Estiro mis brazos y un gran bostezo sale de mi boca. Me duele todo el cuerpo, pues Tami no es de las que duermen muy bien que digamos y prácticamente se ha cogido mi cama para ella sola dejándome en la esquina, y no hablar de tratar de despertarla, se puede caer el mundo y ella sigue en su profundo sueño.
Río al ver cómo la baba recorre desde la comisura de su labio hasta su barbilla, tiene la boca abierta y se ve graciosa, no pudiendo aguantar las ganas tomo mi teléfono y lo desbloqueo iendo a la cámara, una vez tengo la cara de mi mejor amiga en el ángulo correcto procedo a tomar la foto, maldigo cuando veo que no quité el flash de la cámara y la luz da de lleno en su cara ya que tenía el teléfono bastante cerca de su rostro, Tami suelta un gruñido de molestia y muerdo mis labios para evitar reírme.
—¡Santa mierda Bridg!—protesta—Espero y no uses esa foto para chantajearme en un futuro. Y mucho menos para subirla a Instagram, arruinarías mi fama de influencer.
—Vaya, me has dado una buena idea—sonrío—Y que fama de influencer ni que ocho cuartos, si solamente tienes 240 seguidores.
—La envidia es una enfermedad muy mala Bridget, espero que te mejores pronto—dijo y nos echamos a reír juntas hasta que las lágrimas salían de nuestros ojos.
Tomo la iniciativa de levantarme de la cama y ella lo hace justo después de mi y a paso lento arrastrando su pie derecho se dirige a mi tocador donde tengo todos mis productos de maquillaje, perfumes y esas cosas y se mira al espejo haciendo una mueca al ver su aspecto.
En cambio yo entro a mi gran guardarropa y escojo mi oufit de hoy ya que iría a ultimar los detalles que falta de mi boda, suspiro al pensar en eso, antes faltaba un mes, ahora solo restan días para unirme definitivamente con el hombre que amo y estaba feliz y deseosa porque esos dos días que faltaban pasarán rápido. Una vez tengo lo que me voy a poner salgo y me dirijo al baño dejando a mi mejor amiga a sus anchas en mi habitación. Antes de entrar a ducharme voy a la habitación de mi madre, abro la puerta y veo que la cama está tendida, ya debe haberse ido cundo aún estaba durmiendo.
Entro al baño y cierro la puerta y procedo a desvestirme. Poco antes de entrar a la bañera la sensación de ser observada pone mi cuerpo rígido como las cuerdas de una guitarra, no es la primera vez que sucede, en esta semana ha sido igual, pero no es como que alguien estuviera observandome a través de las paredes, es algo imposible y descabellado, pero eso no quita esa horrible sensación de que alguien me mira, no se cómo, pero es así, éste tema de mi acosador me tiene de los puntos nervios y no puedo salir a la calle sintiéndome segura, porque siento y vivo a la espera que en cualquier momento esa persona se decida a aparecer y atacarme.
Tengo miedo y me siento sola en ésto porque no puedo involucrar a mis amigas ni mi madre en ésto, mucho menos Joshua, los pondría en peligro y no quiero eso. A veces siento que no puedo más, ésto de que un tipo sin rostro (porque no tengo puñetera idea de quién pueda ser) me éste persiguiendo y esté jugando al gato y al ratón conmigo no me hace ni puta gracia, me pregunto que le he hecho yo para que haga todo ésto, por qué no me deja en paz y me atormenta tanto, hasta en mis sueños tiene poder sobre mí, tiene tanto poder en mi que me aterra cerrar los ojos o salir de casa.
Pero hoy es un día especial y no dejaré que eso suceda. Con esa inquietante sensación del principio me meto en la bañera y abro la ducha y el agua tibia impacta contra mi cuerpo y suspiro de alivio, busco mi jabón favorito de fresa pero descubro que no está.
—¡Que carajo!—maldigo entre dientes—Era mi puto jabón favorito.
Dónde rayos habrá ido a parar, es que no le pueden salir parase irse y mi mamá no usa mi jabón porque lo tengo personalmente para mí. Una idea pasa por mi cabeza pero me digo que no puede ser, ese jodido enfermo de mierda no pudo haberse llevado mi jabón favorito, es imposible, como pudo entrar sin que nadie lo viera, en que momento y para que querría mi jabón, Oh dios mío, ésto me supera.
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Obsessive love
Fiksi RemajaLa vi, me gustó, la tomé y la hice mía. Una noche no fué suficiente para tener todo de ella, quise más y fui a por ello. «No te dejaré es escapar pequeña mariposa voy a por ti... Que empiece la casería»