— Míralo, tan asustado. ¿De verdad doy miedo? —se burló de Júpiter.
—Con las cosas que hiciste, ¿Quién no te lo tendría? —para Sedna él era como un hermano. A pesar de las malas acciones que comete X, no quiere alejarse de él. — ¿No te arrepientes de nada, no es así? — X la miró, estaba claro que no. Ha cometido tantos errores, el deseo de venganza hacia esos dos gigantes gaseosos se ha apoderado de él, es tan diferente a como solía ser antes.
— ¿Y tú? ¿Te crees un ángel o qué? — Respondió molesto, después de todo ambos hicieron cosas que no debían, pero solo Sedna se "arrepentía" de las cosas que alguna vez había hecho. Esta solo rodó los ojos como respuesta. — Quiero que sea una niña, con un nombre parecido al de su madre. — Sonrió, seguía pensando en su hijo que pronto nacería.
— No creas que pensaré en nombres junto a ti. Y si te soy sincera, tal vez ni puedas lograr ese plan tuyo del que tanto hablas. — Habló molesta, le había insistido que no hiciera nada estúpido y este no le hizo caso. Ahora, será su problema si termina expulsado otra vez del sistema.
Sus recuerdos regresaban, y volvió a contar la misma historia de siempre. — Antes de ti, ella fue la primera que de verdad mostró preocupación hacia mí. Era tan tranquila, comprensiva, algo fría pero tenía su lado cariñoso. La apoyé como pude, estuve siempre a su lado, puse tanto esfuerzo en conquistarla pero nunca pude. —Aún seguía resentido por el pasado, pero su venganza se acercaba cada vez más y eso lo tranquilizaba.
— Piénsalo, X. ¿Crees que haces lo correcto? ¿Crees que ella es feliz por esto? ¿Acaso piensas que solo por un bebé regresará a ti? — Preguntó, intentando hacerlo entrar en razón. Debía dejar ir a ese pobre planeta. Claramente esto le llegó, pero se negó a hacer caso a las palabras de su mejor amiga.
— Ya no hay vuelta atrás. Tal como tú lo quieres, no te meterás en esto. — Dijo antes de irse nuevamente, dejando sola a Sedna.
— Te lo digo por tu bien, X. —Aquellas últimas palabras las dijo en un tono bajo. Por más que intentara, ya era tarde. Dió un suspiro, para luego dirigirse al cinturón de kuiper.
— Mmm.. ¡Una gallina!— Un Neptuno jugaba felizmente a las adivinanzas junto a Saturno, mientras que Urano no participaba.
— ¿Por qué siempre ganas? — Preguntó algo molesto el más grande.
— Tal vez porque eliges los animales más fáciles. — Respondió Urano, quien escribía en su diario. Apenas comenzaba su 4to mes de embarazo y no quería hacer nada más que pintar y escribir. Sus amigos venían de la nada y no le molestaba, se había acostumbrado a la presencia constante de estos. Además de sus días tan repetitivos que se basaban en comer, vomitar, escribir y pintar.
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Embarazo inesperado. (Solarballs)
FantascienzaQuien diría que llegaría alguien en tu vida, que te la haría distinta y no puedas hacer nada para cambiar tu destino.