Conexiones del corazón ~ Yoonmin & Hopev/Vhope

12

La oficina de Hoseok estaba tan pulcra como él mismo. Las paredes en tonos oscuros, salpicadas de colores modernos, hacían del espacio algo acogedor y único.

Hoseok cerró la puerta tras de sí, dejando fuera el bullicio del bar, y se dejó caer junto a Taehyung en el sofá de cuero negro, sin saber muy bien qué hacer. Tae todavía sollozaba, con los ojos enrojecidos y las mejillas húmedas.

Hoseok, sintiendo su propia confusión, solo hizo lo que su instinto le dictaba: lo rodeó con su brazo y lo acercó a su costado.

—No llores más, todo va a estar bien—, susurró, su voz suave y reconfortante.

A pesar de que había algo en Taehyung que lo atraía enormemente, Hoseok luchaba contra esa sensación. Sabía que en ese momento, necesitaba un amigo, no a alguien que complicara aún más sus emociones. Y, aunque sintiera esa creciente conexión con Tae, no iba a cruzar esa línea.

Los minutos pasaron, y Taehyung finalmente se tranquilizó. Se alejó del abrazo, limpiándose las lágrimas con las mangas de su chaqueta, su respiración volviéndose más regular.

Levantó la vista y recorrió la oficina con los ojos, tomando en cuenta el elegante pero funcional espacio.

—Me siento tonto— murmuró con una risa nerviosa, aunque sus ojos reflejaban tristeza. —No sé por qué terminé llorando así...

—No es tonto llorar— respondió con una sonrisa amable.

Tae suspiró, y por primera vez, decidió hablar sin el peso de las mentiras. Algo en Hoseok lo hacía sentir seguro, lo hacía sentir que ya no necesitaba ocultarse más.

—Lo de Yoongi...— comenzó a decir. Su voz tembló un poco, pero continuó. —No le conté quién soy realmente. No soy solo el chico tímido que él conoció. Mi familia... somos millonarios. Mi nombre es conocido en la ciudad, y Yoongi se sintió traicionado porque no lo sabía. Nos peleamos, y no sé si él me odiará para siempre...

Hoseok se quedó en silencio, escuchando cada palabra con atención. No había juzgamientos en su rostro, solo comprensión. Pero en su interior, el miedo comenzó a instalarse. Su padre. Hoseok sabía lo que su padre era capaz de hacer, especialmente si descubría quién era Tae.

El simple pensamiento lo llenó de pánico. Si su padre, un hombre cruel y mafioso que ya lo había golpeado más de una vez por no entregarle dinero, se enteraba de que Tae era millonario, probablemente intentaría extorsionarlo o, peor aún, lastimarlo.

—Tae— dijo con seriedad, inclinándose un poco hacia él. —No quiero que pienses que tu dinero cambia algo entre nosotros. Me importa una mierda que seas millonario, ¿sabes? A mí me atrapaste cuando entraste tímido al bar, con esa sonrisa cuadrada que te delata cuando te sientes nervioso, cuando no sabes cómo actuar entre la gente. Esa es la persona de la que quiero ser amigo. No el millonario, sino tú, tal como eres.

Taehyung levantó la vista, sorprendido, sintiendo una calidez genuina que no esperaba. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que no tenía que esconderse. Pero al mismo tiempo, el recuerdo de la pelea lo golpeó de nuevo, y su rostro se ensombreció.

—Ojalá Yoongi pudiera entender eso...— susurro.

Hoseok apoyó una mano sobre su rodilla, en un gesto que era tanto de consuelo como de firmeza.

—Todo se va a solucionar con Yoongi, te lo prometo. A veces solo hay que darle tiempo a las cosas, ¿vale?

Tae asintió, aunque la tristeza aún se aferraba a su pecho.

Pero Hoseok sabía que la situación con su padre era una amenaza latente. Necesitaba proteger a Tae.

—Escucha— de repente, tomando aire. —Sobre tu dinero... vamos a seguir haciendo lo que hacías con Yoongi. Fingiremos que eres solo un chico normal. Nadie en este lugar tiene por qué saber quién eres. Y no es solo por ti, Tae. Es que...— hizo una pausa, su voz cargada de preocupación. —Si mi padre se entera de quién eres, podría intentar algo. Y no quiero que termines herido por mi culpa.