Serás Mía

[capitulo 21]

Mica...

   Vaya mañana la mía, despertar rodeada de tanto lujo se me hace tan extraño.

   Me meto a la ducha y tomo un baño caliente con fragancias y burbujas cubriendo mi piel, disfruto la ducha, me cuido la piel y después de un rato termino de ducharme y me cubro con la toalla que encuentro a mi disposición, me lavo los dientes y busco algo que ponerme en el clóset.

   El clóset está lleno de prendas de vestir, vestidos voluminosos y hermosos, ropas más casuales, pantalones de vestir, conjuntos, faldas, blusas, todo es hermoso, el clóset es enorme, tiene más ropa que toda la que he usado en mi vida. Y no solo es ropa, bolsos y zapatos de todos los colores, colecciones de relojes, lentes, pulseras, collares también resaltan.

   Todo es fascinante, no entiendo cómo Lorian pudo comprar tanto en tan poco tiempo, todo es tan lujoso, no puedo evitar sentirme fuera de lugar, una espina invade mi corazón y lo lástima, extraño mi hogar, extraño mi vida, nada hubiera pasado si no me hubiera enamorado de Aiden.

   Lo peor de todo, es que es un error del que no me arrepiento, me duele, lo odio, pero, solo aprenderé del error.

   Después de sobrepensar toda la noche he decidido tener al bebé, el o ella no tiene la culpa de nada, no pienso matar a un ser inocente y sea como sea, nacerá en una familia, Lorian le dará todo y yo también.

   No tengo idea de cuánto dure el acuerdo, pero espero que sea lo necesario para que mi bebé pueda estar bien, de todos modos Lorian me dijo que siempre se hará cargo de el, sin importar que no lleve su sangre, el lo tomará como su hijo. Es un detalle muy lindo que no puedo ignorar.

   Tomo un vestido casual de color azul marino, es de manga larga y tiene un corte V en el pecho, la falda es amplia y me llega a las rodillas, lo acompaño con un juego de aretes y collar de perlas y unos tacones mach & mach en blanco. Me veo radiante, el coraje me hace ver mejor todavía, la sed de venganza corre en mis venas y pensamientos, de ahora en adelante se acordarán de mi.

   No más Mica vulnerable, se viene mi mejor versión, aquella que debió salir desde lo de Rafael, pero más vale tarde que nunca.

   Termino de arreglarme, me veo en el espejo he intento buscar volumen en mi vientre, pero no hay nada, sigue siendo igual, no lo veo abultado ni nada.

   Salgo y Lorian está en la mesa desayunando, está completamente solo, la mesa es muy grande para que una sola persona tome asiento en ella, es una mesa enorme con capacidad de 20 personas, se ve antigua, pero está en buen estado.

   Dudo en tomar asiento, pero la mirada de Lorian me recorre y asiente indicándome que tome asiento junto a el, el a la cabeza y yo a su lado derecho.

   No tarda mucho tiempo y una empleada trae más alimentos, siguen siendo demasiados, justo como ayer.

— Me tomé la molestia de pedir el desayuno, espero te guste. A partir de mañana traerán lo que tú quieras, solo dile al chef que quieres y el lo hará

— Gracias

— No me agradezcas, el agradecido soy yo, por tu ayuda, por aceptar el plan y por ser diferente a las demás personas, todos me miraban con lástima al saber mi historia, pero tú no, tus ojos me veían diferente, me veían como una persona normal

— Creo que te equivocas, la agradecida soy yo, gracias a ti no estoy muerta

— No quiero que lo veas así, yo no te rescate, no cuenta como rescate cuando esa persona fue la misma que te puso en esa condición

   Es directo, pero sincero, muy sincero y su sinceridad es lo que más me agrada de el.

— Vale, pero como sea, estoy agradecida, gracias por todo