Conexiones del corazón ~ Yoonmin & Hopev/Vhope

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Yoongi ya no podía esperar más, error, no quería hacer esperar a Jimin, quien lo observaba expectante y ansioso por cualquier movimiento.

Lento, muy lento, besó sus caderas, fue de un lado a otro; sus labios recorrieron su piel desnuda, ignorando por completo lo que en realidad necesitaba su atención: esa dura erección que se alzaba orgullosa delante de sus ojos.

Nuevamente, despacio, su boca recorrió un camino de dulces besos hasta llegar a la punta húmeda y caliente.

Su lengua, lamiendo con determinación cada gota, hizo estragos en Jimin, quien no dudó en acatar la orden de tirar del cabello si no sabía qué hacer.

Nervioso, enredó los dedos en ese suave pelo oscuro, y tiró, a la vez que alzaba la cadera, pidiendo en silencio que hiciera algo más que solo llenarlo de besos.

Sin dejar de verse a los ojos, con la tensión acumulada, el calor, la excitación y el deseo crecieron entre ambos, al fin atacó.

Yoongi abrió la boca, acogiendo esa dura erección en su interior, introduciéndola por completo hasta su garganta, y se quedó quieto, volviendo loco a Jimin, quien excitado empujó de nuevo la cadera.

Yoongi movió su lengua, recorriendo el largo, saboreando hasta llegar de nuevo a la punta, donde chupó con fuerza, ahuecando las mejillas hasta que soltó esa deliciosa erección, dejando escapar un exquisito pop al soltarla.

—Por favor... —murmuró— Más.

Él estaba dispuesto a llevar a Jimin al delirio, así que esta vez no se detuvo. Volvió a meterla en la boca, subiendo y bajando, empapando su miembro con saliva, haciendo ruidos exquisitos que se unían a los gemidos que escapaban del rubio acostado en la cama.

Lo siguiente casi dejó a Jimin con los ojos en blanco; nunca nadie le había chupado de esa manera. Yoongi no solo le estaba dando atención a su miembro, sino que estaba chupando sus bolas con ansias.

No quiso reprimirse ante el inminente deseo y alzó la cadera, ordenando que no se detuviera. Incluso separó un poco más sus piernas, a la vez que jalaba el cabello del chico entre sus piernas para que continuara.

Aunque a Jimin le encantó, empujaba su cabeza contra él; necesitaba esa maldita boca en otro lado, lo necesitaba con urgencia.

Yoongi no lo hizo esperar; con otro pop, se alejó, para volver a esa erección para chupar con más ansias, y esta vez utilizó su mano, masturbándolo con rapidez, subiendo y bajando.

—Espera... —jadeó, con la respiración agitada, miró fijo a Yoongi y la visión que tenía, de él, era maravillosa— Estoy a punto de...

Jimin no pudo terminar la frase, no pudo decir nada; cuando sintió que dejó de chupar, para bajar un poco más, golpeando la punta de su lengua en ese lugar oscuro donde nunca nadie había estado.

Sentir cómo lamía, ensalivando, empujando la punta como si quisiera introducirse en su cuerpo, fue la gota que rebasó el vaso, porque se corrió con fuerza, su semen caliente disparándose contra el rostro de Yoongi, que con un brillo travieso, sin dejar de lamerlo, recibía dichoso su orgasmo, bañando su piel.

No dejaron de mirarse, e incluso Jimin nunca dejó de tirarle del cabello, tomando el control de él, justo como le había pedido.

Esa confianza que le brindó para tomar el mando aceleró el corazón de Jimin, que sin dudarlo, cuando vio que Yoongi se alejó para decirle algo con altanería por hacerlo acabar así, lo calló con un beso profundo, donde sus lenguas se unieron de forma sucia y salvaje.

—¿Te gustó? —susurró, mordiéndole el labio inferior con deseo, arrancándole un gemido de placer mezclado con una pizca de dolor.

—Sí... —respondió con la voz temblorosa.