Capítulo 23

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Esta historia es completamente ficticia con el único propósito de entretener, no busco ofender a nadie ni nada, la historia es alterna a nuestra realidad por lo que algunos eventos históricos son diferentes, no soy dueño de los respectivos animes/mangas, imágenes o personajes que aparezcan, créditos a sus respectivos autores, si no has leído los capítulos anteriores te recomiendo hacerlo para que entender mejor la trama, si eres menor de 18 años no leas el fic, se recomienda discreción.

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En el Noroeste del continente de Meraltia se encontraba una isla tan grande que podría ser comparada con la región de Kuwait o Kyushu, había un puente natural de 230 metros de ancho pero de 35 km de largo que conectaba la isla con el continente, en ese lugar se encontraba el Reino de Topa uno de los muchos reinos que surgieron luego de la desaparición del Imperio Ravernal, el reino estaba conectado con tanto el continente de Meraltia como el de Crudax también conocido como el continente demoniaco en donde los lugareños afirman que solo habitan criaturas denominadas como demonios, no habían aldeas ni pequeñas ciudades de humanos y semi-humanos en el continente ya que todo aquel que intente ingresar es atacado por los demonios a simple vista, estas criaturas no poseían ningún tipo de civilización y simplemente usaban sus habilidades físicas superiores para atacar a sus victimas en un estado berserk, esta era otra especie con la que no se podía dialogar y solo entendían el lenguaje de la armas razón por la que los argentinos no dudarían en eliminarlos si sus caminos se cruzaran, aún así el continente era un punto de interés a futuro para el Imperio Argentino pero por el momento no tenían planeado enviar expediciones ni tampoco establecer una base en esas gélidas tierras.

En la región Noroeste de Topa había una ciudad castillo llamada Tormeus la cual se interponía entre el reino y el continente demoniaco, enfrente de la ciudad había otro puente de 120 metros de ancho y de 40 km de largo que conecta con las tierras demoniacas, la ciudad tenía unos anchos muros de piedra que bloqueaban el puente natural e impedían el paso de los demonios al continente de Meraltia, dichos muros tenían por nombre "Las Puertas del Mundo", se habían repelidos incontables invasiones demoniacas durante los últimos siglos, los soldados topaneos estaban custodiando permanentemente las Puertas del Mundo razón por la que se fundo la ciudad de Tormeus para brindar más apoyo a los soldados, la gente de Topa se enorgullecía de mantener al mundo a salvo de las invasiones demoniacas de Crudax siendo que esto también beneficia a las naciones civilizadas y las superpotencias ya que sin el Reino de Topa entonces el planeta no sería tan prospero.

mercenario llamado Sylas vigilando las tierras demoniacas desde lo alto de las murallas estando algo cansado y deseando dejar su puesto para irse a dormir un rato mientras que su compañero el caballero Moah no parecía estar cansado en lo absoluto.

"Maldición... necesito echarme una siesta un rato" Bostezo Sylas.

"Hey, el trabajo de vigilar la frontera con las tierras demoniacas es importante para la supervivencia de todo el mundo" Dijo Moah.

"Siempre dices eso" Dijo Sylas para luego mirar hacia abajo. "Las Puertas del Mundo tienen 20 metros de altura, en los últimos diez años el peor ataque que sufrimos fue cuando se perdieron unos doce duendes, recogimos nuestros arcos y al cabo de unos segundos todos habían sido eliminados, aquí nunca nada interesante por lo tanto no hay problema en que decida tomarme un pequeño descanso" 

"En caso de que lo olvidaras, hace cientos de años tanto Señores Duendes y Orcos también atacaron las puertas, son enemigos muy peligrosos sobre todo si van en grupos enormes" Dijo Moah con seriedad haciendo estremecer a su amigo.

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