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📍ALDEA DE VAIZEL
—Maldición llegaron tan pronto—Hablo Meliodas.
—La armadura que portan es un tesoro sagrado—Mencionó King.
—Guila debió fortalecerse después de enfrentarla en la ciudad de los muertos—Continuó Meliodas—Y para empeorarlo, ahora son tres.
—Parece ser que ahora les dan tesoros sagrados a cualquiera—Dijo Scarlett quien ya estaba fastidiada de ese día, lo único que quería era llegar a la taberna e ir directamente a su cama, pero a como iban las cosas estaba muy alejada de ello.
—Sugiero dividirnos—Finalizó el capitán para que cada uno de ellos fuera en direcciones distintas.
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—Miren—Dijo Hawks deteniéndose en seco.
—¡Señor Melidodas, señor Ban!
—Serán tontos—Dijo para sí misma Scarlett viendo a ambos—Hawk, saca a Elizabeth de aquí y llevala lo mas lejos posible—Dije mirándolos a ambos—Te prometo que estarán bien—Sin estar tan segura la princesa asintió y Hawk empezó a correr mientras Scarlett solo lo miraba.
—Deshacerse de los ocho pecados capitales no es más que una misión alterna—Hablo Guila caminando junto a Jericho hacia los cuerpos inmovilizados de Ban y Meliodas.
Ignorandolas completamente, Scarlett se acercó a sus compañeros y se arrodilló junto a ellos—¡Lunaris: Luz de luna!—Pronuncio la chica a la vez que su mano ya hacía sobrepuesta en medio de ambos chicos quienes parecían empezar a reaccionar.
—Lett...
—Pescadito...—Dijeron a la vez al ver a la chica frente a ellos.
—Levántense ya ridículos—Dijo la rubia.
—No me gusta que me ignoren.
—¡Jericho espera!—Esta se acercó velozmente con su espada en mano apuntando directamente a Scarlett. Como si para ella las cosas pasarán en cámara lenta, Scarlett solo apuntó su mano a la dirección de la chica para atacar.
—¡Enfolia:Nudo maestro!—Lianas verdes salían del suelo, sujetando fuertemente al caballero quien dejó caer su espada al piso. Con un movimiento de manos, Scarlett hizo que una liana le extendiera aquella espada.
—¡Maldita!—Exclamó la caballero. Guila se acercó velozmente con intenciones de cortar aquellas ataduras sin respuesta alguna.
—No seas tan ingenua ¿En serio crees que hubiera usado esa habilidad mágica en ella si realmente fuera tan sencillo cortarlo?—Preguntó Scarlett altaneramente.
