Con el tiempo, Izuku se dio cuenta de que su vínculo con Katsuki se volvía cada vez más absorbente, envolviéndolo en una burbuja donde nada ni nadie más importaba. Katsuki, consciente de lo que sucedía en la mente del pecoso, parecía alimentarse de esa devoción incondicional.
Cuando estaban juntos, el mundo exterior desaparecía.
Al cenizo le gustaba tener a Izuku completamente para sí mismo, y si eso significaba que el pecoso olvidara a su amiga muerta, entonces que así fuera. Para Katsuki, lo único que importaba era mantener a Izuku bajo su control, donde ambos se necesitaban tanto que nadie más podía interferir.
Poco a poco, los recuerdos de Ochako comenzaron a desdibujarse en la mente de Izuku. Las risas y las charlas que solían compartir se volvían sombras lejanas, reemplazadas por la intensa conexión que tenía con Katsuki. No había necesidad de aferrarse al pasado, no cuando tenía a Kacchan.
Su Kacchan.
Solo suyo.
A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, el pecoso comenzó a sentir que los celos que había intentado ocultar se convertían en algo más oscuro. No importaba cuánto el cenizo le recordara que él era su pareja, o que haya visto con sus propios ojos lo que Katsuki era capaz por el, su cercanía con Kirishima lo carcomía por dentro. Cada vez que los veía reír juntos o entrenar, sentía que su lugar al lado de Katsuki estaba en peligro.
Y al ver al cenizo proteger su relacion de una forma tan grotesca y agresiva, el tambien se sentia capaz de cualquier cosa por su Kacchan.
Después de todo, Katsuki ya había hecho lo impensable por él, había matado a Ochako sin dudar. Aquello fue una prueba irrefutable de su devoción. Si el cenizo era capaz de eso por proteger su relación, entonces Izuku también podía hacer cualquier cosa para asegurarse de que nadie se interpusiera entre ellos.
Finalmente, después de semanas de soportar la creciente amistad entre ellos, Izuku se hartó.
"Si Kirishima desaparece de la ecuación, todo volverá a la normalidad..." pensó, aunque una parte de él sabía que estaba cruzando una línea peligrosa. Pero el miedo de perder a Kacchan era más fuerte que su sentido del bien y el mal.
Con sigilo, el pecoso comenzó a esparcir rumores sobre Kirishima por toda la UA. No eran acusaciones graves, pero lo suficientemente dañinas como para hacer que los demás estudiantes comenzaran a desconfiar de él. Insinuaciones sobre su falta de lealtad, comentarios despectivos sobre su personalidad y murmullos sobre su comportamiento durante entrenamientos. Poco a poco, el eco de estos rumores comenzó a expandirse entre los pasillos de la academia.
—Escuchaste lo que dicen de Kirishima?— Le comentó un estudiante a otro, en voz baja. —Dicen que no es tan de fiar como parece. Parece que estuvo hablando mal de algunos compañeros detrás de sus espaldas.
—Sí, lo escuché también. A mí me dijeron que en realidad está intentando sobresalir pisoteando a otros.— Respondió el otro estudiante, ya con una mirada de desconfianza.
El peliverde observaba todo desde las sombras, sabiendo que sus planes estaban funcionando. Kirishima, quien hasta hacía poco tiempo era uno de los chicos más populares y queridos de la clase, empezó a notar el cambio en el trato de sus compañeros. Las sonrisas amistosas se volvieron frías, y las conversaciones se tornaron más cortas y tensas. Aunque intentaba no darle importancia, era evidente que algo estaba mal.
Asi, Kirishima se lo mencionó a Katsuki una tarde, mientras entrenaban juntos.
—Oye, Bakugo, has notado que la gente me está tratando diferente? No sé, parece que alguien anda diciendo cosas sobre mí, y no sé por qué. No es mi estilo andar metido en líos con los demás.— Dijo el pelirojo, intentando bromear, pero con un claro tono de preocupación.
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Posesión Silenciosa... [BakuDeku / KatsuDeku] °Yandere°
FanfictionIzuku amaba a Katsuki. O mejor dicho, estaba obsesionado con el, y es que, como no lo iba a estar? Si todo lo del explosivo cenizo es perfecto... Izuku idoltrba en secreto a su amigo de la infancia, amistad separada por los dones. Pero todo cambiari...