Seguridad.

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Enzo le había curado las heridas a Matías, ahora se encontraba buscando unas curitas para colocárselas en la herida del pómulo mientras el mayor esperaba pacientemente en la sala.

—Las encontré, disculpame, son de dibujitos pero no tengo otras.— Comentó el menor avergonzado y Matías le sonrió enternecido.

—No importa, estoy bien con las curitas de dinosaurios.— Enzo se rio pero sus mejillas estaban levemente coloradas.

Procedió a agarrar una y comenzó a pegarla con cuidado de no lastimarlo. Matías miraba la cara de concentración de Enzo. Lo miraba con unos ojos que demostraban lo mucho que le gustaba el menor. Nunca se había sentido de esa manera con absolutamente nadie. Ni con su ex novia.

Enzo era diferente, lo hacía sentir diferente. Lo trataba como si Matías fuera un cristal que podría quebrarse en cualquier momento.

Sabía que lo que sentía por Enzo, era muchísimo más que gustar.

Estaba enamorado de Enzo. Hasta la médula.

—¿Que me miras tanto?— Cuestionó el uruguayo con una ceja alzada.

—Lo hermoso que sos.—

—Pelotudo.— Ahora Enzo tenía la cara completamente colorada. Matías posó una de sus manos en la mejilla del otro y la acarició mirándolo como si fuera la cosa más linda que había visto en su vida. Y era verdad.

—¿Por qué me miras así?—

—¿Así como?—

—No se, pero te brillan los ojos cuando lo haces.—

Enzo dejó un pico en los labios del otro y se paró del sillón dirigiéndose a la cocina. Esta estaba conectada con el salón, por lo que todavía podía verlo y podría hablarle sin la necesidad de alzar la voz.

—Voy a suponer que no has cenado nada. Yo tampoco así que podemos cenar juntos. ¿Querés?—

—Gracias.—

—Nada de gracias. Podes tomar un baño si gustas, también agarra lo que quieras de mi armario. Mi habitación es la del fondo y el baño está en frente.—

Matías se levantó del sillón y antes de retirarse se acercó a su novio y besó su mejilla. Enzo no tuvo la necesidad de escucharlo y ya sabía que le estaba agradeciendo con ese gesto.

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Franchu 🫶🏼.

Hola gordis
Sabes algo del Mati?

No se preocupen, está en mi casa y se va a quedar a dormir
Lo único que tiene un golpe en la cara

Dios mío
Cuídalo mucho Enzo

Por supuesto que lo haré

Cualquier cosa que necesiten me avisan a mi o a Kuku y vamos al tiro, si?

❤️

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Cuando Enzo había enviado el último mensaje, Matías volvía a aparecer en la sala. Tenía el cabello húmedo y se había puesto unos pantalones flojos y un poleron blanco.

—Eu, tenes muchísima ropa. No sabía que tú armario era del tamaño de mi cuarto.—

—Exagerado.—

Nene | matienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora