KonoSuba: Un cuento de este hermoso mundo... por Dknightodin

Cap1: Una aventura cotidiana

Parte 1

Después de salir del salón del gremio, pasé unas horas perdiendo el tiempo en la ciudad. Cuando regresé a la mansión ya era de tarde.

"¡Estoy en casa!"

"Bienvenido de nuevo, Satou-sama", dijo la criada con un ligero asentimiento.

—Ah, Kazuma, has vuelto. —Era nuestra noble dama residente.

—Ah, Lalatina, estás aquí —dije medio burlonamente mientras me sentaba en el sofá.

Darkness, que estaba revisando unos papeles, protegió su rostro avergonzado detrás del que sostenía en ese momento.

—La verdad —dije—, con lo mucho que te llamo por tu nombre pensarías que ya estarías acostumbrado.

Darkness dejó el periódico sobre la mesa de café con el ceño fruncido. "Aparte de mi nombre vergonzoso, es la connotación con la que se usa lo que hace que sea difícil acostumbrarse a él".

—Hmm, así es —me acosté—. ¿Dónde están los otros dos?

"Eh, oh, eh... Creo que todavía están trabajando".

"¿Trabajando? Ah, es cierto... esa deuda que acumularon. Hablando de eso, ¿cómo les va en ese aspecto? ¿Han avanzado?"

Darkness suspiró. "Casi nada."

Sonreí. "Ahora entendéis mi situación; no es fácil saldar una deuda, ¿verdad?"

—No, no lo es… pero no creas que no lo sé. Pareces olvidar que mi familia estaba en deuda con Alderp.

"Como si pudiera olvidar el día en que gasté toda mi fortuna para rescatarte de ese tipo malvado. Fue el día en que Lalatina finalmente fue fiel a sí misma y se enamoró perdidamente de mí".

"V-Ve a…" La oscuridad cubrió su rostro una vez más.

-Señor Satou.

"Hmm, ¿qué es?"

"Ha llegado una carta de la capital; es del Royal Smith".

-¿Señor Holt?

Mientras me entregaba la carta, me incorporé. Rompí el sobre, saqué la carta del interior y la leí para mí mismo.

—Ah, me preguntaba cuándo estaría lista. —Le devolví la carta a la criada y me volví a acostar—. Puedes tirarla a la basura.

Ella asintió y se fue a hacer precisamente eso.

- ¿Qué decía? - preguntó Darkness.

"En realidad se trataba de tu armadura."

"Mi armadura, ¿qué pasa con ella? ¿La terminó el Maestro Holt?"

"Bueno, dijo que tenía que parar por ciertas obligaciones con el Rey. Entonces, mientras terminaba la mayor parte, lo envió fuera de la Villa Carmesí para que lo terminaran de armar".

—Ah, entonces el herrero del pueblo lo hará.

"Umu, eso parece. El oji-san de la aldea hace un buen trabajo, así que no estoy demasiado preocupado; especialmente porque Holt-sensei básicamente terminó la mayor parte".

"Entonces, ¿eso significa que regresaremos a la Villa Carmesí?"

"Eventualmente."

La oscuridad suspiró.

"Hm, ¿a ti también te da miedo ir allí, Lalatina?"

Con las puntas de las orejas enrojecidas, Darkness respondió: "Estoy algo preocupada... pero por diferentes razones".