El rencuentro

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El aire en la UA estaba cargado de una mezcla de tensión y esperanza. Los jóvenes héroes, acompañados por el héroe que los había rescatado, finalmente llegaron al refugio donde sus padres estaban siendo atendidos. El corazón de Mirai latía con fuerza, y su mente se llenaba de imágenes de sus padres. "¿Estarán bien?" murmuró para sí misma, la ansiedad la envolvía.

"¡Vamos, tenemos que entrar!" exclamó Hannabi, su determinación brillando a través de la angustia. "¡No podemos dejar que esto nos detenga!"

Con un empujón, el grupo entró en la sala. La vista era abrumadora; varios héroes se movían rápidamente, atendiendo a quienes lo necesitaban. Al fondo, Raiden y Reiju estaban en una camilla, rodeados de médicos. El corazón de Mirai se hundió al ver a sus amigos heridos, pero el alivio la invadió al reconocer que estaban siendo cuidados.

"¡Raiden! ¡Reiju!" gritó, corriendo hacia ellos. La imagen de sus amigos, aún conscientes pero exhaustos, hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas. "¿Están bien?"

Raiden levantó la mano débilmente. "Estamos... bien. Solo un poco cansados." Pero su sonrisa era una máscara; el dolor en sus ojos era inconfundible.

"¡No se preocupen, ya estamos aquí!" exclamó Hannabi, arrodillándose junto a ellos. "¡Sus padres fueron avisados y ya vienen!"

Mientras tanto, Reo y Mirai, con la adrenalina aún corriendo por sus venas, comenzaron a buscar a sus padres. "¡Papá! ¡Mamá!" gritaron al unísono, sus voces resonando en la sala llena de héroes.

De repente, Shoto y Momo aparecieron, sus rostros iluminándose al ver a sus hijos. "¡Reo! ¡Mirai!" gritaron al unísono, corriendo hacia ellos. Shoto se arrodilló y abrazó a sus gemelos con fuerza. "¡Estábamos tan preocupados!"

Momo se unió al abrazo, su voz llena de amor. "¡Nunca vuelvan a hacernos esto, por favor!"

Reo y Mirai sonrieron entre lágrimas. "Lo sentimos, pero estábamos buscando a ustedes."

Mientras tanto, Kyoka y Denki se acercaron a Raiden y Reiju, el alivio reflejado en sus rostros. "¡Chicos!" exclamó Kyoka, abrazando a su hijo. "¡Estamos tan felices de verlos a salvo!"

Denki, con su cabello desordenado pero una sonrisa orgullosa, se inclinó hacia sus hijos. "¡Estoy tan orgulloso de ustedes! ¡Lo hicieron increíble!"

"Gracias, papá," respondió Raiden, sintiendo el amor y la calidez de su padre.

En la esquina, Mina y Kirishima buscaron a su hijo Reiji. "¡Reiji!" gritó Mina, y cuando lo vieron, se lanzaron a su encuentro.

Reiji, con una sonrisa que ocultaba su fatiga, levantó la mano. "¡Estoy aquí, mamá! ¡Estoy bien!" Su voz era fuerte, pero había un brillo de debilidad en sus ojos.

Kirishima lo abrazó con fuerza, su voz llena de emoción. "¡Te lo dije, siempre estaré aquí para protegerte!"

Con cada abrazo y lágrima compartida, la sala se llenó de amor y unidad. Los jóvenes héroes se sintieron fortalecidos al estar de nuevo con sus padres, sabiendo que juntos enfrentarían cualquier desafío.

"Ahora que estamos todos juntos," dijo Shoto, mirando a los niños y a los héroes que los rodeaban, "debemos planear cómo detener a Giran de una vez por todas."

"¡Sí!" respondieron los niños al unísono, llenos de determinación.

"Recuerden, la familia es nuestra mayor fortaleza. Siempre estaremos a su lado," añadió Momo, mirando a todos con orgullo.

Con un nuevo propósito en sus corazones, los jóvenes héroes y sus padres se prepararon para la próxima batalla, listos para enfrentar cualquier cosa que Giran pudiera lanzarles. La unión de sus fuerzas era imparable, y juntos eran más que un equipo: eran una familia.

𝕊𝕚𝕘𝕦𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖 𝕟𝕚𝕧𝕖𝕝 (𝔹ℕℍ𝔸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora