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Tae se dejó llevar por el beso intenso de Hoseok, sintiendo la experiencia y seguridad que transmitían sus labios.

Cada movimiento, cada roce de su boca parecía derribar todas las dudas que se arremolinaban en su cabeza. Sin embargo, no podía evitar la ola de nervios que se apoderaba de él, cuestionándose si respondía de la forma correcta.

Se preguntaba si estaba haciendo todo bien o si notaría su torpeza. Pero esos pensamientos parecían desvanecerse cuando los brazos de Hoseok rodearon su cintura, atrayéndolo más cerca.

Hoseok, sintiendo el temblor y la inocencia en los labios de Tae, no pudo evitar una chispa de orgullo y ternura. Ser el primero en guiarlo en ese tipo de afecto lo llenaba de una calidez inesperada, una necesidad de asegurarse de que disfrutara cada momento.

Con esa idea en mente, dejó que sus manos se deslizaran suavemente por debajo de la camisa de Tae, acariciando la parte baja de su espalda, sintiendo la piel cálida y suave. 

Luego, rompiendo el beso, comenzó a dejar pequeños besos en su rostro, desde sus mejillas hasta su mandíbula, bajando hasta su cuello y provocándole suspiros que le hacían sonreír.

Finalmente, Tae, perdiendo toda timidez, movió sus manos del cuello de Hoseok hasta su pecho desnudo, sus dedos temblorosos rozando su piel y tocando con curiosidad.

Hoseok sintió cómo una corriente eléctrica le atravesaba el cuerpo con cada caricia inexperta y, consciente de que podría perder el control, detuvo el beso, separándose ligeramente.

Una sonrisa divertida apareció en sus labios al ver el rostro de Tae sonrojado, sus labios rojos e hinchados.

—Creo que mejor lo dejamos aquí —murmuró, aún sonriente, mientras intentaba recuperar la compostura—. La comida llegará pronto y...

—Espera... —se puso en puntas de pie, intentando alcanzar de nuevo su boca—. Solo uno más, por favor...

—Pero... —Hoseok apenas pudo replicar antes de que Tae volviera a besarlo, sus labios buscando con urgencia, mientras sus manos encontraban nuevamente su pecho, rozando uno de sus pezones—. Dios, basta, vas a volverme loco...

—¿Y si es eso lo que quiero? —se rió, con un toque de infantilidad y picardía.

—Parece que estás jugando con fuego. ¿En serio a tus 25 años nunca tuviste experiencia, o actúas así para atraparme en tus garras?

Taehyung sonrió tímidamente, bajando la mirada, sin querer responder de inmediato, disfrutando de la complicidad entre ambos.

Aprovechando la oportunidad, Hoseok se alejó un poco y comenzó a colocarse la camiseta.

—¿Y esas marcas en tu espalda...? —se atrevió a preguntar.

Hoseok desvió la mirada rápidamente, sin responder, y lo besó para distraerlo. Cuando se alejó, tomó su mano y juntos salieron de la pequeña habitación, dirigiéndose hacia el sillón, justo cuando el celular de Hoseok vibró con un mensaje. Lo revisó y esbozó una sonrisa.

—Es Jenni. La comida ya llegó. Iré a buscarla, espérame aquí.

—Ok... pero —antes de que lo vea irse, una pregunta escapó de sus labios, casi sin darse cuenta—. Esta noche... ¿vas a dormir aquí, en la oficina, o irás a casa?

Hoseok lo miró, con una ceja levantada, curioso.

—¿Por qué?

—Me gustaría pasar la noche contigo. No... no para tener sexo, solo... no quiero ir a casa y estar solo.

Una sonrisa tierna y traviesa apareció en el rostro de Hoseok, quien se acercó y le dio un beso suave en la frente antes de revolverle el cabello como si se tratara de un niño.

Conexiones del corazón ~ Yoonmin & Hopev/VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora