Proyecto C

Capítulo cuatro: Prolemas

Sam y Mikaela, junto a los Autobots, habían llegado a la casa del joven. Sam en seguida hace que los Autobots se queden escondidos, ya que tenía que entrar y de seguro hablar con sus padres sobre por qué llegó tarde. Sam deja a cargo a Mikaela para que vigile a los Autobots. Los hermanos Cyborg se encuentran frente a la casa de Sam, viendo cómo Sam se apresura a llegar a la puerta justo antes de que su padre salga. Angel escucha la conversación que Sam tiene con su padre.

-Deberías dejar de escuchar conversaciones ajenas, Angel.

-No me dejas escuchar, Alex -responde Angel, escuchando cómo Sam le empieza a decir a su padre que no salga- Sí que la tienen difícil.

-Parece que están muy ansiosos -Sarah ve cómo el líder de los Autobots se transforma y estaba causando que Sam se ponga más nervioso.

-¿Qué haces, qué haces? -Sam ve a Optimus- Cuidado con el jardín, ¡cuidado, por favor, por favor! espera. No, no, no -Sam ve cómo Optimus pisa la fuente que su padre había puesto- No, no.

-Lo siento, pisé mal -el líder de los Autobots en seguida se disculpa.

-Ahí no, no pudiste esperar cinco minutos. Te lo dije, te lo dije, ah -Sam ve a Mikaela, así que se acerca a su amiga- Te pedí que los vigilaras.

-Sí, pero parece que tienen mucha prisa -la joven ve cómo los Autobots están pisando todo el jardín.

Los hermanos Cyborg estaban viendo todo el desastre que estaban causando los Autobots. En verdad, sí que tenían que tener paciencia, Sam y Mikaela. En eso, los hermanos escuchan los ladridos de Mojó hacia los Autobots.

-En verdad que parecemos viejas chismosas -en eso, Alex nota que Mojó termina orinando el pie de metal de uno de los Autobots.- Jajaja.

-Alex, no te rías. Que hace una semana a ti te pasó lo mismo.

-... No me hagas acordarme de ese día, Samira -dice Alex mientras se rasca su mejilla que no es metálica.

-Podré de ese Autobot que sufrió ser marcado como territorio -Angel ve cómo Sam defiende a su perro de los cañones de Ironhide- Lo bueno que ellos no nos ven, ya que tenemos el camuflaje, así que podemos espiarlos sin que lo sepan.

-Yo no estaría tan seguro de eso, Angel -la joven ve cómo dos de los Autobots estaban viendo en su dirección- Creo que ellos están sospechando algo.

Angel y Alex ven cómo Ironhide y Bumblebee están viendo en su dirección. Los dos jóvenes ven a los robots y solo sienten algo en sus corazones metálicos. Sarah se da cuenta de eso y solo los ve con extrañeza, ya que no entiende por qué sus hermanos están actuando de ese modo.

Sam entra a su casa en seguida mientras sostiene a su perro. El joven se apresura a ir a su habitación por los anteojos de su bisabuelo, mientras que los padres del joven hablan de el. Sam llega a su habitación y en seguida busca los anteojos de su bisabuelo, pero no los encontraba. En eso, por la ventana entra Mikaela, ya que Optimus estaba muy apurado, así que había hecho que la humana se subiera a su mano de metal y fuera a ayudar a Sam. El joven en seguida se pone más nervioso de lo que ya estaba.

-¿Qué pasó? -pregunta Sam mientras ayuda a su amiga- Ven, deja que te ayude.

-El tiempo apremia -Optimus aparta su mano una vez que la joven entró.

-En verdad quieren esos anteojos -Mikaela ve a su amigo- Gracias por la ayuda.

-De nada. De nuevo les pido cinco minutos -el joven ve a Optimus.

-No tenemos tiempo -Optimus se asoma por la ventana- Dante, prisa.

-Sí, ya lo entendí. Mikaela, tú busca por esa dirección. No toques mis cosas personales.