca, borrando todo rastro de desprecio, trago ondo, vaya, creo que no será tan fácil.

  Esta vez yo me siento y el pide la orden, no tengo ni idea de que habrá pedido pero estoy segura de que no tiene ni la remota de idea de lo bueno y no tan bueno de aquí.

  Regresa otra vez con su cara de desagrado «bingo» pero entonces me ve y se le vuelve a borrar «maldita sea» intento disimular lo tensa que me siento.

  No sé dónde jodidos sacó un whisky, pero aquí lo tiene, bebiendo como si fuera agua, «por dios, que buen aguante» y es que yo tomo un poco y ya soy una borracha total.

  Me ofrece pero instantáneamente me niego, me siento tensa, pero no incómoda, quizás es porque estamos en un lugar público o yo que se.

- Estás muy callada hoy, ¿por qué, nena? - ya se había tardado en sacar tema de conversación.

- Oh, no es nada, es que solo no sabía de qué hablar y ya - encojo los hombros para restarle importancia.

- ¿Me crees idiota? Te he visto y estás tensa - ¿Tan obvia soy? - no quiero que estés así, vamos Mica, disfruta de esta cita y aprovéchate de mi - si sigue así no me quedará de otra que sacar mi niña caprichosa interior.

- No te recomendaría sacar mi lado caprichosa, estamos bien así, mejor dime, ¿qué opinas de este hermosos establecimiento? - Observa todo, con cara de desagrado «bingo» pero otra vez borra su cara al verme.

- Podría ser mejor, pero por el simple hecho de tener tu compañía es simplemente, perfecto - me sonríe, basta, se supone que debería quejarse, no decirme cosas lindas.

- No es necesario mentir por convivir, se sincero, en un momento probarás la deliciosa comida - hago gestos de delicia -  y es que de solo pensar en una hamburguesa con papas se me hace agua la boca.

- Pues si este establecimiento te hace tan feliz y te emociona, no me quejo, podría comprarte todas las hamburguesas y papas que quieras ¿O el establecimiento? ¿Todos los McDonald's de la ciudad? ¿O quieres la empresa a tu nombre? Tu solo pídeme lo que quieras reina, yo estoy para complacerte - no lo puedo negar, estoy con la boca completamente abierta, ¿Enserio tiene tanto dinero? ¿Cómo puede poner McDonald's a mi nombre? Wow, Aiden, es... ¿Sorprendente?

- No exageres, solo me gustan sus hamburguesas y papas y ya - por fin llega la comida, nos atiende un lindo muchacho, se ve joven, algo fornido y es moreno con rulos en su cabello, nada mal.

  El mesero me queda viendo, ignorando por completo a Aiden y es entonces cuando me sonríe de una manera tan coqueta y sin remordimientos me guiña el ojo, no se cómo reaccionar, solo dejo que nos sirva e intento ignorar todo.